Las divisiones en el PAN, ¿un freno para el Pacto por México?
El bloque de senadores del Partido Acción Nacional (PAN) contrario a la destitución de Ernesto Cordero como coordinador de su bancada no intentará obstruir las reformas pendientes, incluyendo las del Pacto por México, pero tampoco permitiría que pasen por el Congreso como "cuchillo en la mantequilla", afirman los propios panistas.
En línea con Cordero, el senador Javier Lozano rechazó que la situación en el grupo parlamentario del PAN vaya a afectar la discusión de iniciativas, aunque insistió en que los calderonistas exigirán cambios en los puntos con los que estén en desacuerdo.
"(La división en el PAN) puede dificultar alguna parte dependiendo de la capacidad de diálogo con otras fuerzas políticas, pero nosotros no podemos actuar mezquinamente y decir: 'Ahora no salen las reformas'. Claro que no, pero que no se piense que con el cambio de coordinador ahora les vamos a pasar las cosas como cuchillo en mantequilla", dijo ante medios antes del anuncio del nuevo coordinador de la bancada.
El sustituto de Cordero, Jorge Lus Preciado, señaló la noche del martes que buscará que el PAN "sea un factor de equilibrio entre los intereses de poder que se mueven en todas las cámaras y en todo el país", y que el partido ha demostrado que está dispuesto a trabajar por México tras la aprobación de las reformas, educativa, laboral y en telecomunicadiones.
"Nos quedan pendientes (...) la reforma financiera, la reforma política, la reforma hacendaria y la reforma energética, independientemente de algunos otros temas que vamos a definir realizando una agenda propia del grupo parlamentario, con la intención de planteársela a los demás legisladores en el Senado", dijo.
Con 24 de 38 escaños, los calderonistas —que han votado a favor de las reformas— representan dos terceras partes de la bancada del PAN, pero por sí solos carecen del peso suficiente para frenar iniciativas.
Para detener una reforma de ley, necesitarían al menos 65 votos (mayoría simple del pleno), en tanto para hacerlo con una reforma a la Constitución requerirían al menos de 43 (para impedir la mayoría calificada indispensable para avalar modificaciones a la Carta Magna).
En contraste, el bloque que apoya las reformas del Pacto por México suma 97 votos: 54 del PRI, 22 del PRD, 14 de los panistas no afines a Calderón y siete del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), aliado tradicional del PRI.
Aun si se aliaran con las tres bancadas minoritarias —los partidos del Trabajo (PT), Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza (Panal)—, los calderonistas alcanzarían apenas 31 escaños.
Hasta ahora, el pacto ha entregado al Congreso tres reformas: la educativa, la de telecomunicaciones y la financiera. Las dos primeras fueron aprobadas con los votos de los tres partidos, mientras la tercera es discutida actualmente.
Cordero, destituido el domingo como coordinador parlamentario , asegura que el bloque de legisladores cercanos al expresidente Felipe Calderón mantendrá sus críticas al pacto —al que considera un acuerdo diseñado sólo para beneficiar al gobierno del priista Enrique Peña Nieto—, pero no se opondrá a reformas clave.
"Lejos de torpedear las iniciativas del Pacto por México, al revés, las mejoramos, las recibimos y las mejoramos. Y eso habla de la voluntad de seguir construyendo un mejor país y de discutir las iniciativas vengan de donde vengan", dijo a medios después de que el dirigente del PAN, Gustavo Madero, lo relevó del cargo por cuestionar el pacto.
Los panistas que respaldaron a Madero afirman que a pesar de las diferencias generadas por la destitución de Cordero, los senadores del PAN coinciden en la importancia de las reformas incluidas en el pacto.
"Al margen de la causa que se está esgrimiendo por la remoción del coordinador, hay una amplia coincidencia en la agenda legislativa y los contenidos que se vienen impulsando", dijo José María Martínez.
"Este cambio en la coordinación no es algo extraordinario. Ha sucedido ya en otras épocas en el PAN y en otros partidos, y creo que una vez que tengamos nuevo coordinador, éste tendrá la voz del grupo y podrá continuarse con la negociación y la construcción de acuerdos como lo hemos venido haciendo", señaló Laura Rojas.
Después de las reformas educativa, en telecomunicaciones y financiera, se prevé que los integrantes del pacto envíen al Congreso en septiembre las reformas hacendaria y energética, consideradas entre las más relevantes porque, según sus promotores, permitirían al Estado contar con más recursos para acciones en materia de desarrollo, seguridad, educación o salud.