La familia de Adriana Morlett confirma el hallazgo de sus restos
Luego de 14 meses desaparecida, los familiares de Adriana Morlett, estudiante de arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), confirmaron este martes que los restos óseos encontrados en un paraje remoto de la capital mexicana en diciembre pasado son los de la joven.
El caso de Adriana, de 21 años, fue ampliamente difundido en redes sociales, pero aún no ha sido resuelto y nadie ha sido arrestado.
Sus familiares han informado que Morlett —quien estudiaba el tercer semestre de arquitectura en la UNAM— recibió varias llamadas de uno de sus amigos el día que desapareció. Mauro Alberto Rodríguez, estudiante de psicología de la misma universidad, la llamó a las 18:00 horas, a las 19:25 y a las 19:27.
Ese 6 de septiembre de 2010, la joven fue captada por cámaras de seguridad de la Biblioteca Central de la UNAM, lugar en donde se encontraba cuando recibió la última de las tres llamadas, la única que contestó.
Tras pedir prestado el libro Arquitectura, teoría y diseño de contexto, a la joven ya la esperaba su amigo Mauro Alberto afuera de la biblioteca. Ambos se dirigieron al departamento de él, pero Morlett no entró, sino que abordó un taxi a las afueras de la casa (entre las 20:30 y las 21:00 horas) según lo publicado en un sitio de internet destinado a la búsqueda de la estudiante.
Desde entonces, nada se supo de la joven que llegó a estudiar al Distrito Federal desde Acapulco, Guerrero, poco más de un año después de su desaparición.
El caso registró un evento peculiar días después, cuando el libro del arquitecto Enrique Yáñez, que Morlett había solicitado en préstamo, fue abandonado en una de las mesas de la biblioteca por alguien a quien no se pudo identificar.
Según el padre de la joven, Mauro Alberto, una pieza clave en el caso, fue investigado por funcionarios de la Procuraduría General de Justicia, pero no se le ha encontrado alguna incongruencia para considerársele como sospechoso. Las autoridades también descartaron un secuestro durante las primeras indagatorias.
El 19 de diciembre de 2010, las autoridades capitalinas localizaron restos óseos en “lamentables y violentas circunstancias” en una zona alejada en la delegación Tlalpan, al sur de la Ciudad de México.
Aunque el hallazgo no fue inmediatamente conectado al caso, un equipo de antropólogas argentinas le confirmó a la familia este martes que pertenecen a la joven.
“Para nosotros, su familia, es difícil en estos momentos superar esta pérdida, porque albergábamos la esperanza de recuperar a nuestra hija”, sostuvo la familia mediante un comunicado de prensa, que fue reproducido por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio .
Con la confirmación de la muerte de la joven, ningún detenido, y ningún indicio claro sobre cómo murió, los familiares señalaron en el comunicado que ahora buscan que “se esclarezcan los hechos”, y castigo “a los culpables de este inexplicable y horrendo homicidio”.