Opel se inclina por firma canadiense
El consorcio canadiense austriaco de autopartes Magna se perfila como uno de los favoritos en la carrera por la adquisición del consorcio automotriz alemán Opel, al tiempo que el gobernador de Hesse, Roland Koch, se pronunció hoy en su favor.
El portavoz del gobierno alemán, Thomas Steg, precisó este viernes que la decisión sobre la aprobación de una de las tres ofertas de adquisición le corresponde al gobierno estadounidense y a la casa matriz de Opel, la firma General Motors en peligro de quiebra.
Thomas Steg rechazó comentar especulaciones según las que el gobierno alemán da preferencia a la firma Magna frente al consorcio automotriz italiano Fiat y al inversionista estadounidense Ripplewood.
Destacó que por el momento no puede darse una calificación a las propuestas de saneamiento y planes de adquisición que entregaron los consorcios interesados la noche del miércoles.
Ello debido a que los responsables políticos deliberarán sobre esa cuestión la tarde de este viernes.
Luego de una reunión de gobierno de alto nivel se prevé un encuentro con los gobernadores de los cuatro estados federados de Alemania donde se localizan plantas de Opel, a fin de escuchar la opinión de ellos.
Roland Koch, el gobernador de Hesse, el estado federado donde se ubica la mayor planta de Opel (Russelsheim), destacó que la oferta del consorcio Magna es la que corresponde en mayor medida los deseos de los trabajadores.
El político señaló que la oferta de Fiat se encuentra por el contrario muy lejos de lo que se esperaba, al tiempo que la prensa alemana destacó que la firma italiana prevé el cierre de hasta 18,000 puestos de trabajo en Europa en caso de adquirir Opel.
El plan de saneamiento de Magna estima cancelar 10,000 puestos de trabajo, mientras que el inversionista Ripplewood considera asimismo una reducción considerable en la lista de asalariados, que actualmente registra un total de 25,000 trabajadores.
Portavoces del gobierno alemán recordaron los criterios bajo los que el gobierno alemán valorará las propuestas de los interesados, y en primer lugar se subrayó que debe tratarse de un plan robusto que garantice el futuro de Opel.
Se resaltó que el gobierno alemán destaca la importancia de que se asegure el mayor número de puestos de trabajo posible, así como la continuación de las cuatro sedes de Opel en Alemania localizadas en Hessen, Renania del Norte Westfalia, Turingia y Renania Palatinado.
La opinión del gobierno alemán, que hasta ahora se ha pronunciado a favor de un socio del sector industrial, es de gran importancia aún cuando la decisión sobre el futuro comprador de Opel le corresponda a Estados Unidos.
Una vez que GM se decida por un inversionista, el gobierno alemán deberá analizar las propuestas, dado que se prevé el otorgamiento de fianzas por miles de millones de euros, por lo que se trata de evitar invertir capitales en un "barril financiero sin fondo".
Trabajadores de Opel, los "opelanos", anunciaron trabajar un día y medio sin remuneración con el fin de asegurar la liquidez del consorcio alemán y ante el riesgo que corre la casa matriz General Motors de declararse en quiebra.
El presidente del consejo de empresa de los "opelanos", Klaus Franz, señaló que "debemos estar preparados en caso de que GM se declare insolvente la próxima semana, por las repercusiones en los pagos por compra de autopartes que deben hacerse por adelantado", dijo.
Expertos alemanes del ámbito económico señalaron que en caso de que se aprobara la oferta de Magna se aseguraría la existencia de los coches Opel, cuyo escudo se distingue por un rayo.
Se resaltó que esos vehículos circularían entonces en mayor medida por las calles de los países del Este de Europa y Rusia, que son los mercados que se destacan en el plan de adquisición de Magna.
