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Calderón dice adiós entre 'go karts', corridos y cuentos infantiles

En su último mes como titular del poder Ejecutivo, el presidente recorrió más de 20 estados y realizó hasta seis eventos públicos diarios
mié 28 noviembre 2012 12:35 PM

El presidente Felipe Calderón mostró su afición a la velocidad y en las últimas semanas de su mandato metió el acelerador y se puso al "5x1", en la entrega de infraestructura.

En su último mes de gobierno, antes de que "la carroza se le convirtiera en calabaza", como a La Cenicienta, dijo el mandatario en octubre pasado en Chiapas, visitó al menos 22 de las 32 entidades federativas para inaugurar tramos carreteros, puentes, zonas arqueológicas, hospitales, parques recreativos, entre otras obras.

Pese a las intensas giras, que implicaban la visita de hasta de tres estados por día y seis eventos públicos, Calderón se dio tiempo para amenizar sus eventos con improvisadas interpretaciones de corridos o competir en retos ciclistas.

El 21 de noviembre en Michoacán, el presidente mostró sus dotes de cantante con el corrido El Perro Negro del compositor José Alfredo Jiménez. "Hasta ahí, al rato le seguimos muchachos porque si no, nos picamos", dijo para terminar su interpretación.

Aprovechó también esa visita para hacerle un encargo al presidente electo, Enrique Peña Nieto, quien lo sucederá en el cargo el próximo 1 de diciembre. Calderón pidió al político del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que continúe apoyando a los alcaldes y las zonas "totalmente asoladas por la delincuencia ", en referencia a un atentado contra Gustavo Garibay García, presidente municipal de Tanhuato, en Michoacán.

Pero no es la única melodía que Calderón ha pedido en sus últimas giras por el país. En Zacatecas el 5 de noviembre, solicitó a la Banda Sinfónica estatal que le tocarán Las Golondrinas, una canción popular en México para las despedidas.

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Calderón, segundo presidente emanado del Partido Acción Nacional (PAN) ha destacado en sus últimos discursos el trabajo de su administración en materia de seguridad, infraestructura, salud y economía.

En su visita a Yucatán el 24 de noviembre pasado, el panista calificó a su gobierno como una administración "humanista" que enfrentó con éxito las consecuencias de una crisis económica en el mundo y que cumplió con las principales metas impuestas al inicio del sexenio.

El panista comparó entonces a su administración con el gran baile del cuento de La Cenicienta y a los colaboradores que lo ayudaron con los ratones.

Luego, Calderón se puso un traje de ciclista tricolor y tomó su bicicleta para despedirse de Campeche participando en la carrera Gran Fondo Reto Maya 175K, en donde recorrió 75 kilómetros.  

En el municipio de Ocoyoacac, Estado de México, Felipe Calderón optó por una carrera de go karts con el gobernador de esa entidad, Eruviel Ávila, y el secretario de Economía, Bruno Ferrari, para la inauguración del Parque Recreativo Portezuelo Grande

El ganador de la carrera fue el mandatario mexicano, ante lo que Ávila dijo que "al señor presidente no se le rebasa ni en go karts".

Calderón hizo espacio en su agenda, a doce días de dejar el cargo, viajó a Austin, Texas para apoyar al piloto mexicano Sergio Checo Pérez en la penúltima fecha del campeonato de la Fórmula Uno en el Circuito de las Américas.

También aprovechó las últimas semanas de su mandato para enviar al Congreso dos iniciativas: propuso cambiar el nombre del país de Estados Unidos Mexicanos a solamente México y el establecimiento de una segunda vuelta electoral en cada elección presidencial si ninguno de los candidatos logra más del 50% de los votos.

La sociedad aún reclama

En Durango, Guerrero, Tlaxcala, Puebla, Sinaloa o Coahuila, el presidente mexicano destacó el trabajo del gobierno que encabezó, ya sea por la inversión récord en infraestructura, eliminar el rezago hídrico en el norte del país o lograr que México tuviera instituciones de salud ejemplares.

Sin embargo, en San Luis Potosí durante la supervisión de un libramiento carretero una mujer que se identificó como Edith Pérez increpó al presidente para exigir apoyo por la desaparición de dos de sus hijos y otros tres familiares y la falta de resultados en la investigación del caso, pues se sentía abandonada por las autoridades.

Edith exigió al presidente que recibiera el expediente de sus familiares desaparecidos, él se negó pero pidió que lo entregara a uno de los militares que lo acompañaban y continuó su discurso, el cual volvió a interrumpir cuando vio que la mujer se iba.

"No se vaya, nada más, por favor, porque necesito hablar con usted al final. Si es que le interesa su familia. Yo supongo que sí", dijo el presidente, quien reiteró que ha hecho todo lo que ha estado a su alcance para enfrentar a la delincuencia. 

El 30 de octubre, en su última visita a Oaxaca, en el sureste del país, Calderón inauguró un parque eólico y una carretera; fue recibido con protestas de profesores contra la ola de violencia en la región.

En el norte del país, en Reynosa, Tamaulipas, uno de los estados más afectados por la violencia, el presidente mexicano volvió a presenciar una protesta, ahora durante la inauguración de un libramiento vehicular.

Un grupo de personas se manifestó por el "elevado número de víctimas del gobierno calderonista", al referirse a las personas que fallecieron en el sexenio en actos violentos.

En enero de 2012, la Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer que desde diciembre de 2006 y hasta septiembre de 2011, habían muerto 47,515 personas  en hechos relacionados por supuesta rivalidad delincuencial.

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezado por Javier Sicilia, estima que la estrategia de seguridad del gobierno de Felipe Calderón ha cobrado la vida de unas 60,000 personas.

En ese viaje, Calderón tuvo un reconocimiento, el de las Fuerzas Armadas, cuando dos aviones Caza F-5 de la Fuerza Aérea Mexicana escoltaron el avión presidencial en su camino a Reynosa.

Al mandatario mexicano todavía le quedan tres días en el poder. Este miércoles inaugurará el Memorial a las Víctimas de la Delincuencia que ordenó construir en la Ciudad de México, en un terreno ubicado a un costado de un campo militar.

Calderón aseguró en noviembre pasado en Veracruz, que a su administración le tocó "navegar en mares de tormenta y frente a los arrecifes (…) navegar en aguas donde muchas otras naciones naufragaron (…) tiempos adversos y de tormenta", pero dijo que como capitán de la embarcación, responsable del timón y de todos los que van en ella, tiene la certeza de que se pudo sacar adelante al país.

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