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El CEO de BP promete que no se irá

Tony Hayward asegura que no planea renunciar por el enorme derrame de crudo en el Golfo de México; los esfuerzos del gigante energético por contener el vertido parecen haber logrado avances.
dom 06 junio 2010 03:34 PM
El CEO de BP, Tony Hayward, dijo que una cúpula comenzó a capturar 1,000 barriles diarios de crudo de la fuga. (Foto: AP)
tony hayward bp.jpg (Foto: AP)

El presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, dijo el domingo que no planea renunciar por el enorme derrame de crudo en el Golfo de México, mientras los esfuerzos del gigante energético por contener el vertido parecen haber logrado avances. La presión pública y política ha estado aumentando sobre BP para que cierre el pozo de crudo en el lecho marino y asuma la responsabilidad financiera por la limpieza y los daños provocados a los pescadores, industria turística y la vida salvaje.

Hayward se convirtió en el centro de la ira de los estadounidenses con BP cuando dijo el mes pasado a los habitantes de la costa del Golfo de México: "Me gustaría tener mi vida de vuelta", un comentario que muchos consideraron insensible y que motivó especulaciones de que no sobreviviría a la crisis.

"No ha pasado por mi mente. Claramente ha pasado por la mente de otras personas, pero no por la mía", dijo Hayward al diario Sunday Telegraph en una entrevista cuando se le preguntó si ha pensado en renunciar como jefe de BP debido a las críticas por el derrame.

Hayward declaró a la cadena BBC que cuenta con todo el apoyo de la junta directiva de BP y que la hoja de balance de la firma es sólida, pese a la caída en el precio de sus acciones como resultado del desastre.

"BP está operando muy bien hoy. Está generando mucho dinero. Generará entre 30,000 a 35,000 millones de dólares en flujo de caja libre este año (...) Tenemos la fortaleza financiera para superar esto", afirmó.

Capturan más crudo

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Tras una serie de fracasos, BP también parecía lograr progresos en su último intento por detener la filtración: una tapa de contención fijada al pozo dañado. La firma dijo el domingo que el domo ha capturado 10,500 barriles de petróleo en 24 horas.

Hayward dijo a la BBC que el domo capta una gran proporción del crudo filtrado y que esperaba que pronto se pudiera canalizar una "vasta mayoría" del petróleo hacia la superficie.

La cifra representa apenas un tercio, o en el mejor caso la mitad, de la cantidad de petróleo que se estima que fluye desde el pozo cada día.

La tasa máxima de captura del pequeño aparato de contención se estimó en 15,000 barriles por día, dijo el almirante de la Guardia Costera Thad Allen, quien lidera los esfuerzos federales contra el derrame.

"Estamos optimizando la operación. Tenemos más sistemas de contención para implementar durante la próxima semana, los que estarán en posición antes del próximo fin de semana. Así que cuando estos dos estén ubicados esperaríamos estar conteniendo la vasta mayoría del petróleo", sostuvo Hayward.

En una entrevista con la cadena CNN, que será una de sus cuatro apariciones en la televisión estadounidense el domingo, Allen reconoció los avances pero dijo que es necesario hacer más.

El Gobierno del presidente Barack Obama postergó planes para aumentar la exploración petrolera frente a las costas debido al derrame.

La crisis ha puesto a la defensiva a Obama y lo ha distraído de su agenda nacional: una nueva política energética, la reforma a Wall Street e impulsar a la alicaída economía estadounidense.

La atención sobre el mayor desastre ambiental del país se da antes de las elecciones de noviembre del Congreso, en las que se espera que a los demócratas les sea difícil mantener sus mayorías en la Cámara de los Representantes y el Senado.

Daño al turismo

El derrame de crudo por la filtración del pozo empezó a producirse el 20 de abril en una explosión en la que murieron 11 trabajadores. Científicos del Gobierno estadounidense estiman que se derraman entre 12,000 y 19,000 barriles diariamente en el Golfo de México.

La compañía encara una investigación criminal, demanda, una decreciente confianza de los inversores y cada vez más preguntas sobre su valor crediticio. El precio de sus acciones ha perdido cerca de un tercio de su valor desde el comienzo de la crisis.

BP dijo que ha gastado 1,000 millones de dólares en el derrame y ha prometido pagar todos los reclamos legítimos de quienes hayan sido afectados por el desastre. Ha postergado una decisión sobre si suspenderá el pago de sus dividendos trimestrales, pese a la presión política en Estados Unidos para que lo haga.

Después de contaminar los pantanos que sirven como refugios a la vida salvaje en Louisiana y las islas frente a las costas de Mississippi y Alabama, la marea negra de crudo se dirige a las famosas playas blancas de Florida, cuya economía depende fuertemente del turismo.

El gobernador de Florida, Charlie Crist, dijo a CNN que los detritos del petróleo en las playas de Panhandle son relativamente fáciles de limpiar porque llegan a las playas de arena blanca y no a los estuarios o a marismas, como en Louisiana.

Un tercio de las aguas federales del Golfo de México, unos 202,582 kilómetros cuadrados, permanece cerrado a la pesca mientras aumenta la cifra de aves y animales marinos muertos o heridos, incluidos tortugas y delfines.

Preocupado por el daño al turismo, el gobernador de Mississippi, Haley Barbour, dijo en Fox News Sunday que las playas del estado tienen sólo unas pocas bolas de alquitrán.

"La costa está limpia", dijo. "El mayor impacto negativo ha estado en la cobertura de los medios, (...) por lo que es muy malo para nuestra temporada económica turística".

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