Los candidatos presidenciales disputan ocho millones del voto joven
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(CNNMéxico)— Si conquistar el interés de los jóvenes es una tarea complicada, convencer a ocho millones de votar puede ser mucho más difícil, pero es una misión que los cuatro candidatos a la presidencia reconocen como fundamental, sobre todo porque ese sector puede definir el resultado de las elecciones de julio próximo.
Las propuestas de quienes aspiran a ser presidentes de México a partir de este año coinciden en lo esencial al dirigirse a los jóvenes: generar empleos, construir más universidades y bachilleratos, reparto de becas y más educación; pero la estrategia tampoco varía mucho: visitar foros universitarios, principalmente en instituciones privadas.
Durante las primeras cinco semanas de campaña, cada candidato se ha reunido con al menos 3,000 estudiantes de entre 18 y 22 años, sobre todo de las universidades más prestigiadas del país.
La candidata del Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, presentó esta semana en la Universidad La Salle las cinco propuestas base de su plan de gobierno para la juventud, ofreciendo acceso a la educación universitaria y a la educación sexual y reproductiva, empleo, más oportunidades para la seguridad y la paz y apoyo financiero a iniciativas de jóvenes emprendedores.
La panista también aprovechó para reunirse con la Red de Instituciones Especialistas en Juventud y Desarrollo (RIE), en la que participan más de 15 organizaciones con un proyecto de gobierno de y para jóvenes que ha sido entregado a los cuatro candidatos.
Según la red, además de la panista, Gabriel Quadri, de Nueva Alianza ha aceptado reunirse con ellos; están en pláticas con el candidato Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento Progresista, y esperan respuesta de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional y Verde Ecologista de México.
Pese a las visitas a universidades privadas y el contacto con organizaciones como la RIE, los candidatos no han privilegiado reuniones con alumnos de instituciones públicas ni han organizado eventos abiertos para acercarse a la juventud fuera de las aulas. Sólo el aspirante del Movimiento Progresista tiene agendado un evento llamado Encuentro Nacional con Estudiantes el próximo lunes 21 de mayo en una plaza pública en el Distrito Federal.
En México, según cifras de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), hay un millón 530,000 jóvenes estudiando una carrera de nivel superior, de los cuales, cerca del 65% están en instituciones públicas.
Pero además de los estudiantes universitarios, los candidatos deberán intentar llegar al menos a cinco millones de jóvenes entre 18 y 25 años que no estudian ni trabajan y que no han podido acceder a las propuestas de gobierno a través de estos foros con quienes aspiran a la Presidencia.
Las estrategias: 'Tu PRImera vez'
Optar por estar cerca de jóvenes en foros universitarios también ha derivado en protestas y cuestionamientos.
La protesta más grande ha sido contra el priista Enrique Peña Nieto, quien el viernes 11 de mayo acudió a la Universidad Iberoamericana (UIA) y terminó saliendo por la puerta trasera en medio de gritos de “¡fuera!”.
Peña Nieto, que sólo ha aceptado estar en el foro de la UIA, habló de su proyecto de nación, pero fue increpado por cientos de alumnos que con pancartas en mano le recriminaron el pasado priista y su gestión como gobernador del Estado de México (2005-2011).
Tras el encuentro universitario, el equipo del candidato publicó un video para minimizar las protestas, pero además, se lanzó de manera oficial el programa “Tu PRImera vez”, a cargo de la organización priista Juventud Popular, afiliada a la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), una de las más grandes del partido, a cargo de uno de los priistas de ‘vieja guardia’, Emilio Gamboa Patrón.
El programa busca impulsar la participación política de los jóvenes en México, porque ese sector será el que “determine el resultado de la contienda electoral 2012”, según cita el texto de arranque de la campaña.
El grupo Juventud Popular apoya abiertamente a Enrique Peña Nieto y se define como una agrupación que “propone acciones y actividades específicas comprometidas con las causas, necesidades y exigencias de la juventud urbana y semiurbana del país”.
Peña Nieto también cuenta con el apoyo de Ectivismo, un grupo que se organiza en las redes sociales para impulsar tendencias a favor del candidato entre un público mayoritariamente joven. Pese a ser criticados por usar bots o robots, ellos se definen como jóvenes organizados para trabajar por el bienestar de México.
La estrategia de la candidata Josefina Vázquez Mota no es muy diferente a la de su principal adversario.
Aunque en menor medida, ella también ha sido cuestionada en foros universitarios. En el Tec de Monterrey, campus Monterrey, un joven la increpó por haber aceptado en su equipo la incorporación de Juan Molinar Horcasitas, exdirector del Instituto Mexicano del Seguro Social y señalado por padres de familia como responsable del incendio en la Guardería ABC en Sonora.
