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Barack Obama eleva presión sobre BP

Autoridades visitarán zonas afectadas, mientras EU admite que sólo petroleras pueden frenar la fuga; BP ha fallado en esfuerzos por sellar el pozo a más de un mes de la explosión.
lun 24 mayo 2010 09:58 AM
Se realizan labores de limpieza en islas afectadas por el derrame de BP en el Golfo. (Foto: Reuters)
BP

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, enviará este lunes a dos secretarios de su gabinete a la costa del Golfo de México para mantener la presión sobre la firma energética BP , para que pare un derrame de crudo que amenaza con convertirse en un desastre ecológico. BP, con base en el Reino Unido, está preparando nuevas medidas para intentar detener el torrente de crudo que fluye desde hace más de un mes de un pozo roto a 1.6 kilómetros bajo la superficie del mar en el Golfo de México.

El Gobierno de Obama advirtió el domingo a BP que retiraría a la compañía de los esfuerzos para sellar el pozo dañado si el gigante energético no hace lo suficiente por contenerlo.

Pero el Gobierno, que está bajo una creciente presión para hacer algo para evitar la catástrofe ambiental que se avecina, reconoció que sólo la compañía y la industria petrolera tienen el conocimiento para detener la filtración.

El petróleo ha estado llegando a las frágiles marismas de Louisiana y más de 110 kilómetros de costa han sido manchados con alquitrán.

El secretario del Interior, Ken Salazar, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, acompañada por una delegación del Senado de Estados Unidos, visitarán el estado el lunes y sobrevolarán las áreas afectadas.

Ellos también discutirán los más recientes esfuerzos de respuesta con funcionarios federales y representantes de BP, y se reunirán con el Gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, y líderes de la comunidad e industria local, dijeron los departamentos del Interior y Seguridad Nacional en un comunicado.

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La delegación del Senado incluirá a Dick Durbin, el demócrata número 2 de la cámara, y a los senadores de Luisiana Mary Landrieu y David Vitter.

Salazar dijo el domingo que Washington está frustrado y molesto porque BP ha fallado "límite tras límite" en sus esfuerzos por sellar el pozo a más de un mes de la explosión en una plataforma que originó el desastre.

"Si encontramos que no están haciendo lo que se supone que debieran hacer, los apartaremos de la manera apropiada", dijo Salazar a reporteros tras visitar las oficinas centrales de BP en Estados Unidos en Houston.

El derrame ha generado cuestionamientos sobre una propuesta previa de Obama para expandir las perforaciones mar adentro como parte de una estrategia para ganar el apoyo republicano y aprobar su proyecto de ley de cambio climático.

Analistas dicen que el creciente daño ecológico y económico podría también convertirse en una responsabilidad política del Gobierno de Obama antes de las elecciones legislativas de noviembre.

Jindal critica a BP

Jindal criticó el domingo tanto al Gobierno federal como BP por su fracaso a la hora de actuar con rapidez.

"Está claro que los recursos necesarios para proteger nuestra costa aún no están aquí: barreras flotantes, bombas de vacío, barcazas, todas son escasas", dijo en una conferencia de prensa en Venice.

"El petróleo llega y espera su limpieza y cada día que espera que lo limpien más y más marismas mueren", dijo Jindal, cuyas palabras fueron reiteradas por varios funcionarios locales.

Obama dijo el sábado que el desastre se debe a "una falta de responsabilidad" de BP.

BP ha estado succionando parte del petróleo que fluye mediante un largo tubo que fue insertado dentro de la mayor de dos filtraciones, pero que está capturando cantidades decrecientes de crudo.

Un portavoz de BP dijo el domingo que el tubo atrapó sólo 1,360 barriles por día durante las últimas 24 horas hasta la medianoche del sábado. El flujo ha estado declinando desde los cerca de 5,000 barriles por día que la compañía dijo que el tubo atrapaba hace unos días.

Muchos científicos rechazan la estimación original de que el pozo pierde unos 5,000 bpd, frecuentemente defendida por la compañía, y señalan que es ridículamente baja y que podría ascender hasta 70,000 bpd (11 millones de litros) o más.

Ingenieros de BP están preparando una nueva solución, mediante la inyección de fluidos pesados en el pozo para intentar cerrarlo, una operación que podría comenzar en la tarde del martes o la mañana del miércoles.

El impacto económico local podría ser enorme, ya que una amplia zona de las aguas del Golfo están cerradas para la pesca y existen crecientes preocupaciones sobre las consecuencias en el turismo, una de las principales fuentes de ingresos de la región.

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