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Padres de familia de Oaxaca dan clases extramuros y bloquean avenidas

A 11 días de la huelga magisterial en el estado, los padres imparten los cursos en 21 escuelas en Tlacolula de Matamoros
jue 29 agosto 2013 04:08 PM

Padres de familia de Oaxaca iniciaron movilizaciones, bloqueos y clases extramuros, como medida de presión para que los profesores adherentes a la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) vuelvan a las aulas luego de  11 días de protestas  en la capital del país.

En Tlacolula de Matamoros –localidad ubicada en el Valle Central a 38 kilómetros de la capital— padres de familia de 21 escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria, cerraron la carretera internacional 190 Cristóbal Colón Oaxaca-Istmo, en inmediaciones de la población desde la noche del miércoles, para exigir el inicio del ciclo escolar 2013-2014.

Cientos de vehículos están detenidos en la vialidad mientras los inconformes exigen a las autoridades una solución inmediata para que los maestros vuelvan a las aulas.

“La población de Tlacolula ya se cansó de los maestros. Demandamos que los niños reciban educación y lanzamos un ultimátum para que los profesores se presenten en el menor tiempo posible  a la comunidad, porque de lo contrario, dejaremos entrar a la Sección 59” (antagónica a la Sección 22, surgida a raíz del conflicto político de 2006), advirtió el representante de los manifestantes, Jaime Canseco.

Los automovilistas retenidos externan su inconformidad con el bloqueo, en tanto que se estableció una mesa de diálogo entre autoridades del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y los padres de familia.

En la capital del estado, en el jardín de niños Víctor Bravo Ahuja, responsables de ocho niños imparten clases afuera de la institución, luego que por acuerdo de asamblea, un total de 30 padres –de los 90 incorporados—determinaron iniciar por cuenta propia el ciclo escolar.

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“Como integrantes del comité de padres de familia teníamos una llave de la entrada principal del inmueble, pero el fin de semana pasado fueron cambiados los candados y colocados sellos en la dirección y aulas, esto no nos detuvo y aquí estamos, dando clases”, indicó Martha Reyes Carrillo, una de las madres que vigilan a los niños que asisten con sus uniformes a la institución.

La calle, una de las más transitadas de la ciudad de Oaxaca, representa un peligro para los niños, aunque sus padres forman una valla humana e impiden que los niños de entre tres y cinco años se acerquen a la vialidad.

“Ya quiero entrar a la escuela y que regresen los maestros”, pidió Erika, alumna de segundo de preescolar que es cuidada por su mamá de 9 a 11 de la mañana, al exterior de la escuela.

El tiempo de permanencia afuera de la escuela está determinado por las necesidades fisiológicas de los infantes, ya que no hay sanitarios a donde puedan llevarlos.

Aunque en la escuela las profesoras se comprometieron a incrementar media hora diaria de clases como medida para recuperar el tiempo perdido por el paro, los padres demandan que los mentores cumplan con el horario y el calendario escolar.

En San Sebastián Etla, localidad perteneciente a San Pablo Etla –ubicada a 14 kilómetros de la capital–, las madres de familia del preescolar María Dolores Rodríguez, acordaron ofrecer clases a sus pequeños, para lo que la autoridad municipal les permitió el uso de un aula de usos múltiples.

“Esto es para nosotras un trabajo comunitario, los niños se divierten, aprenden lo que les enseñamos, basado en guías y antologías que usamos con nuestros hijos más grandes.  Y a pesar de ofrecer una alternativa, hemos sido amenazadas por funcionarios del IEEPO”, sostuvo Yolanda Cruz, madre de uno de los asistentes a las clases extramuros.

La hora del recreo se prolonga por más de media hora, tiempo en el que los niños juegan con las madres de sus amigos, a las que amablemente llaman maestras y con quienes al interior del salón realizan trabajos de dibujo.

“En tercer año les enseño las letras y los números, los colores, en algo los ha de ayudar porque algunos están muy atrasados”, indicó Cruz.

En el aula, los niños toman sus cuadernos, colorean de rojo una manzana y las madres reiteran la exigencia de que los profesores vuelvan a las aulas para cumplir con el calendario y los 200 días de clases.

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