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5 cosas para no creer en la recuperación

La reciente mejoría en los mercado es alentadora y hay indicios de que la economía se estabiliza; pero existen riesgos reales sobre esta recuperación que los inversionistas pueden estar ignorando.
vie 08 mayo 2009 06:00 AM
El alto precio del petróleo impactará los precios de la gasolina. (Foto: Archivo)
gasolina (Foto: Archivo)

Con la noticia de la pérdida de 6,000 millones de dólares de GM, el gobierno finalmente anunció el capital exacto que tendrán que recaudar 19 bancos importantes como resultado de las "pruebas de estrés", y gran parte de los minoristas anunciaron descensos en sus ventas durante abril, así que, ¿pueden culpar a los inversionistas por retirarse?

Este sentimiento se produjo en cuestión de segundos; la gente busca buenas noticias por todas partes, y el hecho de que el mercado haya pasado de coros infantiles a música de orquesta en sólo un par de meses debe ser inquietante (¿qué, preocupado yo?).

Quiero creer que esta recuperación es real y que la economía ya superó lo peor. No soy uno de esos pesimistas que cree que el fin se aproxima, pero aún existen trampas potenciales que podrían descarrilar la recuperación de la economía y del mercado de acciones.

Los bancos aún no sanan

Sí, las acciones bancarias han sufrido los últimos meses, y estas pruebas de estrés mostrarán que varios bancos importantes no se verán en la necesidad de recaudar capital nuevo y, aquellos que tengan que hacerlo probablemente tendrán que ofrecer mucho menos de lo que ofrecieron los inversionistas temerosos de hace un par de meses.

Esto no significa que el sistema bancario ya esté arreglado; puede ser que lo peor aún no llegue, aunque los bancos no muestran la misma confianza en sí mismos como lo hace Wall Street; si la tuvieran, ya se habría terminado la crisis crediticia.

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"Hay una sensación de que los bancos ya no están cayendo al abismo", dijo Sean Snaith, director del Instituto para la Competitividad Económica de la Universidad Central de Florida en Orlando. "Pero eso no significa, para nada, que el sistema bancario ya esté de pie otra vez; hasta que los bancos vuelvan a hacer préstamos podremos decir que el paciente ha sanado".

Respuesta: ¿Qué riesgos le encuentra a la posible recuperación?

Se teme que los bancos aún tengan que considerar los préstamos fuera de las hipotecas residenciales y tarjetas de crédito que no hayan expirado aún, algunos están especialmente intranquilos de que el negocio de bienes raíces sea la siguiente baja importante.

"Si las cuentas del sector financiero no sanan, no habrá recuperación. El comercio de bienes raíces implica un riesgo significativo que podría ser otra decepción para los bancos", dijo Benjamin Reitzes, economista del BMO en Toronto.

Todo está en los empleos

Aún cuando el mercado mantenga su alza y los precios de vivienda se estabilicen, muchos consumidores seguirán enfocados en el mercado laboral como el principal medidor de la salud económica.

Es difícil imaginar cómo los consumidores impulsarán la economía a través del gasto si las empresas siguen deshaciéndose de cientos de miles de empleados al mes. Además, esto podría empeorar, sobre todo con Chrysler a punto de declararse en bancarrota y GM (GM, Fortune 500) siguiendo el mismo camino.

Para estar seguros, el mercado laboral es un indicador incierto, pues la tasa de desempleo probablemente no comenzará su declive sino hasta que ya haya pasado la recesión.

Snaith dijo que la gente no necesariamente se tranquilizará con este factor ya que las pérdidas de empleos durante esta recesión son mucho peores a las ocurridas en la de 2001 y a la "recuperación de desempleados" que duró dos años más. La tasa de desempleo llegó a 6.3% en 2003. Hoy ya alcanzó 8.5% y muchos economistas creen que esta cifra supere el doble en poco tiempo.

"Las pérdidas de empleos son más severas que las de la última recesión, así que la noción de recuperación de desempleados será mucho más difícil esta vez", dijo Snaith.

El regreso del sufrimiento por la gasolina

No se fijen, pero el petróleo está en casi 60 dólares el barril; el promedio de la gasolina está en 2.14 dólares el galón. Claro que ni se acerca a los altos precios del verano pasado, pero estos precios subieron casi diez centavos la semana pasada.

Mientras más evidencia haya de que los mercados se recuperan económicamente, más probable es que los precios del petróleo y la gasolina sigan subiendo, ya que los inversionistas en el mercado de productos comenzarán a especular sobre el aumento en la demanda. Además, con la entrada del verano llegará también el golpe habitual por el precio de la gasolina.

Los consumidores sí parecen estar más confiados gracias a las esperanzas que pinta la remota caída del mercado de viviendas, aunque su recuperación aún es tentativa. Si los inversionistas se sobrepasan y los precios de la gasolina se disparan, esto sí sería un problema.

"El aumento en los precios de la gasolina afectará el gasto del consumidor, aunque esto no es una preocupación seria aún. Los consumidores se apoyarán de donde sea, y bajar los precios de la gasolina ha sido de ayuda", dijo Reitzes, del BMO.

¿Guerra comercial a la vista?

Tanto historiadores como economistas culpan a las políticas comerciales proteccionistas del presidente Herbert Hoover por la gran depresión.

No muchos esperan que la historia se repita, pero se teme de la existencia potencial de las guerras comerciales, sobre todo si se considera la capacidad adquisitiva generada por el proyecto de ley de estímulos que aprobó el congreso este año.

"Uno de mis temores es el proteccionismo: se teme que algunos países tomarán precauciones como respuesta a esta crisis, con suerte eso no pasará esta vez", dijo Jeff Mortimer, director de inversiones de Charles Schwab Investment Management.

Tomando en cuenta que la economía mundial está mejor interconectada que hace ochenta años, cualquier barrera significativa al comercio podría ser desastrosa.

Demasiado lejos, demasiado pronto.

Por último, el mayor riesgo de una recaída es que los inversionistas se están adelantando.

Quiero reiterar que no estoy prediciendo otra depresión, pues hay signos verosímiles de que la economía se está estabilizando.

Parece ser que los inversionistas anticipan un giro rápido e impresionante: la bien conocida recuperación en V. La economía podría tambalearse cerca del fondo por un rato (lo que los economistas llaman recuperación en U), así que, si las esperanzas de una recuperación rápida están perdidas, aquí habría problemas.

"Tal vez ya pasamos lo peor, pero ¿qué calidad de recuperación tendremos? Tal vez sea una recuperación débil", dijo Reitzes.

"La gente podría decepcionarse porque ahora se encuentran muy optimistas y las cosas no parecen mejorar como ellos quisieran".

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