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AIG y EU pactan ¿y los contribuyentes?

El Gobierno y el banco tienen un principio de acuerdo para liberar a la aseguradora de su control; el plan sólo se ajusta a las necesidades de efectivo del Gobierno: los ciudadanos deberán esperar.
jue 30 septiembre 2010 05:36 PM
La aseguradora, AIG, busca regresar su rescate a través de dar participaciones accionarias a la Reserva del Tesoro en Nueva York. (Foto: Reuters)
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American International Group (AIG) se está quitando los grilletes. Pero los contribuyentes seguirán atrapados durante un tiempo. El acuerdo de la compañía con el Gobierno estadounidense, anunciado este jueves, sobre sus 100,000 millones de dólares en fondos de rescate simplifica y mejora las finanzas de la aseguradora.

La noticia es potencialmente buena para los accionistas, encabezados por el Tesoro de Estados Unidos. Pero en principio el plan sólo ajusta los intereses del Gobierno. Cuesta ver de que manera recuperarán más rápido su dinero los contribuyentes y al mismo tiempo eleva el riesgo.

Al presidente de AIG, Bob Benmosche, naturalmente le gusta el acuerdo. La Reserva Federal de Nueva York dejará de ser un acreedor asegurado senior y cambiará 49,000 millones de dólares en acciones preferentes del rescate del Gobierno por acciones comunes.

La operación debería de permitirle a la aseguradora normalizar inmediatamente su relación crediticia con prestamistas y le daría en general más flexibilidad.

En lo que se refiere a la relación con el Gobierno, el Tesoro se hará cargo de los intereses de la Reserva Federal (Fed) de Nueva York, con lo que AIG tiene que tratar ahora con un sólo acreedor.

Benmosche tiene razón en que el estigma de ser uno de los receptores de la ayuda del Programa de Alivio para Activos en Problemas (TARP por sus siglas en inglés), que se está terminando, no es bueno para la credibilidad.

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Pero la optimista idea de AIG de que el plan "ofrece un pago total a los contribuyentes estadounidenses" es prematura. Parte de los 20,000 millones de dólares de los créditos de la Fed de Nueva York serán pagados, pero el resto del interés del Tesoro una vez más quedará en la estructura de capital.

El que su participación de 92.1% en AIG vaya a valer lo suficiente para pagar a los contribuyentes está en manos de los mercados financieros.

Para ser justos, Timothy Geithner, titular del Departamento del Tesoro, está hoy haciendo caja. Y Benmosche, que ha mejorado notablemente el desempeño de AIG, quiere incrementar más su valor. Mientras, el Gobierno está ganando dinero con la venta de las acciones de Citigroup, un precedente que no ha pasado desapercibido.

Pero vender una participación inferior al 30% del banco, por un valor inicial de cerca de 25,000 millones de dólares, está tomándole al Gobierno más tiempo del que se anticipó.

La insinuación de Benmosche de que liberarse de una participación mucho mayor y mucho más valiosa en AIG puede tomar de un año a 18 meses parece optimista.

Normalizar la situación financiera de AIG es un paso hacia adelante y el Gobierno puede ganar mucho dinero con su gran participación. No obstante, como los asesores de inversión siempre advierten, los precios de las acciones pueden bajar o pueden subir. Benmosche y sus colegas podrán respirar mejor cuando el plan esté listo; los contribuyentes tendrán que esperar.

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