México y Brasil reconocen denominación de origen de tequila y cachaza
México y Brasil firmaron un acuerdo para reconocer la denominación de origen de sus bebidas distintivas, el tequila y la cachaza, con la que se elaboran las caipiriñas.
En ese marco, durante la comida de honor que el presidente Enrique Peña Nieto ofreció para su homóloga Dilma Rousseff, el brindis no fue con vino, sino que cada mandatario tomó una copa con la bebida del país del otro y se reconocieron no solo como socios, sino como amigos.
El acuerdo de las bebidas fue parte de una serie de convenios firmados entre los dos países en temas de comercio, intercambio de inversiones, aduanal, de turismo, cultural, de agricultura, ganadería y pesca, y de conservación de recursos naturales.
El más importante fue para la ampliación del llamado acuerdo de Complementación Económica 53, que data de 2002 y abarca poco más de 800 productos, pero a partir de julio se empezará a negociar porque hay más de 6,000 productos que podrían entrar.
Peña Nieto y Rousseff coincidieron en una meta: que en menos de 10 años pueda duplicarse el comercio bilateral, que actualmente es de 9,200 millones de dólares.
"Como podemos ver, las relaciones México-Brasil presentan un grado de potencialidad y de oportunidad que nosotros tenemos la obligación y el deber de explorar. Mi presencia en México y la reunión que tuve hoy con el señor presidente fortalecen dicho objetivo; estoy profundamente satisfecha con los acuerdos que alcanzamos y frente a nosotros tenemos una serie de tareas que surgen y que cumpliremos. Creo que estamos abriendo un capítulo nuevo en nuestra historia, un nuevo camino hacia el futuro", dijo Rousseff a medios.
Adicionamente, la brasileña envió sus condolencias a las familias y amigos de las víctimas del tornado en Ciudad Acuña, Coahuila, ocurrido la víspera de su visita.
Unidos en el combate a la pobreza
Peña Nieto reconoció el espíritu de libertad y de búsqueda de justicia social que ha perseguido Brasil a lo largo de su historia y sobre todo en los últimos 12 años, desde que llegó a la presidencia el antecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva.
"Como usted lo ha dicho, distinguida presidenta, la pobreza inhibe el ejercicio pleno a la ciudadanía; el rescate de la pobreza equivale también a una verdadera emancipación política. En ese sentido, su nación es un referente para el mundo y muy especial para América Latina. México, señora presidenta, es también un país en transformación que busca elevar la calidad de vida de sus habitantes", le dijo.
Por su parte, la mandataria brasileña reconoció que la Revolución Mexicana fue una lucha clave, pues fue la primera que lanzó los valores de la libertad y el derecho a una vida digna de la población, por la democracia y la soberanía para las naciones.
La recepción oficial se llevó a cabo en Palacio Nacional, donde Rousseff le otorgó a Peña Nieto la Orden Nacional de la Cruz del Sur, y el mexicano le impuso la Orden Mexicana del Águila Azteca, máximas condecoraciones que conceden ambos países a un extranjero.