El poder de fuego del Cártel de Jalisco 'sorprende' a las Fuerzas Armadas

El poder de fuego del Cártel Jalisco Nueva Generación tomó por sorpresa a las autoridades federales y militares, quienes conocían la capacidad de este grupo criminal pero no esperaban una reacción de la magnitud del ataque del pasado viernes, coincidieron en señalar autoridades y expertos.

El comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, dijo este lunes que las acciones del Gobierno de la República emprendidas el viernes en Jalisco, que derivaron en el derribo de un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana, consistían únicamente en un patrullaje.

El funcionario explicó que el operativo no estaba dirigido hacia algún líder delictivo, por lo que no esperaban una reacción tan violenta como la emboscada que dejó 15 personas muertas —seis militares, un funcionario de la Fiscalía de Jalisco y ocho integrantes del crimen organizado—, además de una serie de enfrentamientos y bloqueos en la región.

“Conocíamos las capacidades de este grupo (pero) como era un recorrido de reconocimiento, no teníamos previsto que se pudiera dar un enfrentamiento de estas magnitudes”, admitió en entrevista con Radio Fórmula.

Especialistas consultados por CNNMéxico enfatizaron que esto hechos deben prender las alarmas en el gobierno federal debido a que el incidente del helicóptero que debió bajar a tierra tras haber sido agredido con un lanzacohetes es una situación inédita para las Fuerzas Armadas, pero destacaron que el Estado cuenta con capacidad para enfrentar a estos grupos criminales.

El general de división en retiro, Luis Garfias Magaña, lamentó la situación de desprevención con que las fuerzas armadas encararon al grupo criminal, al resaltar que el Estado conoce el nivel del armamento que maneja este cártel y cuenta con los medios para repelerlo.

“Se pudo haber evitado si (el Ejército) hubiera utilizado helicópteros artillados y con la decisión de dispararle a este tipo de convoyes que ya se sabe que actúan en las carreteras, no solo de Jalisco sino en Michoacán, Colima, Nayarit, Guanajuato, etcétera”, dijo en entrevista.

El militar en retiro planteó que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en su calidad de comandante supremo de las Fuerzas Armadas, debe autorizar el uso del poder de fuego de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para encarar esta situación.

"(El Ejército) está listo, lo que pasa es que hay que tener la orden. La Defensa no puede hacer nada si no se lo ordena el comandante supremo de las Fuerzas Armadas. El presidente tiene que ordenarle a la Defensa lo que deba de hacer; la Defensa puede proponerle", abundó.

Garfias Magaña también sugirió crear una Policía de Protección de Fronteras para combatir el tráfico de armas y municiones a través de los límites norte y sur de México, así como en sus costas.

Por su parte, el experto en Defensa Nacional, Javier Oliva Posada, consideró que con este ataque realizado en el primer día de la puesta en marcha del Operativo Jalisco, el grupo criminal se adelantó a las autoridades a manera de advertencia.

“Tenían una capacidad de operación ya diseñada, lo que les permitió crear lo que en términos militares se les llama ‘actividades de hostigamiento’ para distraer a las fuerzas del orden y desperdigarse en zonas limítrofes de Colima, Michoacán y Guanajuato”, señaló por separado.

Oliva Posada, profesor-investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),  estimó que el ataque del viernes fue un hecho “desafortunadamente fortuito” al señalar que estos grupos aún no están especializados en la utilización de este armamento, sin embrago dijo, las autoridades deben tomar todas todas las previsiones ante ello.

Tanto Oliva Posada como el general Garfias Magaña coincidieron en alertar que este tipo de agresión pudo haber sido facilitado por una "revelación" de información desde dentro del gobierno hacia el Cártel.

"Debe haber gente infiltrada, no en el Ejército (sino) en las policías, que les pasó información a los delincuentes porque ya estaban preparados", alertó el general Garfias Magaña.