Violación de seis españolas complica recuperación en turismo de Acapulco

El caso de la violación de seis españolas en Acapulco, una de las playas más importantes de México, afecta la imagen de una ciudad cuya principal actividad económica, el turismo, empezaba a dar señales de recuperación pese a una crisis financiera y un contexto de violencia.

A finales de 2012, la Secretaría de Fomento Turístico del estado de Guerrero reportó que el Triángulo del Sol ─una zona turística que incluye a Acapulco, Taxco e Ixtapa-Zihuatanejo─ registraba un repunte en la ocupación hotelera respecto a los últimos cuatro años. 

“Estamos en el camino correcto hacia la recuperación de los destinos turísticos de Guerrero. Vemos que se están materializando los objetivos del gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien (..) se ha fijado como prioridad la recuperación de la economía de Guerrero a través del turismo”, indicó entonces el titular de la dependencia, Javier Aluni Montes.

Pero este miércoles, tras el ataque del pasado lunes a 13 turistas españoles y una mexicana en un bungalow ubicado al oriente de Acapulco, el alcalde de la ciudad, Luis Walton Aburto, reconoció que habrá afectaciones.

“No evadimos nuestra responsabilidad, estos hechos ocurridos a las y los turistas españoles y nuestros connacionales, son lamentables y reconozco que esto afecta a la imagen de Acapulco”, dijo el funcionario.

Durante la madrugada de este lunes, un grupo armado irrumpió en una casa ubicada en playa Encantada y violó a seis de las siete mujeres que se hallaban ahí. La única mexicana del grupo fue la excepción, pues -según informó la procuradora estatal, Martha Elva Garzón- “pasó la prueba” por su nacionalidad.

Este miércoles, la Policía Ministerial informó a CNN que tenían identificados y bajo vigilancia a siete sospechosos, de entre 20 y 30 años, a quienes prevén arrestar esta misma semana.

La Cámara de Diputados aprobó este jueves la formación de un “grupo de trabajo plural” para dar seguimiento a la investigación de las violaciones, en medio de protestas por parte de un grupo de diputadas de izquierda que argumentaban que "todas las víctimas de violación mercen el mismo derecho".

Al ataque de turistas en Acapulco se sumó este martes el asesinato de nueve policías estatales, tras un enfrentamiento con presuntos delincuentes en un camino cercano al poblado de Tepoxtepec, a 125 kilómetros de Acapulco.

Acapulco, una ciudad violenta

Ubicado en el estado de Guerrero, a unos 380 kilómetros del Distrito Federal, Acapulco ha sido uno de los destinos más populares para los vacacionistas tanto nacionales como extranjeros desde mediados del siglo pasado, por sus playas y su vida nocturna.

Sin embargo, desde 2008, la presencia del crimen organizado ha perjudicado tanto su imagen como sus actividades económicas, enfocadas al turismo.

El secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública colocó a Guerrero en el primer lugar de incidencia por homicidio doloso en el país, en el periodo de enero a octubre de 2012, con 55.57, por cada 100,000 habitantes.

En el conteo que este jueves persentó la organización Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal A.C. de las 50 ciudades más violentas del mundo Acapulco ocupa el segundo lugar.

Esa región del estado de Guerrero registró 143 homicidios dolosos por cada 100,000 habitantes, en el 2012, según el estudio. “Muy lamentable que estemos en esa situación, de cómo nos están calificando”, comentó este jueves el alcalde de Acapulco, Luis Walton.

Tras el ataque a los turistas, el gobierno de España descartó modificar las recomendaciones que hace a sus ciudadanos para viajar a México, en las cuales destaca  "la situación coyuntural de inseguridad que atraviesa" el país y califica como "zonas sin problemas" los emplazamientos turísticos más importantes, a excepción de Acapulco, al que sitúa como “zona de riesgo a evitar”.

Autoridades del Departamento de Estado de EU han señalado que los destinos turísticos en México "generalmente no ven los niveles de violencia vinculada a las drogas y el crimen que se reporta en la región fronteriza y en áreas junto a las mayores rutas de tráfico”.

