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Secuelas del desastre de BP persisten

El crudo regado por la explosión aún llega a las playas del Golfo en forma de burbujas de alquitrán; los pescadores y el medio ambiente afectados por el incidente enfrentan un futuro incierto.
mié 20 abril 2011 01:55 PM
En el Golfo de México parece que la vida volvió a la normalidad pero no para los pesacadores quienes antes vivían del mar que aún arroja petróleo. (Foto: AP)
DERRAME PETROLERO (Foto: AP)

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Fue una catástrofe que pareció acabar con la forma de vida de sus habitantes. Una plataforma petrolera estalló en la oscuridad y sumió en el caos durante meses a la costa estadounidense del Golfo de México. Una ola de gas metano inició una explosión en la plataforma Deepwater Horizon en momentos en que estaba perforando el pozo Macondo 252, cerca del estado de Luisiana. Dos días después, la plataforma se hundió.

Un año después de que comenzó el peor derrame petrolero en la historia de Estados Unidos, varias ceremonias solemnes lo conmemorarán este miércoles y tratarán de llamar la atención sobre una recuperación delicada que apenas comienza a tomar forma.

Ocasionalmente, el petróleo sigue llegando a las playas en forma de burbujas de alquitrán, y los pescadores enfrentan un futuro incierto.

Pero los embotellamientos de tránsito en los angostos caminos costeros de Alabama, los atestados restaurantes de mariscos en Florida y las familias que están de vacaciones a lo largo de la costa de Luisiana, atestiguan el hecho de que la vida habitual está de vuelta, aunque lentamente.

"Solíamos quejarnos por ello", dijo Ike Williams, refiriéndose al intenso tránsito que se dirigía al mar en Gulf Shores, Alabama, lugar donde alquila sillas y sombrillas a los turistas. "Pero esta vez fue algo que vimos con enorme beneplácito", agregó.

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Aunque la vida está volviendo a la normalidad, quedan muchas preguntas por responder: ¿Se recuperará el sector pesquero? ¿El medio ambiente quedará como estaba antes? ¿El público hambriento de petróleo llegará a aceptar más perforaciones en aguas profundas?

"Pareciera como si todo hubiera pasado ya", dijo Tyler Priest, historiador del petróleo en la Universidad de Houston. "La gente ha puesto su atención en otras cosas. Pero se desenvolverá de la misma forma que lo hizo (el desastre en Alaska del buque tanque) Exxon Valdez. Habrá litigios durante 20 años", estimó el especialista.

El Gobierno federal reabrió el martes pasado la última de las regiones marinas cerradas el año pasado tras el gigantesco derrame, que abarcó aproximadamente 2,693 kilómetros cuadrados (1,040 millas cuadradas) alrededor de la plataforma Deepwater Horizon.

Las nuevas revelaciones en los correos electrónicos que un ingeniero de British Petroleum intercambió con su esposa, arrojaron más luz sobre los traspiés cometidos en la desaparecida plataforma antes de que ésta explotara.

En los meses transcurridos desde la detonación el 20 de abril del 2010, un administrador ha entregado indemnizaciones por 3,800 millones de dólares de un f ondo de 20,000 millones establecido por BP para atender reclamos.

La cifra de trabajadores dedicados a limpiar el mar y las costas pasó de 48,000 en el momento más álgido del derrame a 2,000 en la actualidad.

La mayoría de los científicos están de acuerdo en que los efectos "no fueron tan graves como muchos pronosticaron", dijo Christopher D'Elia, decano en la Facultad de la Costa y el Medio Ambiente en la Universidad Estatal de Luisiana. "La gente había dicho que éste era un apocalipsis ecológico, y eso no ocurrió".

Sin embargo, los biólogos están preocupados por el impacto a largo plazo del derrame sobre la vida marina.

"Hay efectos en cadena", indicó D'Elia. "Podría ser la acumulación de toxinas en la cadena alimenticia, o cambios en la red trófica. Algunas especies podrían ser dominantes".

 

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