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Ripplewood se interesa en Opel

El fondo de inversión estadounidense pretende adquirir la filial alemana de General Motors; otros interesados en Opel son Fiat y el consorcio canadiense-austriaco Magna.
mié 13 mayo 2009 12:11 PM

El fondo de inversión estadounidense Ripplewood se convirtió en el tercer interesado en adquirir la firma automotriz alemana Opel, que ahora compite con Fiat de Italia y con el consorcio canadiense-austriaco Magna.

Este último se propone cooperar en la compra de Opel con la empresa automotriz rusa GAZ, que planea producir cinco millones vehículos al año. Opel es filial del consorcio automotriz de Estados Unidos, General Motors, que está apunto de declararse en quiebra.

Tanto Opel como Ripplewood se negaron hasta el momento a confirmar o a comentar lo anterior, pero la firma rusa GAZ anunció oficialmente su interés en formar un consorcio empresarial con vistas a una coinversión con Magna para asumir la empresa alemana.

La Vicepresidenta de GAZ, Yelena Mateyeva, declaró en un comunicado que espera que se establezca la cooperación con el fin de vender los autos en los países de la Comunidad de Estados Independientes.

Para ello planea construir una fábrica y una red de distribuidores en esas repúblicas. A Opel, por su parte, se le termina el tiempo. Su matriz, General Motors, se declarará insolvente en las próximas dos semanas al no poder recibir más créditos estatales.

Según versiones locales, altos ejecutivos han vendido sus acciones de General Motors, entre ellos el jefe para Europa de esa firma, Carl Petrer Foster.

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Según el total de acciones vendidas por seis altos ejecutivos ascienden a 200,000, a precios de entre 1.45 y 1.61 dólares la unidad.

Las empresas interesadas en Opel, sin embargo, tienen por esa razón muy poco tiempo para elaborar su oferta, de forma que el gobierno alemán considera la posibilidad de pasar esa firma temporalmente a un fideicomiso y apoyarla financieramente mientras tanto.

La Unión Europea demanda que las ofertas de adquisición de Opel sean conformes con las reglas de ese gremio de países, de forma que se apeguen a los requisitos que marca el mercado común europeo.

El trasfondo es que Opel, a pesar de los fuertes problemas de General Motors, es una firma alemana con una estructura de producción y ventas saludable y competitiva.

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