Autoridades incumplen las recomendaciones sobre prisiones, dice CNDH
Las autoridades estatales y federales prácticamente han hecho caso omiso a las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) respecto a la situación en las prisiones mexicanas, por lo que las cosas han cambiado poco en los últimos años, lamentó el tercer visitador de la dependencia, Guillermo Andrés Aguirre Aguilar.
En entrevista con CNNMéxico, Aguirre Aguilar recordó que se han emitido varias recomendaciones especiales sobre la situación penitenciaria del país, además del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria que se publica cada año.
“Para nosotros a veces resulta frustrante observar que las cosas no cambian. La CNDH lleva desde su fundación trabajando en esos temas”, dijo.
En la última recomendación especial sobre el tema, emitida en septiembre del 2010, la CNDH alertaba que, de acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria del mismo año, el sistema penitenciario mexicano no cumplía, en general, con los estándares para garantizar una estancia digna y segura en reclusión.
Entidades como Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Colima, Distrito Federal, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco y Yucatán, “no reúnen las condiciones de habitabilidad, a pesar de que el Estado está obligado a que las instalaciones y los servicios que se otorgan en los centros de reclusión sean de calidad”, según la dependencia.
Como resultado de esta situación, la CNDH señaló en su informe que el 34% del personal de seguridad y custodia no había recibido capacitación en los últimos 12 meses y que de 2000 a 2010 el índice de sobrepoblación se mantuvo por encima del 23%.
“Por lo que se refiere a esta insuficiencia de espacios, en algunos centros de internamiento, la tasa de sobrepoblación es superior al 200%, que de acuerdo con estándares internacionales se considera como sobrepoblación crítica”, se detalla en el documento que estaba dirigido los 31 gobernadores, al jefe de gobierno del Distrito Federal, y a los titulares de las secretarías de Seguridad Pública federal, de Salud y Educación.
El caso de Apodaca
La muerte de 44 reos y la fuga de otros 30 del penal de Apodaca, en Nuevo León, el 19 de febrero, pusieron en evidencia la situación del sistema penitenciario en el país.
La CNDH anunció que atraería la investigación sobre posibles violaciones a derechos humanos como parte de este incidente. Cuatro visitadores adjuntos y un médico se encuentran desde este jueves por la mañana en Apodaca con el fin de recolectar evidencia para integrar una recomendación sobre el caso.
“Normalmente en este tipo de casos, lo que se hace es tratar de conocer la verdad histórica de los acontecimientos, las mecánicas con el propósito de poder proceder a un análisis muy detallada de los hechos, se entrevista tanto a servidores públicos, se entrevista a internos, a familiares de las personas fallecidas, a familiares de los internos, a los detenidos, evidentemente se acude a solicitar apoyo a las autoridades ministeriales para poder tener acceso a la información que está integrando el ministerio público”, detalló Aguirre Aguilar.
Informó que la investigación se lleva de manera conjunta con la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León.
A diferencia de la investigación que lleva a cabo la CNDH en el caso del asesinato de dos estudiantes de la Normal de Ayotzinapa , en Guerrero, el caso de Apodaca no se considera una violación grave de derechos humanos, aclaró el tercer visitador.
“La atracción de este evento tan lamentable tiene que ver con el trabajo que hacemos de manera cotidiana, no tiene que ver con las facultades extraordinarias del presidente de la comisión. No se trata de un caso de violación grave en los términos de la nueva reforma a la constitución, porque aquí fue una riña entre internos”.
Aguirre Aguilar dijo que aún se desconoce cuándo tendrán la información necesaria para poder emitir una recomendación relativa a las muertes en el penal neoleonés.