El gobierno y la industria turística: una misma meta con caminos distintos
Nota del editor: El siguiente texto es un fragmento del reportaje '¿Y dónde están los turistas?' Publicado en la revista Expansión de la segunda quincena del mes de diciembre de 2011.
(EXPANSIÓN) — La Secretaría de Turismo, encabezada por Gloria Guevara, se ha fijado una nueva meta: diversificar las nacionalidades de los extranjeros que visitan el país, ya que el 70% de los turistas son estadounidenses.
“No podemos poner todos los huevos en la misma canasta”, dice Guevara en entrevista.
Este objetivo es parte del Acuerdo Nacional por el Turismo firmado por empresarios, legisladores, dependencias federales y gobiernos estatales.
El acuerdo pretende duplicar de 2011 a 2018 el número turistas extranjeros para llegar a 50 millones; incrementar el flujo de turistas nacionales en 140 millones de personas; duplicar los empleos generados por la industria para alcanzar 7.5 millones; y sumar 40,000 millones de dólares en ingresos de divisas, lo que implicaría triplicar la cifra actual.
“El turismo había sido una prioridad más de palabras que de hechos”, dice Pablo Azcárraga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET). El Acuerdo es un primer esfuerzo para conseguir que la industria trabaje hacia un objetivo común.
Para cumplir esta tarea, el PIB turístico de México debe crecer en los próximos años más de 10% anual, cuatro veces lo que creció la industria de 2009 a 2010. De lograrlo, México será la quinta potencia mundial de turismo en 2018.
Arranca el plan
Una de las primeras acciones de Gloria Guevara al frente de la Secretaría de Turismo fue evaluar la competitividad de México en esta industria. El resultado fue un bajo nivel de crecimiento y una alta dependencia con Estados Unidos.
“Hay dos casos que usamos como ejemplo: Malasia y Turquía”, explica. Malasia se enfocó en atender el mercado chino y Turquía, el ruso. En dos años, Malasia subió dos escalones en el ranking de la Organización Mundial del Turismo (OMT), para ubicarse en la posición nueve. Turquía pasó de la nueve a la siete
China se encuentra a 4,000 kilómetros de Malasia. Turquía, a 1,700 km de Rusia. México está a 11,400 km de distancia de China y a 10,700 de Rusia.
Carlos Vogeler, director regional para las Américas de la OMT, está de acuerdo con la Sectur. El número de personas que viaja de Rusia crece arriba de 27% y en China la cifra es de 26%, pero además se debe pensar en atender mercados de Sudamérica, como Brasil, que crece 50%.
Aliados ‘naturales’
Alejandro Zozaya, director de AM Resorts, afirma que el mercado estadounidense no ha dejado de viajar, por el contrario, ha crecido en países como Jamaica y República Dominicana. “México debe enfocarse a aquel (mercado) que tenga el mayor potencial natural (Estados Unidos)”.
Además, la infraestructura está hecha para atender el mercado estadounidense, dice Miguel Torruco, presidente de la Confederación Nacional Turística (CNT). Esto dificulta más la diversificación.
De enero a septiembre de 2011, en México se realizaron 46 vuelos a Rusia y 308 a China por sólo una aerolínea en cada destino; mientras que a EU 25 aerolíneas nacionales e internacionales operaron más de 151,000 vuelos, según datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
Volar a contracorriente
En junio de 2011, Guevara viajó a Rusia para promover México con representantes del gobierno, aerolíneas y agencias de viajes. Al regresar, puso sobre la mesa uno de los 10 ejes del Acuerdo Nacional por el Turismo: elevar la conectividad aérea de México.
Algunos empresarios y directivos de la industria, incluidos los de algunas aerolíneas, creen que Sectur ignora los principios de conectividad aérea y, en consecuencia, las razones por las que aerolíneas nacionales se niegan a operar este tipo de vuelos.
Abraham Zamora, presidente de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), dice que las aerolíneas no son las causantes de que no haya más turistas en México. Hay otros factores como la inseguridad, la violencia y la desaceleración de la economía que afectan la decisión de un turista de venir al país.
Guevara calcula que aún en el supuesto de que llegaran a México todos los aviones disponibles hoy llenos de turistas, la infraestructura hotelera, formada por más de 600,000 cuartos, no se llenaría ni a un 40%. “Necesitamos conectividad”, insiste.
Diferencias irreconciliables
Cuatro días antes de que se firmara el Acuerdo Nacional por el Turismo, Gloria Guevara se reunió con los representantes del sector.
Las diferencias fueron evidentes, señala un empresario que estuvo en la reunión pero que prefirió no ser citado. “Hubo desacuerdos y se notó una lucha por saberse los más representativos”, añade.
Miguel Torruco, en la Confederación Nacional Turística, representa a las pyme; Pablo Azcárraga, en el Consejo Nacional Empresarial Turístico, a los grandes empresarios; y la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, al resto.
“El reto con la iniciativa privada es que no hay un organismo que los represente a todos”, asegura Guevara, quien en su agenda tiene reservado un espacio cada mes con cada uno de los representantes del sector por separado.
Al seguir como guía el ejemplo de Malasia y Turquía, señala Guevara, idealmente debería existir un solo organismo. “Esta es una labor que también parece imposible”, apuntan algunos empresarios.
Para Azcárraga, el gobierno debe ser el líder del proyecto y los empresarios, los ejecutores. “El gobierno debe ser facilitador y poner las condiciones políticas para que se den los resultados”, agrega.
Los destinos también difieren sobre las políticas que ha marcado la Sectur.
“Hace falta un cambio en las reglas de juego”, dice Graciela Báez Ricárdez, secretaria de Fomento Turístico del Estado de Guerrero, al solicitar que se establezcan más apoyos para destinos como Acapulco o Mazatlán que han sido afectados por la inseguridad.
El pacto se ha firmado, pero las metas parecen aún más difíciles de lograr ante los desacuerdos en la industria.
Con información de Cinthya Bibian y Carla Guerrero.