Fondos de alto riesgo ¿lejos de Londres?
El nerviosismo comienza a aflorar en Mayfair y Belgravia, el corazón londinense de los fondos de alto riesgo. Distribuidores de automóviles de lujo, boutiques de alta costura y restaurantes de cinco estrellas han prosperado gracias al dinero de esos fondos no regulados cuyas discretas oficinas se ocultan tras sólidos portones de madera en esos barrios elegantes dominados por viviendas de estilo georgiano.
Empero, algunos de estos fondos analizan la posibilidad de abandonar Londres para afincarse en Suiza o en los mercados emergentes de Asia, donde las normas reguladoras son mucho menos severas que en la Unión Europea. Los recientes aumentos fiscales en Gran Bretaña animaron igualmente a esos fondos a abandonar la ciudad que hasta ahora fue la indiscutida capital financiera de Europa.
"El ambiente se ha agriado aquí a lo grande", comentó Julian Adams, director general de la firma londinense Adelante Asset Management Ltd. "Es muy negativo tanto para las empresas como el mundo de los negocios británico".
El sector de los fondos de alto riesgo maneja unos 250,000 millones de dólares en Europa, y floreció en los últimos años debido a la ausencia de regulaciones gubernamentales.
El sector no causó la crisis financiera global, pero atrajo la atención de los gobiernos europeos y organismos reguladores deseosos de limitar los riesgos excesivos que pusieron a muchos bancos europeos el año pasado al borde de la bancarrota.
Las normas propuestas por la Unión Europea requerirían a los fondos de alto riesgo inscribirse en Europa e informar a los organismos reguladores de sus transacciones y estrategias.
Los legisladores y los Gobiernos de la UE sugirieron que los gerentes de los fondos de alto riesgo tengan el mismo tipo de limitaciones y bonificaciones que tienen los bancos para limitar el éxito a corto plazo.
Las propuestas han sido condenadas por el sector, que las considera excesivas.
Los fondos de alto riesgo se nutren de un reducido grupo de clientes acaudalados o grandes instituciones - en general las inversiones mínimas oscilan en torno al millón de dólares - e invierten esos ahorros en una amplia variedad de activos, incluyendo acciones bursátiles y materias primas.
Ya que los fondos de alto riesgos gozan de gran movilidad, la perspectiva de más normas reguladoras planteó temores de una fuga de capitales hacia lugares menos controlados por la burocracia estatal, como Suiza, que no forma parte de las 27 naciones que integran la UE.
Para Londres, desde hace tiempo rival de Nueva York como centro de las finanzas mundiales, las consecuencias serían enormes. El sector de los fondos de alto riesgo sostiene que casi la mitad de las 40,000 personas que emplea en Europa residen en la capital británica, junto con el 80% de los activos de que esos fondos controlan en el continente.
