Acusados de matar a 16 en un bar de Chihuahua reciben cadena perpetua
Tres hombres que participaron en el asesinato de 16 personas en un bar de Chihuahua, en abril de 2012, fueron sentenciados a cadena perpetua. Entre las víctimas del tiroteo había dos periodistas.
Luis Enrique Jiménez Zavala, José Arturo Barrón Rodríguez y Luis Alberto Camacho Ramos fueron encontrados culpables de homicidio calificado y agravado, informó la Fiscalía General del Estado en un comunicado emitido este viernes.
El 20 de abril de 2012, un grupo de hombres enmascarados y armados irrumpió en el bar El Colorado, en la ciudad de Chihuahua, y disparó contra varios clientes.
Entre las víctimas estaban dos reporteros, Héctor Javier Aguirre Salinas, quien era un periodista reconocido de la ciudad y dueño de un sitio web de noticias; y Francisco Javier Moya, director de noticias de una estación de radio local.
Catorce periodistas fueron asesinados entre 2006 y 2012 en represalia por su trabajo. Otros 27 murieron durante el mismo periodo, pero aún no está claro si sus casos están relacionados con su profesión, según el Comité para la Protección de Periodistas.
Jiménez Zavala y Camacho Ramos fueron detenidos en octubre pasado, mientras Barrón Rodríguez, en enero de este año.
Los tres solicitaron a los fiscales que se realizara un “procedimiento abreviado” de su juicio, tras el cual les fueron sumadas las penas de por cada homicidio, de acuerdo al Código Penal del estado, explicó la Fiscalía.
Sin embargo, existen otros tres hombres que seguirán un juicio por este mismo caso (Jaime Cuevas Baeza, Jesús Manuel Valenzuela Domínguez e Iván Enrique Montañés Martínez) pues no aceptaron la abreviación del proceso judicial, según el comunicado.
Jiménez Zavala, conocido como El Wicked, estaba bajo arresto desde octubre pasado por el asesinato de la activista Marisela Escobedo, una madre que se manifestaba por el asesinato de su hija y que recibió varios disparos frente al edificio del gobierno del estado.
Aunque las autoridades dijeron que El Wicked había confesado el crimen, Juan Frayre Escobedo, hijo de la activista, ha señalado que fue otra persona ligada al cártel de Los Zetas quien mató a su madre.