Encapuchados piden apoyo; temen ser desalojados tras partido de Pumas
La tensión que ha provocado que este domingo pudieran desalojarlos de la Rectoría tras un partido de futbol entre los Pumas de la UNAM y los Jaguares de Chiapas llevó a que el grupo que tiene tomado el edificio desde el 19 de abril busque refuerzos entre los estudiantes que se acercan a conocer su protesta.
El temor es que sean los mismos asistentes al partido quienes obliguen al desalojo y ello origine un "enfrentamiento violento" entre quienes mantienen el paro en el inmueble y los seguidores de los Pumas.
"Sí, creemos que puede venir La Rebel (la porra oficial de los Pumas) a enfrentarnos y decir que quieren recuperar Rectoría o que haya infiltrados entre las porras y luego digan que fueron los aficionados quienes vinieron a buscar pleito, pero sean los porros enviados por (José) Narro", dijo un joven encapuchado a tres chicas de la preparatoria 5 que vinieron a observar la protesta.
Los jóvenes que se mantienen con el rostro cubierto han pedido refuerzos para no estar solos si es que el domingo hay un conflicto antes o después del partido que se juega al mediodía.
"Lo que necesitamos es reforzar con gente. La barricada por muy grande puede no ser suficiente y sí puede serlo cuando los porros vean que se estarían metiendo con la comunidad estudiantil", contó un egresado de ingeniería que se ha unido al plantón en el edificio administrativo más importante de la UNAM.
Además de los paristas con el rostro cubierto que duermen en Rectoría, se han instalado seis casas de campaña en la explanada en donde desde la noche del miércoles hay un plantón en apoyo.
Desde hace una semana, después de que un grupo de 15 personas rompiera un vidrio para entrar al lobby de Rectoría y tomar el edificio, el acceso a éste está bloqueado por una barricada de menos medio metro de alto hecha con sillas y muebles de oficina.
En la semana el acceso detrás de esa valla estuvo prohibido para representantes de los medios de comunicación, pero estudiantes podían traspasarla para dialogar con los encapuchados o entregar víveres.
Este sábado, un joven de la Facultad de Derecho cruzó esa barrera y fue rodeado por los encapuchados, quienes lo sacaron de la zona a empujones. Los paristas lo frenaron argumentando que su objetivo solo era provocar e incitar la violencia.
Apenas una hora más tarde, un exalumno de ingeniería que también intentó pasar fue confrontado por estudiantes a favor de la protesta, quienes le pidieron que se retirara y no generara tensión en la zona.
Representantes de los medios de comunicación tampoco pueden acercarse demasiado al área del plantón. Integrantes de la protesta solicitan a camarógrafos y fotógrafos no hacer tomas del edificio de Rectoría y no grabar a quienes se mantienen con el rostro cubierto, esto después de que medios nacionales han identificado entre los paristas a manifestantes de otros conflictos como el de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
Algunos estudiantes apoyan el paro
Estudiantes de diferentes facultades apoyaron a los encapuchados con víveres, en la mañana de este sábado repartieron naranjas y por la tarde en el plantón se recibieron recipientes con arroz, pan, tortillas, aguacates, frijoles enlatados y pedazos de chicharrón.
También aumentó el número de mantas a favor del movimiento estudiantil. De la Facultad de Ciencias Políticas hay pancartas que llaman al diálogo con José Narro y a la "no represión de los activistas", otros estudiantes colocaron un escritorio en el que simularon tener un lugar listo para el rector y así dar solución al conflicto.
La Comisión Especial de Seguridad del Consejo Universitario demandó el jueves al grupo de encapuchados que tomó la Torre de Rectoría, la entrega inmediata de las instalaciones, y externó su rechazo a cualquier expresión de violencia como medio para dirimir diferencias.
Ese día, la UNAM informó en un comunicado que este órgano, en el que están representados consejeros, alumnos, profesores, investigadores, trabajadores, directores de facultades, centros e institutos, así como de otras instancias universitarias, también se sumó a las manifestaciones de respaldo al rector José Narro Robles en la solución del conflicto.
El miércoles, el abogado Luis Raúl González Pérez, reiteró el rechazo al diálogo “en condiciones de violencia” e informó que entregaron más pruebas a la Procuraduría General de la República (PGR) contra algunos de los jóvenes que han sido identificados por la toma violenta de las instalaciones del pasado viernes.
“En mi carácter de representante legal de la Universidad, me dirijo por segunda ocasión a ustedes para reiterar lo siguiente: su actitud de mantener ilegalmente tomadas las instalaciones de la Rectoría agravia a la institución y a la comunidad universitaria al impedir el normal desarrollo de actividades”, decía una carta que entregaron al grupo de paristas.
“Se ha ampliado la denuncia penal y se ha solicitado al Ministerio Público actuar en contra de algunos de quienes han sido identificados como participantes en los hechos del 19 de abril y por la posible sustracción de bienes universitarios”, agrega el documento.
La UNAM es la universidad más grande del país, y atiende a 324,000 estudiantes.
El edificio de Rectoría es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.