El secuestro y la extorsión superan al plan de seguridad del gobierno
A pesar de que el gobierno de México estableció como una prioridad de su plan anticrimen disminuir la incidencia de los llamados delitos de alto impacto social, los casos de secuestro y extorsión aumentaron durante el último año, según cifras de las propias autoridades federales.
Entre enero y noviembre de 2013 se registraron 1,583 secuestros, el 32% más que en el mismo periodo de 2012 , cuando hubo 1,196, indican los reportes del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Durante la más reciente reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el presidente Enrique Peña Nieto reconoció el incremento y ordenó a la Secretaría de Gobernación (Segob) diseñar una "estrategia específica" para combatir el secuestro , un plan que deberá presentarse a más tardar en enero próximo.
"Aún hay temas sensibles que no podemos soslayar y menos (dejar de) atender de manera inmediata y con eficacia. Me refiero al secuestro, que ha tenido, lamentablemente, una tendencia contraria", dijo el mandatario ante funcionarios y gobernadores el pasado 20 de diciembre.
Desde el inicio de su mandato a finales de 2012, Peña Nieto señaló que la prioridad de su plan anticrimen sería disminuir la incidencia de los delitos de alto impacto , a través de acciones como dividir al país en cinco regiones, ubicar a las Fuerzas Armadas en las regiones más violentas y entablar una mayor coordinación con las autoridades locales.
Samuel González Ruiz, exasesor de seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dijo que si bien el aumento de los secuestros es singificativo, el problema se concentra en las zonas donde operan grupos del narcotráfico como Los Zetas (este y noreste) y Los Caballeros Templarios (centro y occidente), que recurren a ese delito para hacerse de más recursos.
"El alza no es generalizada a todo el territorio, sino que hay seis o siete estados que tienen mayores problemas", señaló en entrevista.
El mayor número de secuestros de este año —1,013, equivalentes al 64%— se concentró en seis entidades: Estado de México, Guerrero, Michoacán, Morelos, Tamaulipas y Veracruz.
De ellos, Guerrero ocupó el primer lugar con 228 casos denunciados. La entidad del Pacífico mexicano es considerada una de las más violentas del país, debido a la actividad de grupos delictivos.
Al respecto, González Ruiz señaló que el territorio guerrerense se ve afectado por la actividad de Los Caballeros Templarios, a pesar de que este grupo opera principalmente en el vecino Michoacán.
En octubre, el gobierno federal informó que fuerzas de seguridad detuvieron a 13 policías federales acusados de colaborar con una banda de secuestradores en Acapulco , uno de los principales centros turísticos de México. Pocos días después, el gobernador Ángel Aguirre anunció la creación de una agrupación especial antisecuestro, pero hasta la fecha no ha informado qué resultados ha tenido.
Edna Jaime, directora de México Evalúa, dijo en entrevista que una de las fallas en las que han incurrido las autoridades consiste en no hacer un seguimiento al desempeño de estas agrupaciones especiales.
"No hay habido un esfuerzo eficaz para lograr que estas capacidades que son incipientes se consoliden", señaló.
La segunda y la tercera posición en secuestros corresponden a Tamaulipas, en el noreste del país, y a Michoacán, en el suroeste. Ambas entidades también están consideradas entre las más violentas debido a la actividad de grupos del narcotráfico.
Para González Ruiz, el plan que presente el gobierno debe tener como prioridad aumentar la coordinación entre autoridades, así como establecer estrategias para cada estado.
Jaime calificó de positivo que el equipo de Peña Nieto guíe la estrategia, pero consideró necesario que se fortalezcan a las procuradurías y policías de cada entidad.
"La Federación puede jugar un papel muy importante, pero no va a suplir a las autirdades locales", dijo.
Activistas como Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización Alto al Secuestro, advierten que las cifras del SNSP no reflejan la gravedad del problema de la inseguridad porque sólo consignan los casos denunciados.
La extorsión sube en 11%
La incidencia de las extorsiones en el país, por otra parte, aumentó en 11% de 2012 a 2013, según los datos del SNSP. Entre enero y noviembre de este año se registraron 7,441 casos, cuando en el mismo periodo del año anterior fueron 6,696.
Especialistas consultados atribuyeron este incremento a que la extorsión es un delito fácil de cometer, pues quien lo realiza puede recurrir a varios medios de comunicación difíciles de rastrear —teléfonos de caseta o celulares, correos electrónicos o mensajes anónimos impresos— y, para forzar a su víctima a que le entregue dinero, sólo necesita hacerle creer que está en peligro.
"La extorsión es un delito muy sencillo de llevar a cabo porque lo único que se requiere es una amenaza creíble de violencia. No se requiere siquiera violencia", dijo en entrevista Alejandro Hope, investigador del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Hilda Torres, del área de atención a víctimas de México Unido contra la Delincuencia (MUCD), citó como ejemplo que la organización registra un incremento en los intentos de extorsión cibernética.
"Cada día, ellos (los extorsionadores) están con una inventiva diferente. Nosotros, con las llamadas que recibimos, nos estamos percatando de cuáles son", dijo.
De la amenaza a la agresión
En algunos casos, sin embargo, los extorsionadores pasan de las amenazas a las agresiones.
Un ejemplo de ello ocurrió en marzo pasado, cuando hombres armados incendiaron un bar del municipio de Los Reyes La Paz , en el oriente del Estado de México, luego de que sus administradores fueron extorsionados y se negaron a pagar una cuota para poder operar, conocida como "derecho de piso". El hecho atrajo la atención porque sucedió en los límites del Estado de México con el Distrito Federal.
Con 1,552 reportes entre enero y noviembre, el Estado de México ocupa el primer lugar en extorsiones en el país, una situación que la procuraduría local atribuye a la facilidad con que se puede cometer este delito y a la movilidad de los grupos delictivos en el centro del país.
La entidad —de la que Peña Nieto fue gobernador de 2005 a 2011—, junto con Baja California, el Distrito Federal, Guanajuato, Jalisco y Morelos, suma 4,264 de los casos registrados en 2013, el 57% del total.
Los analistas reconocen que la extorsión es un delito "complejo", entre otros factores, por la dificultad de ubicar a quienes lo cometen. Por ello, como con la estrategia antisecuestro, consideraron necesario aumentar la coordinación entre autoridades y fortalecer corporaciones especiales, de manera que se transmita la "señal contundente" de que los gobiernos pueden frenar el delito.
"Lo que necesitamos es empezar a mandar el mensaje de que el Estado sí puede", dijo Jaime.
En los otros delitos de alto impacto, el homicidio doloso y el robo con violencia, en este año se registró una disminución del 16% y del 4.5%, respectivamente.
Peña Nieto y su gabinete de seguridad afirman que esas cifras reflejan que el plan anticrimen está dando resultados. Sin embargo, según lo ha reconocido el propio presidente, la tendencia en secuestros y extorsiones obligarán a las autoridades a redoblar esfuerzos desde el inicio de 2014.