Simpatizantes de #YoSoy132 protestan en el Museo de Arte Moderno de París
Un grupo de jóvenes mexicanos que simpatiza con el movimiento estudiantil #YoSoy132 se organizó en Facebook para hacer este domingo una protesta silenciosa en el Museo de Arte Moderno de París, Francia.
“Entramos como visitantes normales al museo. Todos pagamos nuestros boletos antes. Luego nos colocamos el logotipo de #Yosoy132 en el pecho, y en la espalda nos pusimos datos en francés relacionados con la problemática de México”, contó Olga Aranda, estudiante mexicana de la maestría de creación y tecnología contemporánea en la Escuela Nacional Superior de Creación Industrial de París, quien participó en el proyecto.
La joven dijo a CNNMéxico que la iniciativa para hacer el flashmob (personas que se reúnen simultáneamente, realizan un acto conjunto, y luego se dispersan) surgió en una “asamblea virtual”, donde participaron personas que apoyan a #Yosoy132 en París, y en otras ciudades del mundo.
“Nos tapamos con suéteres y chamarras al entrar al museo. Coordinamos el momento en el que nos los quitaríamos dejando ver las imágenes y el logo. También entramos con cinta para colocarla en nuestros labios, al mismo tiempo de descubrirnos. Además, contamos con volantes en francés que explicaban qué es el movimiento #YoSoy132”, explicó Olga.
En las hojas que se colocaron en la espalda, los 25 participantes (incluidos cuatro franceses y dos francomexicanos) dieron datos sobre los periodistas asesinados en México, las mujeres que han sido víctimas de la violencia, el narcotráfico, la pobreza en el país y los monopolios, mencionó a través de una entrevista por Facebook la estudiante de maestría.
“Llegada la hora, todos seguimos visitando la exposición (titulada Resisting the present) pero enseñando la información y repartiendo los volantes. Minutos después nos dirigimos a la obra de la artista mexicana Marcela Armas, I-Machinarius, pues consideramos que era la más significativa e impactante para tomarnos una foto todos juntos”.
La obra frente a la que se tomaron la fotografía, dijo Aranda, representa un México de cabeza, compuesto por ruedas y cadenas que giran sin cesar, donde el aceite es el elemento que permite a la maquinaria continuar moviéndose.
Los manifestantes, en su mayoría estudiantes de posgrado, llamaron la atención del resto de los visitantes al museo, que se acercaron para preguntarles sobre los carteles que portaban.
“También nos comunicamos con el museo para saber si habría algún problema y nos dijeron que mientras no se perturbara el orden de otros visitantes no existía problema, por eso fue silenciosa”, comentó.
El objetivo del flashmob, según Aranda, fue llamar la atención de los medios franceses para que publiquen información sobre las elecciones en México y el movimiento estudiantil #Yosoy132.
Además de protestar por “la manipulación de información existente en México, en relación a las elecciones presidenciales, y los problemas de seguridad, narcotráfico, desigualdad social, asesinatos de periodistas, y el largo etcétera que muchos conocemos, pero que no siempre vemos en los medios”, dijo la estudiante.
“Y también, porqué no, para demostrar que el movimiento #YoSoy132 no son unos cuantos, y sobre todo, no está compuesto de ninis (jóvenes que no estudian ni trabajan). Que no somos ajenos a él. Que gracias a redes sociales e internet podemos formar parte y participar”, agregó
El movimiento estudiantil surgió en mayo, después de la visita del candidato a la presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, a la Universidad Iberoamericana, donde fue abucheado.
El grupo de protesta que incluye a estudiantes mexicanos de universidades públicas y privadas se define como apartidista, pide la democratización de los medios de comunicación y que haya elecciones limpias.
En redes sociales como Facebook hay grupos de jóvenes que apoyan a ese movimiento en las ciudades de Nueva York, Chicago, Barcelona, Madrid y Londres.
En un par de semanas, los integrantes de #YoSoy132 lograron organizar el 19 de junio el primer debate presidencial donde no intervinieron las autoridades electorales, y al que acudieron tres de los cuatro candidatos.