Pero advierte que los bares de los destinos turísticos, incluidos los de Acapulco, pueden ser "refugios para vendedores de droga y criminales”.

Otros casos, sin confirmar

Representantes del sector turístico han pedido agilizar la investigación del ataque a los españoles, para evitar “ensuciar” el nombre de la zona de Barra Vieja.  “Nunca había pasado un incidente de estos, nos conocemos todos, somos tranquilos”, dijo Valentín Palacios González, líder de restauranteros de Barra Vieja, en entrevista.

Sin embargo, este jueves, el periodista Sergio Sarmiento reportó en su columna en el diario Reforma que antes de este incidente han ocurrido varios casos similares en la región desde noviembre del año pasado.

Sarmiento señala la irrupción de grupos armados a casas de la zona durante noviembre y diciembre. En todos los casos hubo robos y violaciones a mujeres.

De acuerdo con el periodista, víctimas, familiares y amigos trataron de contactar a las autoridades municipales y estatales, pero no recibieron respuesta.

“Los vecinos solicitaron apoyo de la policía municipal para patrullar la zona y buscar a los pandilleros, pero los policías les dijeron que no podían porque no tenían dinero para la gasolina”, señala en el texto.

Según Sarmiento, las víctimas escribieron una carta al procurador Jesús Murillo Karam, tras lo cual la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) ha realizado investigaciones y capturado a algunos presuntos miembros del grupo.

La Dirección de Información de la Procuraduría General de la República (PGR), de la cual depende la SEIDO, negó a CNNMéxico el registro de casos similares y señaló que desconoce si el procurador recibió la misiva.

Guerrero Seguro

En diciembre pasado, Walton señaló que Acapulco vive una de las situaciones “más críticas”, pues a los hechos de crimen, corrupción y contaminación de sus playas debe se suma una “ cuantiosa deuda pública ”.

Según Walton, la deuda de Acapulco creció 394% durante el gobierno del exalcalde y ahora diputado federal, Manuel Añorve Baños, hasta llegar a 1,561 millones de pesos.  Añorve Baños   sostiene que él dejó una deuda de 806 millones de pesos.

Ante el aumento de la criminalidad, y la operación de grupos como el cártel de Sinaloa, el cártel del Pacífico Sur y el denominado cártel Independiente de Acapulco, las autoridades de los tres niveles de gobierno implementaron desde octubre de 2011 el Operativo Guerrero Seguro, con elementos del Ejército y la Policía Federal.

De acuerdo con un documento oficial presentado el 10 de octubre de 2012, los asesinatos entre bandas criminales bajaron un 1% como resultado del primer año del operativo. El pasado 2 de enero, el gobernador Aguirre afirmó que, tras el reforzamiento de este programa, los índices delictivos bajaron un 60%.

Sin embargo, la agresión a los turistas volvió a encender los focos rojos. Este miércoles, Walton, pidió nuevamente ayuda al gobierno federal.

“Estamos caminando en lo correcto y nos sucede esta desgracia a todos los acapulqueños. Vamos a trabajar para salir adelante”, dijo en un discurso en el que solicitó la ayuda del presidente Enrique Peña Nieto.

Antes, Walton se disculpó por mencionar que hechos como este ocurrían en todo el mundo. Además, lamentó que el hecho haya “empañado” la buena derrama económica y la afluencia turística que se registró en el primer puente largo de este 2013.

En una entrevista con la agencia EFE, el alcalde reconoció que en el lugar donde sucedieron los hechos no había la seguridad necesaria. 

El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, se reunió este miércoles con el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en el Distrito Federal. “Esto no quedará impune, comparto su dolor y comparto también su indignación”, expresó Aguirre.

El mandatario estatal dijo que el este jueves se presentarán resultados preliminares de la investigación, de acuerdo con un comunicado de la agencia estatal de noticias Notimex. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) envió visitadores a Acapulco e inició una queja de oficio, para recabar información. 

 Laura Reyes contribuyó con este reporte