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¿Quién gana con el rescate de AIG?

Varios bancos extranjeros se beneficiarán de la ayuda financiera proporcionada a la aseguradora; el gigante estadounidense Goldman Sachs también está en la lista de las contrapartes del rescate.
mar 10 marzo 2009 06:00 AM
La empresa acusó a un ex director general de malversar fondos. (Foto: Reuters)
AIG

Donald Kohn, vicepresidente de la Reserva Federal estadounidense, aprendió algo sobre el chantaje al estilo del Senado esta semana, cuando se negó a revelar los nombres de las instituciones que se benefician del rescate financiero de American International Group .

Cuando testificaba a favor de AIG ante el Comité Bancario del Senado, Kohn resistió con respeto todos sus intentos por extraerle los nombres. Varios miembros del Comité se sintieron frustrados y llegaron al punto de amenazar a Kohn con no otorgarle ni un dólar más durante la crisis crediticia -jamás- si no revelaba la información.

El Senador Jim Bunning, Derecha-Kentucky, le dijo, "Obtendrás el mayor ‘no' que jamás hayas obtenido. Haré todo lo posible por impedir que desperdicies el dinero de los contribuyentes en una causa perdida".

¿Y por qué tanto escándalo por estos nombres? Aunque el gobierno ha sostenido que salvar a AIG era necesario para prevenir una catástrofe aun mayor, los senadores arguyen que la medida también ha rescatado a contrapartes que tomaron riesgos imprudentes, por lo que los legisladores quieren saber cuáles son las compañías.

Aunque el sábado The Wall Street Journal publicó muchos de los nombres de las 25 contrapartes involucradas, Fortune obtuvo independientemente un grupo de 15 nombres un tanto diferentes y enlistados en un orden intrigante (ver más abajo).

La información que irritó al Comité del Senado esta semana es un asunto de 80,000 millones de dólares en CDSs (credit default swaps) -contratos que aseguran a los inversionistas contra la pérdida de sus principales intereses- que AIG extendió en bloques de alto rango de obligaciones de deuda colateralizada (CDOs) respaldadas por valores hipotecarios, algunos de ellos subprime (de alto riesgo).

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Cuando AIG sufrió la rebaja de sus calificaciones, las llamadas de garantía resultantes de los CDSs probaron ser, a fin de cuentas, mucho más de lo que la compañía podía manejar, y se convirtieron en la principal razón por la ésta debió ser rescatada -con un compromiso gubernamental que ahora excede los 150,000 millones de dólares.

Las contrapartes de los CDSs fueron 25 instituciones financieras esparcidas alrededor del mundo. Muchas de ellas hubieran sido vulnerables de sufrir un efecto dominó de no haber recibido, primero, las garantías que AIG les pagó y, después, miles de millones de dólares del gobierno estadounidense que las sanaron.

Durante todo este desastre, que comenzó en septiembre, ni AIG ni el gobierno han divulgado nunca los nombres de las contrapartes -eso es lo que enfurece a Bunning y otros senadores.

El presidente del Comité, Christopher Dodd, Demócrata-Connecticut, describe a las contrapartes como menos que "víctimas inocentes" que usaron la calificación de AIG (entonces AAA) para tomar "enormes riesgos irresponsables". Y protesta, "No está claro a quien estamos rescatando".

Kohn, de la Reserva Federal, arguye que no podía revelar los nombres debido a que las contrapartes firmaron contratos con AIG y no esperaban que su identidad se revelara nunca. Al nombrarlos, dijo, podría disuadirlos de volver a hacer negocios con la compañía.

Al final, pese a todo, Kohn dijo que llevaría la petición del Comité de regreso a la Reserva Federal y vería qué podía resolverse.

Una fuente confiable, sin embargo, le dio a Fortune una lista de 15 contrapartes, aunque sin cifras adjuntas. La lista contenía los nombres en el siguiente orden. Fortune solicitó comentarios de todas las instituciones financieras, de las cuales, ninguna declaró que su inclusión en la lista fuera equivocada.

  1. Société Générale (Francia)
  2. Goldman Sachs
  3. Merrill Lynch International
  4. Deutsche Bank (Alemania)
  5. Calyon, Crédit Agricole (Francia)
  6. UBS (Suiza)
  7. Barclays (Inglaterra)
  8. Coral Purchasing, DZ Bank (Alemania)
  9. Bank of Montreal (Canadá)
  10. Rabobank (Holanda)
  11. Royal Bank of Scotland
  12. Bank of America
  13. Wachovia
  14. HSBC (Inglaterra)
  15. Barclays Global Investors

¿Qué significado tiene el orden de la lista? Ya que no es alfabético, una posible interpretación es que los bancos estén enlistados según la cantidad de CDOs que aseguraron con AIG.

La posición en el segundo lugar de Goldman Sachs encaja con varios reportes de la prensa, que dicen que la firma era una importante contraparte de AIG y que había asegurado tal vez hasta 20,000 millones de dólares en CDOs con la compañía. Goldman nunca ha confirmado la cifra, pero ha dicho que su exposición neta a AIG -después de las garantías que recibió y las coberturas contra riesgos- era mínima.

Si en efecto el banco francés Société Générale ocupa el primer lugar por exposición, se trata de una distinción que éste no necesitaba. A principios del año pasado, la compañía quedó estupefacta ante la noticia de que un comerciante estafador había perdido 7,500 millones de dólares. Si un efecto dominó hubiera seguido al colapso de AIG, Société Générale hubiera estado en una posición en especial vulnerable.

Kohn, de la Reserva Federal, admitió en las audiencias del Senado que el pago a estas contrapartes en el curso del rescate de AIG "reduciría su aliciente para ser cuidadosas en el futuro", lo que ayuda a explicar porqué los nombres se han convertido en una información tan solicitada en el debate político acerca del "riesgo moral".

Una transcripción de las audiencias del jueves que apareció en la publicación Congressional Quarterly (CQ) contiene una errata que describe muy bien el desastre que AIG ha resultado ser para los contribuyentes estadounidenses. El ponente era el Superintendente de Seguros de Nueva York, Eric Dinallo, y lo que dijo fue, "AIG es un microcosmos de nuestro régimen regulatorio".

Pero la transcripción no dice "microcosmos" (microcosm) sino "microabismo" (microchasm). Y eso es lo que AIG ha probado ser, una fosa de dinero de enormes proporciones.

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