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Geely ‘enciende’ los motores de Volvo

El fabricante chino dijo que la marca que compró a Ford se mantendrá separada; descartó fabricar autos de este tipo en China, porque dejaría de ser Volvo.
mar 30 marzo 2010 09:50 AM
Geely sólo mantendrá la producción de esa marca en China, sin adicionar a Volvo. (Foto: Reuters)
Planta de Geely

Zhejiang Geely Holding Group, el mayor fabricante privado de autos en China , dijo que no tiene planes actuales para fabricar la marca sueca Volvo en el país asiático.

Geely, firma matriz de Geely Automobile, que cotiza en la Bolsa de Hong Kong, está preparada para inyectar hasta 900 millones de dólares en capital a Volvo, al que comprará de Ford . La cifra se sumaría a los 1,800 millones de dólares que Geely pagará a Ford por Volvo.

Los planes anteriores de Geely de regresar a Volvo a cifras positivas han implicado una nueva planta de producción en Pekín, aunque el presidente Li Shufu dijo que no se están dando discusiones en ese frente.

"Las ganancias sólo surgirán si expandimos la escala del negocio, disminuyendo de ese modo los costos por vehículo", dijo Li a la prensa en Beijing, tras regresar de Suecia, donde su empresa firmó el acuerdo para comprar Volvo.

Shifu agregó que las dos marcas se mantendrán separadas, con Volvo y Geely buscando cada una seguir produciendo sus propios autos.

"Volvo proviene del norte de Europa y está ubicado en Suecia. Volvo ya no será Volvo si se le saca de su suelo", dijo Li. "La relación entre Geely y Volvo en el futuro será como de hermanos, no de padre e hijo", sostuvo.

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El mayor mercado

Poseer una marca global como Volvo le dará a Geely la posibilidad de aumentar su perfil en China, donde es más conocido por autos pequeños y no caros, y de ponerse al nivel de los rivales estatales más grandes que han competido con pares como GM y Volkswagen.

China superó a Estados Unidos como el mayor mercado automotriz el año pasado, con ventas de vehículos el año pasado ampliándose un 46%, a la cifra récord de 13.6 millones de unidades, conducidas por los incentivos económicos de Pekín que se destinaron a impulsar el consumo durante la crisis global.

Esos resultados contrastaron drásticamente con otros grandes mercados, que vieron una caída en sus ventas durante la turbulencia y llevaron a una gran reestructuración de la industria, lo que ha visto a muchas grandes automotoras como Ford tratar de vender a sus unidades menores para focalizarse en sus marcas principales.

Otro acuerdo vio a GM tratando de vender su marca Hummer a Tengzhong , un fabricante poco conocido de equipo industrial pesado en la provincia de Sichuan, en el sureste de China. El negocio finalmente se desbarató a comienzos de año, no obstante, tras no conseguir aprobación regulatoria en Pekín.

En el último acuerdo que involucró a una firma china, medios de prensa reportaron que el fabricante local de autos BYD, en la que el multimillonario Warren Buffett tiene una participación, podría estar interesada en la compra de la marca de lujo Maybach de Daimler AG.

Pero BYD negó los reportes, y Daimler desestimó los rumores de que vendería su marca.

Fuerza importante

La compra de Geely, junto con el acuerdo de Tengzhong y otros, subraya la llegada de China como una fuerza importante en la industria global del automóvil.

El acuerdo termina con casi dos años de negociaciones entre Ford y Geely por Volvo, la última venta del grupo anterior de Ford que también tuvo a Aston Martin, Jaguar y Land Rover.

Tal negocio habría sido casi inimaginable hace pocos años para Geely, que en sus proyecciones del 2009 tuvo una facturación de sólo un 16% de Volvo y poco más de la mitad de la fuerza de trabajo.

Li, un empresario al que se denomina el Henry Ford chino por la revista Economist, dijo que era importante para Volvo preservar sus operaciones europeas en funcionamiento en el largo plazo y mantener su identidad en general.

Al mismo tiempo, agregó, una parte clave de regresar a Volvo a la rentabilidad será valerse del mercado chino, tanto para producción como para su base de consumidores de crecimiento acelerado.

"En el futuro, los autos Volvo tendrán una capacidad más firme para protegerse contra la volatilidad del mercado porque habrá dos mercados matrices, tanto en Occidente como en Oriente", dijo en la rueda de prensa del martes.

"Más aún, los costos de ventaja de China en la compra y en investigación y desarrollo seguramente fortalecerán la competitividad global de los autos Volvo en el futuro", agregó.

Los sindicatos de Volvo, que han sido críticos del acuerdo propuesto y se quejaron por la falta de información sobre el futuro de la compañía, dijeron que ahora respaldaban la adquisición.

Ambas partes apuntan a cerrar el acuerdo en el tercer trimestre.

Los 1,800 millones de dólares que Geely va a pagar por Volvo es menos que el tercio de 6,500 millones de dólares que Ford pagó por la firma en 1999.

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