En la Universidad La Salle, una joven le preguntó hasta cuando negaría sus ausencias en el Congreso mientras fue legisladora y también le pidieron detallar su postura respecto a los matrimonios entre personas del mismo sexo, el aborto y la legalización de la marihuana.
Vázquez Mota ha estado en otros foros de instituciones privadas, como en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), la Universidad Anahuac, la Universidad de Monterrey y la Universidad Panamericana.
Pero además, la candidata panista tiene en su equipo de campaña a la organización Jóvenes Viviendo México, en donde su hija María José Ocampo Vázquez, es una de las principales promotoras del voto joven a través de la web.
De parte de su partido, Vázquez Mota también recibe el apoyo de Acción Juvenil, organización adscrita al PAN que busca llegar a la juventud mexicana y "capacitarla" para formar a los políticos del futuro.
'No más de lo mismo'
Andrés Manuel López Obrador opta por pedir a los jóvenes que los cuestionan que “escuchen” primero de qué se trata su proyecto, antes de comprar un “producto de publicidad”.
Dos días antes de iniciar su campaña, en la Universidad Anahuac, una de las más prestigiadas del país, el candidato del Movimiento Progresista debió responder a varias preguntas sobre el clima poselectoral del 2006 . Alumnos le dijeron que era incoherente y que había afectado a mucha gente que lo apoyó.
En el Tec de Monterrey, en donde en el 2006 no tuvo un buen recibimiento, esta vez tuvo un auditorio repleto que le aplaudió y animó durante toda su intervención. Salió del campus bajo gritos de “¡Presidente, presidente!”.
López Obrador cuenta con el apoyo de la agrupación independiente Jóvenes AMLO que busca impulsar un "modelo alternativo de nación" llevando el mensaje del candidato a través de la impresión de folletos, exposiciones culturales o arte urbano.
Según su propia definición, en Jóvenes AMLO "tienen cabida todos los jóvenes con o sin militancia partidaria. Está abierta para todos aquellos que consideren y evalúen viable la construcción de un México justo, independiente e igualitario". Están vinculados al sector de jóvenes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), llamado Morenaje, que tiene como misión conquistar el voto de al menos cinco jóvenes más por integrante.
Para el candidato del Movimiento Progresista, los jóvenes están protestando pacíficamente en foros universitarios porque están informados y están hartos "del cinismo de quienes quieren perpetuar este régimen injusto que le quita espacio a los jóvenes y les cierra las puertas, que no les da oportunidad de estudio, de trabajo".
"Hay que atender las causas del porqué de esta rebeldía creativa de los jóvenes y no estarle echando la culpa a nadie", dijo este martes López Obrador.
El candidato que ha encabezado más foros universitarios es Gabriel Quadri, quien además de las instituciones privadas visitadas por sus adversarios ha estado en la Universidad de Guadalajara, la Universidad de Tijuana y la Autónoma de Querétaro, en donde los estudiantes lo llamaron “títere” de Elba Esther Gordillo , lideresa vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y lo recibieron con porras a favor de Andrés Manuel López Obrador.
El candidato neoaliancista ha estado rodeado en varias ocasiones de reclamos de jóvenes universitarios por su presunto vínculo con Gordillo. En abril, en el Tec de Monterrey, Campus Ciudad de México, también lo cuestionaron por haber aceptado la candidatura de un partido ligado a la lideresa sindical; él respondió que Elba Esther nada tiene que ver con su campaña, lo mismo que dijo en el ITAM, en la UIA y en la Universidad del Valle de México.
Luciano Quadri, hijo y vicecoordinador de campaña del candidato, asegura que la base de su estrategia es visitar foros universitarios porque entre los jóvenes “está el mayor número de indecisos y el electorado por el que Quadri está trabajando”.
En el Foro CNN, Gabriel Quadri dijo que "los jóvenes significan una reserva pensante, una reserva de inteligencia. Son el futuro del país. Es preciso movilizar a los jóvenes para lograr lo que queremos de México”.
Días antes de iniciar las campañas presidenciales, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) hizo un llamado para que los candidatos tomen en cuenta a los niños y jóvenes mexicanos en sus agendas y programas de gobierno.
Entre otras cosas, pidieron políticas para garantizar espacios de participación para adolescentes en la familia, la escuela y su comunidad, asegurar servicios de salud sexual y reproductiva y protegerlos de la violencia.
La Red de Instituciones Especialistas en Juventud y Desarrollo, por su parte, pide que los candidatos fortalezcan al Instituto Mexicano de la Juventud otorgándole autonomía y presupuesto, aprobar una Ley de Juventud y contar con la participación de organizaciones civiles en la creación de políticas públicas para personas de entre 12 y 29 años.
Los candidatos tienen mes y medio para llegar a estos ocho millones de jóvenes que votarán por primera vez y que según ellos mismos, pueden hacer la diferencia en la elección presidencial, que hace seis años se definió por 243,934 votos.