La 'libre convivencia' en Jalisco enfrenta sus primeros obstáculos

La ley de libre convivencia, que busca dar derechos a las personas que formen un hogar sin importar si son del mismo sexo, ha resultado un camino “burocrático” para quienes buscan sus beneficios

Aprobada en 2013 en el estado de Jalisco, conseguir sus beneficios requiere la firma de un contrato de libre convivencia que, en el caso de Diana Mirna Lozano Rodríguez, significó más de dos semanas de búsqueda de orientación y de un notario -entre los 327 que hay en la entidad-, que conociera la nueva ley.

El diputado local Enrique Velázquez, autor de la iniciativa, dijo en entrevista que en el primer mes de entrada en vigor, decenas de personas se acercaron al Congreso para solicitar información, aunque hasta el momento solo dos casos avanzaron en los trámites y ninguno la ha firmado.

Diana Mirna busca un firmar contrato de Libre Convivencia para que su sobrino Omar Reyes Lozano, de 26 años y enfermo de diabetes, tenga derecho a los servicios médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“Otro beneficio que busco para mi sobrino además de afiliarlo al seguro social, es que, si yo llego a fallecer, él quede protegido, que mi pensión se la pasen a él”, agrega la mujer, que trabaja como empleada administrativa.

Diana Mirna, vive con su madre, María de Jesús Rodríguez de 93 años y su sobrino, de quien se hizo cargo desde que éste era un bebé, es decir, forman un modelo no tradicional de familia, por lo que -dice-, no tiene la certeza de que una instancia federal, como el IMSS, reconozca a su sobrino como dependiente.

El equipo de asesores de la fracción perredista en el Congreso de Jalisco, que elaboró la iniciativa, dijo en entrevista que desde que propusieron la ley sabían que se enfrentarían a este obstáculo, ya que el IMSS solo reconoce el modelo tradicional de familia –mamá, papá, hijos-.

CNNMéxico consultó a la delegación Jalisco del IMSS para saber si el contrato firmado bajo el régimen de Libre Convivencia permite validar la afiliación de una persona, pero hasta el momento no ha habido respuesta.

Ley "estigmatizada"

Según la Ley de Libre Convivencia  aprobada por Congreso de Jalisco, dos o más personas que vivan en el mismo hogar –sin importar el sexo o parentesco-, tienen la opción de recibir beneficios de ayuda mutua como seguridad social o patrimonial mediante un contrato firmado ante notario público.

El artículo 15 del capítulo II refiere que “las partes –involucradas en el contrato- se encuentran legitimadas para reclamar las prestaciones que, bajo las modalidades de pensiones, prestaciones sociales u otros análogos, contemplen las leyes”.

Esta ley entró en vigor el 1 de enero pasado , y hasta ahora los dos únicos casos de familias interesadas en esta ley no han hallado respuesta sobre su validez ante instancias federales o instituciones privadas.

El diputadodel Partido de la Revolución Democrática (PRD), Enrique Velázquez, reconoce en entrevista que es necesario “socializar” la ley y explicar en qué consiste.

El equipo de asesores del legislador explicó que la ley es conocida “mediáticamente” como un instrumento para legalizar las uniones entre personas del mismo sexo, pero sus fines son más amplios.

“Es una ley que nació estigmatizada principalmente en los medios de comunicación y se dejó de lado que sus beneficios y alcances van más allá de las parejas del mismo sexo que quieren legalizar sus uniones”, dijo uno de los integrantes del equipo asesores, quienes pidieron no ser citados

Advirtieron que será también a través de los medios de comunicación como difundan –desde la oficina del diputado promotor de la iniciativa-   casos de familias nucleares que están por acogerse a esta ley y los beneficios que buscan.

Aunque la ley es una, la celebración de un contrato puede tener especificaciones propias de cada pareja o grupo de personas interesadas en firmarlo, explica el presidente del Colegio de Notarios de Jalisco, Juan Carlos Vázquez Martín.

“Lo que tenemos que hacer es hablar con las partes que comparezcan, para tener clara la idea de lo que quieren y cuál es la idea de otorgarse ayuda mutua. Qué harían en caso de adquirir bienes inmuebles,  en qué parte es copropiedad; se tendría que manejar lo de la tutela si fuera necesario, una pensión alimenticia si fuera el caso, pero todo eso nos debemos acoger a lo que nos marca el Código Civil y el Código de Procedimientos Civiles del Estado”, detalló.

Advirtió también que hay “detalles” en la nueva ley que son sujetos de revisión o precisión. Citó como ejemplo que en un matrimonio las reglas que marca la ley son claras al momento de repartir los bienes de uno de los cónyuges que muere intestado. Sin embargo, en la ley de libre convivencia “no está claro qué sucederá en caso de que uno de los firmantes del contrato fallezca”.

El primer contrato

Este viernes se firmará en Jalisco, ante notario, el primer contrato de Libre Convivencia, entre Paulina Guzmán Flores y su mamá.

Para esta ama de casa el camino hacia la firma de este contrato ha resultado "sinuoso y burocrático". Ella busca firmar una unión de convivencia con su madre, y obtener un descuento similar al que tiene un matrimonio en el crédito de una casa. En condiciones normales, tendría que pagar el 100% de un seguro y el 100% del de su mamá.

“Sin embargo, para las personas con un contrato matrimonial, es el seguro a nivel conyugal, en donde se paga el 100% del titular y el 10% del cónyuge, que es lo que yo estoy buscando que me hagan válido a través del contrato de Libre Convivencia”, añade.

Pualina fue notificada por la aseguradora que le harán válido el contrato de Libre Convivencia en la obtención de beneficios en el pago de la póliza y confía en que se llevé a cabo la oficialización del convenio que hará con su madre.

Dice que “fue complicado” dar con un notario que supiera cómo se celebran los contratos bajo esta ley y que al final consiguió uno, con la orientación del diputado Velázquez.

El presidente del Colegio de Notarios dijo al respecto que todos los profesionales de este ramo están capacitados para celebrar un contrato como lo marca la ley.

“No tiene por qué ser complicado, lo que tenemos que hacer es hablar con la parte que comparezca para conocer su idea”, agregó. “La ley es muy clara en cuanto a sus alcances y sus objetivos”.