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Ben Stein: mi cena con Warren Buffett

El magnate considera que Ken Lewis es uno de los banqueros que ayudó a sortear la crisis; Buffett aún ve problemas en la recuperación de EU, pero presumió sus inversiones en Goldman.
lun 21 diciembre 2009 06:04 AM
Warren Buffett teme por la proliferación nuclear, sobre todo con grupos terroristas y con Irán.  (Foto: Reuters)
Warren Buffett

El domingo 13 de diciembre, mi amigo Phil DeMuth y yo volamos a la fría ciudad de Omaha para comer el lunes 14 con el maestro Warren E. Buffett. Ese día fue aún más frío, pero Warren nos dio la bienvenida a su manera en la puerta de sus oficinas en Berkshire Hathaway, en el centro de Omaha. Sé que tengo poco espacio así que comenzaré a contar lo que pasó. 

Primero, su oficina había cambiado desde la última vez que estuve ahí. Ahora tiene trenes por todas partes, símbolo de su adquisición de Burlington Northern Santa Fe, así como otros regalos, pues Buffett había sido coleccionista de trenes desde su infancia. Phil le había comprado un catálogo Lionel de 1930, el cual leyó enérgicamente.

Le pregunté por qué pensaba que Burlington Northern era tan buena compra y respondió, muy a su manera, con números . Explicó que Berkshire había crecido tanto que incluso una pequeña compra no podría afectar para nada sus ganancias. Pero una adquisición medianamente exitosa podría serle de ayuda. Explicó esto con números, y fue tan claro que parecía que la computadora escupía análisis. Es tan bueno con los números que es casi espeluznante.

En la cena en el Piccolo Pete's, el restaurante italiano en un vecindario trabajador que parece estar reservado sólo para él, Buffett dijo que la economía había tomado una forma desesperada el otoño pasado.

El hombre que la salvó, dice, fue Ken Lewis, el ex presidente de Bank of America. Al comprar Merrill Lynch cuando todo lo demás en Lehman se desmoronaba, confió en el sistema y detuvo lo que pudo haber sido una catástrofe para todo Wall Street.

Si Merrill hubiera caído, dice Buffet, le habría seguido Morgan Stanley y después Goldman Sachs. Los pagos excesivos para Merrill lograron que Lewis salvara a la nación de un colapso financiero. Sin esa adquisición, los papeles comerciales se habrían paralizado y el capital de los bancos habría sido absorbido por deudas que no podrían recuperarse. 

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Buffett dijo que no ve señales de recuperación en sus compañías. Las entidades con proyectos de construcción siguen lentas, así como los préstamos automotrices, e incluso en Omaha, la ciudad que apenas fue afectada por el desempleo, las ventas de joyería y muebles han sido decepcionantes.

Aun así, esta no fue una razón para dudar de la recuperación del mercado de acciones de 2009 . Buffett notó que la mayor ganancia del Dow Jones se asemejaba a la del periodo de la posguerra, en 1954, cuando, según él, las cifras de desempleo eran terribles hasta el final del año, cuando comenzó la rápida recuperación.

Lo mismo podría estar pasando ahora. Después revisé esto y Buffett tenía razón sobre la recuperación de la caída de 1953 y 1954.

Buffett habla con benevolencia de Goldman Sachs, frecuente objeto de mis críticas. La empresa tiene enormes ingresos dijo, porque son pocos bancos disponibles para hacer enormes acuerdos, y por lo tanto puede producir más de lo que habría hecho hace un par de años.

Además, dijo que ha sido muy bueno y cuidadoso con las coberturas. Usó el ejemplo de Goldman comprando swaps de crédito de Berkshire en el mercado de acciones, que no caducarán por varios años, pero son peligrosos pues el mercado de acciones ha perdido gran parte de su valor desde que Buffett los vendió. 

Estos swaps aumentaron su valor en los peores días de 2008, temiendo que Buffett no pudiera cumplir las obligaciones de Berkshire cuando fueron emitidas. Buffett dijo que no había posibilidades de que Goldman vendiera los swaps para obtener una ganancia mayor, pero Goldman se aferró a la cobertura, dijo Buffett con un tono de admiración y diversión. Berkshire Hathaway es un gran accionista de Goldman Sachs.

Buffett contó varias historias de su juventud repartiendo periódicos en Spring Valley y Wesley Heights, dos exclusivos vecindarios en Washington. Dijo que casi podría doblar un periódico con una sola mano y aventarlo justo a la puerta de los departamentos en New Mexico Avenue en 1943. Agregó que "aún podría hacerlo".  

También habló de sus días de "caddy" (ayudante del golfista) en el Club Chevy Chase, cargando bolsas por 54 agujeros. "Era  el más pequeño y el más chistoso", dijo, "así que los otros "caddies" se conmovían y no me golpeaban". Dijo que fue fatigante y que lo hizo sólo un día. Debe ser lo único en lo que se rindió.

El inversionista dijo que no ve un buen mercado laboral por algún tiempo. Sin embargo, dijo, aconsejó a los jóvenes a "seguir su pasión" y a hacer lo que aman. Si eso no les daba para vivir, debían hacer algo más.

El presidente Barack Obama sigue siendo de la gracia de Buffett, a pesar de las advertencias de su abuelo sobre los demócratas y la gente que no paga sus cuentas de abarrotes. Su abuelo era un exitoso comerciante, y su padre, entre otros logros, fue congresista por tres periodos legislativos. Aun así, Buffett teme por la proliferación nuclear, sobre todo con grupos terroristas y con Irán.

Pasamos parte de la cena discutiendo las formas en las que el terrorismo podría afectar la vida en Estados Unidos. No comparto esos puntos de vista, pero son severos. Si mi madre pudiera leer esto desde el más allá, debe saber que Buffett es la única persona que conozco que le pone mucha más sal a su comida que yo. 

Ahora, para lo que querían saber, Buffett cree que para el inversionista ordinario y no profesional, un fondo de índice amplio aún tiene sentido. Para el profesional, aún sigue los consejos de su mentor, Ben Graham, de buscar jugadas de valor donde lo que se paga por una compañía es claramente menor de lo que vale.

No pude preguntarle cómo definía un valor en un mundo que cambia constantemente. Todos estuvimos de acuerdo en que las tasas de interés podrían cambiar en algún punto, aunque no sabían ni cuándo ni en qué medida.

Buffett, al igual que todos los demás, está desconcertado por el ejemplo japonés de los déficit súper altos, una enorme deuda nacional y tasas de interés muy bajas y nada de inflación. Él sugiere que algo muy similar está pasando en EU, y estoy de acuerdo. Pero, ¿por qué está pasando ahora y no pasó en el pasado? Hubo inflación entre 1933 y 1937, en un ambiente económico mucho peor. Nadie lo sabe.

Hablamos de la muerte de Paul Samuelson, el genio economista, y cómo fue un accionista de la firma BRK por mucho tiempo aun cuando criticaba la eficiencia de las teorías del mercado. No sabía que uno de los grandes, Lowell Harriss, mi maestro, mentor, y amigo de Columbia, había muerto ese mismo día. En paz descanses, amigo.

El aire de la noche era brutalmente frío. Aunque Buffett era el más listo entre los listos, no parecía saber cómo activar el desempañante de la SUV de su esposa, y pensé en poder decir que le había salvado la vida, pues el hielo entraba rápidamente y los caminos estaban congelados. 

De cualquier forma, fue una noche interesante. La única comparación que me viene a la mente es el tiempo que pasé con Milton Friedman y el tiempo que pasé con mi padre. Un gran caballero y genio. Él puede ser caddy de mis inversiones cuando quiera.

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