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‘Alex’, la nueva amenaza para BP

La tormenta tropical cobra fuerza y podría dificultar las labores de limpieza en el Golfo de México; las acciones de BP cayeron 1.75% en Londres, mientras analistas advierten de una posible compra.
mar 29 junio 2010 02:31 PM
La tormenta tropical Alex se convertiría en huracán este martes. (Foto: Reuters)
alex tormenta tropical

La tormenta tropical Alex se convertiría en huracán este martes, con fuertes vientos y oleaje que dificultarían las tareas de BP para contener el derrame de petróleo en el Golfo de México, el mayor de la historia de Estados Unidos.

Las acciones de la petrolera con sede en Londres cayeron un 1.75% más el martes, luego de que fuentes informaran que la Reserva Federal de Nueva York estaba evaluando el nivel de riesgo sistémico que presenta la compañía. El lunes, la compañía negó la salida de su presidente ejecutivo

Analistas de JPM Morgan Cazenove dijeron que la inmensa caída de la cotización de los papeles de BP, que recientemente se desplomaron a su mínimo en 14 años, lo convierte en un objetivo potencial para una adquisición.

"El mercado perdió de vista el valor intrínseco que está en una compañía rica en activos como BP. Nosotros tenemos muchas dudas de que los jugadores de la industria con un agudo poder de observación hayan perdido de vista al valor de BP", dijo el analista de Cazenove, Fred Lucas en una nota de investigación.

El texto señaló a Exxon Mobil Corp y Royal Dutch Shell como los posibles compradores.

La crisis está en su día 71 sin un final a la vista. Los costos ecológicos y económicos para el turismo, la vida silvestre, la pesca y otras industrias continúan creciendo para los cuatro estados afectados de la costa estadounidense.

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Los pronósticos indican que Alex se alejará lentamente de la Península de Yucatán hacia las aguas del sur del Golfo y girará hacia el noroeste, fuera del área de mayor concentración de instalaciones petroleras, para hacer una segunda llegada a tierra en el norte de México a mitad de semana.

No se prevé que afecte a los sistemas de captura del derrame de BP que están en funcionamiento, como tampoco los planes de la compañía de perforar pozos de alivio para sellar la pérdida en agosto.

Pero olas de 4 metros demorarían los planes de acoplar un tercer mecanismo de absorción de crudo, dijo Kent Wells, vicepresidente ejecutivo de exploración y producción de BP. Funcionarios en Florida dijeron que esperaban que la marea dificulte las tareas de limpieza de la marea negra.

El Gobierno de Estados Unidos estima que manan desde el lecho marino entre 35,000 y 60,000 barriles por día (bpd). El actual sistema de contención de BP captura hasta 28,000 bpd y el programa de BP llevaría el total a 53,000 bpd.

Debajo del fondo del mar, la perforación de dos pozos de alivio con los que se pretende poner fin a la salida de crudo continuarán "a menos que desafortunadamente una tormenta se dirija directamente hacia nosotros".

El primer pozo de alivio está a sólo 6 metros del pozo dañado. Pero BP dijo el lunes que deberá cavar otros 275 metros más antes de poder intentar interceptar la zona averiada.

La capitalización de mercado de BP se redujo en 100,000 millones de dólares desde que la plataforma Deepwater Horizon se hundió en un área de 1,525 metros de profundidad el 22 de abril, dos días después de que una explosión matara a 11 de sus operarios.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió duras críticas por su manejo de la crisis y los sondeos le confieren bajos registros por su actuación, aunque no tan bajos como los de BP.

Las fallas de la compañía para lidiar con los aspectos políticos de la crisis produjo errores en la comunicación que levantaron críticas y contribuyeron a la caída de la acción.

"El manejo del derrame (...) entrará a la historia como uno de los grandes ejemplos de como empeorar una situación a través de una mala comunicación", dijo Michael Gordon, de la firma Group Gordon Strategic Communications.

Los deslices incluyen menospreciar el daño potencial al medioambiente, culpar a otros por el desastre y minimizar la estimación de la cantidad de petróleo que estaba fugando al mar, dijeron analistas.

"Fue una combinación de falta de transparencia, falta de un lenguaje sincero y falta de sensibilidad por las víctimas", señaló Gordon.

Algunos residentes también están inquietos acerca de que BP y la Guardia Costera continúen usando dispersantes químicos. El lunes, equipos de contención arrojaron esos productos desde aviones lejos de la costa.

Los dispersantes ayudan a disolver el crudo en un proceso que insume meses. Lo fracciona en pequeñas partículas que pueden ser digeridas más fácilmente por organismos que viven en el área del Golfo. Pero son controvertidos por sus implicancias para la salud en el largo plazo.

Parte de la costa de Louisiana está en alerta por inundaciones hasta el miércoles por la tarde. Los marinos mostraron su preocupación acerca del impacto que podría tener Alex sobre el ya alto nivel del agua.

"Si una tormenta viene con la marea, entonces tendremos un asunto acá", dijo Robert Whittington, quien trabajó en la marina por 20 años.

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