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'Nos dicen que ejercemos violencia pero es la respuesta a tanto asesinato'

Guerrero vive otra jornada de protesta por Ayotzinapa con manifestantes en las calles, algunos encapuchados y armados con palos y tubos
vie 14 noviembre 2014 03:53 PM

Estudiantes y profesores mexicanos, que esta semana han protagonizado agresivas manifestaciones en la convulsa región de Guerrero (sur del país) por la desaparición de 43 estudiantes, marchan de nuevo este viernes armados con palos, tubos y escudos antimotines arrebatados a policías locales.

Con las fotos de los 43 estudiantes al frente, la manifestación arrancó en un punto neurálgico de Chilpancingo, capital de Guerrero.

Se concentraron encabezados por algunos de los padres de los jóvenes que desaparecieron la noche del 26 de septiembre, en ataques de la policía y narcotraficantes en Iguala (Guerrero).

"Nuestra lucha es social, nos dicen que ejercemos la violencia pero es una respuesta a tanto asesinato, a tantos levantones (secuestros) y que ellos, por estar coludidos con el crimen organizado, los mantienen impunes", dijo un profesor que se identificó como Comandante muerte, ataviado con gafas oscuras y un pañuelo estampado con una calavera amarrado en la boca.

Este profesor es miembro de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), una organización magisterial que también exige la aparición con vida de los desaparecidos, que estudiaban en una escuela de la cercana comunidad de Ayotzinapa para convertirse en profesores rurales.

Aparentemente por orden del alcalde de Iguala, los estudiantes fueron brutalmente atacados la fatídica noche por policías locales, que los entregaron después a sicarios del cártel local Guerreros Unidos.

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De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), detenidos confesaron que los jóvenes fueron asesinados, incinerados en un basurero y sus restos arrojados a un río.

Es una versión que no creen los padres de los normalistas. Ellos piden que siga la búsqueda, para hallarlos vivos, y que sea un equipo forense argentino el que verifique las pruebas con los restos ubicados en fosas. 

Antes de empezar la marcha bajo un sol candente, los manifestantes se apoderaron de varios vehículos de instituciones oficiales.

La manifestación se dirige esta vez a varios puntos de Chilpancingo (187,000 habitantes), a 275 kilómetros de Ciudad de México.

Los manifestantes, muchos de ellos encapuchados, avanzan armados con palos, tubos, cascos y escudos antimotines que han arrebatado a policías con los que se enfrentaron en las protestas previas.  

El miércoles pasado prendieron fuego en el interior del Congreso estatal en Chilpancingo, a otros edificios oficiales y a la sede del Partido Revolucionario Institucional (PRI). 

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