Los relevos en PAN y PRD, ¿un 'ruido' en la discusión de las reformas?
Las críticas de aspirantes a dirigir los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) a los acuerdos de sus actuales líderes con el gobierno de Enrique Peña Nieto generarán “ruido” en la negociación de las reformas pendientes, dicen analistas, aunque militantes de ambas fuerzas políticas rechazan que vayan a tener un impacto clave en la búsqueda de consensos.
Josefina Vázquez Mota, excandidata presidencial del PAN, y el perredista Marcelo Ebrard, exjefe de gobierno del Distrito Federal, han empezado a expresar sus opiniones en torno a las reformas porque quieren “diferenciarse” de otros contendientes dentro de sus partidos y para tratar de influir en las discusiones en el Congreso, consideró Gustavo López Montiel, profesor del Tec de Monterrey.
“Al final, puede que (los legisladores del PAN y del PRD) no voten diferente, pero esto sí genera un ruido en el contexto de negociación interna”, dijo.
El académico Nicolás Loza coincide con ese punto de vista. Para el investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), las contiendas por la dirigencia dentro del PAN y el PRD estarán marcadas por las posiciones que marquen los aspirantes con relación al Pacto por México, el acuerdo político firmado en diciembre por Peña Nieto y los principales partidos.
Además, según Loza, las reformas que discute el Congreso —fiscal, energética, político-electoral, entre otras— harán más visibles las divisiones que existen en las principales fuerzas de la oposición.
“En el Congreso me parece que ya están marcadas las divisiones. (…) Son diferencias que van a perdurar”, dijo.
A lo largo del año, panistas y perredistas han sostenido diferencias por varios temas.
En mayo, la bancada del PAN en el Senado vivió varias semanas de confrontaciones luego de que el dirigente Gustavo Madero destituyera como coordinador a Ernesto Cordero . En agosto, la bancada del PRD quedó dividida en la votación de las leyes secundarias de la reforma educativa.
El 19 de octubre, un día después de que la Cámara de Diputados aprobara la reforma fiscal, Ebrard criticó que los legisladores perredistas votaran a favor de la propuesta de Peña Nieto y el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), respaldo que defendió el dirigente de izquierda Jesús Zambrano.
“Puede haber temas o iniciativas en las que se pueda estar de acuerdo con el gobierno, pero lo que estamos viendo ahorita es otra cosa. Es una cercanía extrema o excesiva del partido respecto a las iniciativas del gobierno y eso me parece que es muy negativo”, dijo Ebrard, que a principios de 2014 competirá por la dirigencia del PRD con los exsenadores Carlos Navarrete —cercano al grupo de Zambrano— y Carlos Sotelo.
Vázquez Mota también ha criticado al Pacto por México, defendido por el dirigente Gustavo Madero, y llama a los legisladores panistas a votar en contra de las reformas fiscal y energética de Peña Nieto.
“Hacer sólo reformas constitucionales sería como dar un cheque en blanco porque no garantizan que los mexicanos tengamos un sector moderno y precios más bajos de la energía eléctrica y la gasolina”, dijo el 16 de octubre.
Para los actuales dirigentes del PAN y del PRD, sin embargo, esas declaraciones pueden influir pero no determinan la discusión de las reformas, porque las posturas se definen en cada grupo parlamentario.
Alejandro Sánchez Camacho, secretario general del PRD, consideró que los aspirantes a la dirigencia perredista pueden opinar sobre esos temas, pero su prioridad debe ser ayudar a mantener la unidad del partido en el debate de iniciativas clave.
“Nos hemos pronunciado por el respeto a las legítimas aspiraciones de cualquier militante a la dirigencia nacional de nuestro partido, pero también hemos hecho un exhorto a que en el momento actual (…) nos concentremos principalmente en la agenda político-legislativa”, dijo.
Cecilia Romero, secretaria general del PAN, señaló que su partido no hará exhortos a los aspirantes a la dirigencia que se elegirá entre diciembre y marzo próximos, entre los que hasta ahora están Vázquez Mota, Madero y el senador Juan Carlos Romero Hicks.
“No creo que se deba hacerles ningún llamado. Lo que dicen los panistas, los aspirantes, los comunicadores o los expertos, o los involucrados o las potenciales víctimas de las decisiones del Congreso, es tomado en cuenta necesariamente por nuestros legisladores en la toma de decisiones, pero de ninguna manera creo que deba coartárseles la libertad de expresarse”, dijo.