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A Pemex le urge inversión privada

Calderón debe presentar una reforma agresiva para que Pemex se parezca a Petrobras, dicen expertos; los analistas advierten la necesidad de una mayor libertad financiera para la paraestatal.
lun 23 mayo 2011 06:00 AM
Las empresas petroleras buscan contratos competitivos para invertir en sectores petroleros específicos. (Foto: Photos to go)
El precio del petróleo a la baja El precio del petróleo a la baja (Foto: Photos to go)

El presidente Felipe Calderón tendrá que presentar una reforma ‘agresiva' si quiere garantizar que modernizará a la paraestatal Pemex y que se parecerá a la brasileña Petrobras , por lo que en la iniciativa que enviará al Congreso debe plantear una mayor y competitiva participación de la inversión extranjera en la explotación del petróleo en el país, dijeron expertos del sector energético. Aunque Pemex ha logrado estabilizar la producción petrolera, luego de que sufriera una fuerte caída en el periodo 2005-2009 por la desaceleración de su mayor campo Cantarell, la empresa necesita cambios estructurales para no perder su posición a nivel mundial como séptimo productor de crudo y ser la principal fuente de ingresos del Gobierno federal.

Tras una constante baja que inició luego del récord histórico alcanzado en 2004, la producción de crudo se ha estabilizado en alrededor de 2.5 millones de barriles por día (bpd), y la meta es aumentar la producción a 2.6 millones de bpd en 2011, cerrar el próximo año en 2.7 millones de bpd y llevar la producción hasta los 3 millones de bpd después de 2012, según las estimaciones del Gobierno.

"El punto preciso de la reforma es que los contratos (ofrecidos a las empresas privadas) deben ser competitivos en referencia con los ofertados en otros lugares donde las empresas realizan exploraciones", dijo la directora del Foro de Energía del Instituto Baker y profesora de estudios energéticos de la Rice University de Houston, Texas, Amy Myers Jaffe.

La experta apunto que varios países ofrecen tasas de rendimiento por sobre el 7% del capital invertido en los proyectos. "Si el rendimiento del capital es insignificante, como los contratos (incentivados) que México ha revelado recientemente, nadie hará una oferta y será un fracaso".

La reforma petrolera de 2008  promovió la implementación de los llamados contratos incentivados de exploración y producción en campos maduros, con los cuales las empresas privadas podrán participar, por primera vez, en esta parte del sector petrolero local.

La operación de estos contratos consiste en que si el contratista (empresa privada nacional o extranjera) logra una mayor producción o menores costos, recibe un pago en efectivo preestablecido por barril extraído, o una proporción preestablecida por la utilidad adicional por consecuencia de la reducción de costos.

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Los primeros campos maduros que se licitarán bajo dicho esquema se localizan en la región sur del país, las zonas están identificadas con los nombres de Magallanes, Santuario y Carrizo.

"Si México quiere realizar más perforaciones para descubrir nuevos campos, los acuerdos de producción compartida son la mejor manera de ir como se hizo en Brasil", dijo Myers Jaffe.

Las finanzas públicas del país dependen en más de una tercera parte de los ingresos de Pemex, por lo que muchos políticos muestran su rechazo a compartir lo que han llamado los beneficios de la soberanía nacional.

Según el Artículo 27 Constitucional, corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales incluido el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos; aunque en la actualidad Pemex permite la subcontratación de empresas privadas en algunas operaciones petroleras.

"No puedes quedarte con medias tintas, o presentas algo realmente agresivo con el cual puedes negociar o no presentes nada, porque si presentas una reforma poca agresiva en el proceso de negociación se te va a hacer pedazos como pasó con la reforma de 2008", dijo Miriam Grunstein, experta en legislación del sector y catedrática del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

Como Petrobras

El mandatario mexicano planteó el pasado 10 de mayo que busca convertir a Pemex en una empresa similar a la brasileña Petrobras o la noruega Statoil, que permiten la inversión extranjera en exploración y producción, pero también dentro de su modelo de negocio aprueban la venta de acciones a inversionistas locales o extranjeros.

Calderón dijo en una entrevista concedida a Bloomberg que la venta de acciones sería una alternativa. Horas más tarde la Presidencia precisó que esta opción no sería considerada en esta reforma, pero sí podría en un futuro. Ante esto, los expertos condenaron este rechazo.

Ante la precisión de Calderón de que no planea convertir a Pemex en una empresa pública, los expertos condenan este rechazo.

"Con esto la estructura de Pemex logra más libertad financiera, y también lo que se tiene que hacer es permitir más competencia de otras empresas petroleras, porque la estructura que se tiene ahora es una estructura cerrada de alguna manera, el capital privado participa como intermediario o subcontratado, y esa no es la manera más efectiva ni eficiente para generar renta", dijo el analista de Gas Energy, Roger Tissot.

En los estatutos sociales de Petrobras, la empresa se define como una sociedad de economía mixta, bajo el control del Gobierno del 50% de las acciones más una como mínimo, con un plazo de duración indeterminado.

Precisa que Petrobras podrá constituir subsidiarias, así como también asociarse, mayoritariamente y/o minoritariamente a otras empresas, para trabajar en conjunto en el sector petrolero nacional e internacional.

"Hay ofertas en Brasil llevadas a cabo por el Gobierno donde las empresas internacionales son libres para hacer una oferta en conjunto con Petrobras o, en determinadas regiones, independientemente de Petrobras o asociadas con otras empresas", dijo Amy Myers Jaffe.

Las acciones de Petrobras se dividen en ordinarias, con derecho a voto, y preferidas sin derecho a voto. Además del Gobierno, en calidad de accionista controlante, pueden ser accionistas personas físicas o jurídicas brasileñas o extranjeras, residentes o no en el país.

"Lo que he escuchado del lado de las grandes empresas petroleras es que se necesita compartir los riesgos y las ganancias (en los proyectos de Pemex), pero se necesitan cambios constitucionales, y mientras no se realicen las inversiones no van a llegar a México, inversiones que buscan explorar principalmente en aguas profundas", dijo por su parte Odón de Buen, presidente de Energía, Tecnología y Educación (Ente).

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