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Apple contesta al gobierno: ‘muérdeme’

La firma dijo a la justicia de EU que ayudó a abrir el mercado del eBook, dominado por Amazon; el gobierno estadounidense demandó a Apple por el delito de manipulación de precios.
lun 28 mayo 2012 01:36 PM
La respuesta presentada por Apple ante la justicia no trata de defender a las cinco editoriales acusadas por el Departamento de Justicia de colusión para fijar precios. (Foto: Reuters)
apple ipad rumores

No me había divertido tanto leyendo documentos legales desde el caso Watergate.

Me encantó la demanda por manipulación de precios que presentó Estados Unidos contra Apple y otras editoriales por los detalles jugosos: las 56 llamadas telefónicas, las reuniones clandestinas en los restaurantes de Manhattan, los correos electrónicos secretos "borrados dos veces" para asegurarse de que no pudieran ser rastreados.

Pero la respuesta de Apple, presentada el martes, es una sugestiva lectura por la claridad y la precisión con la que despedaza el caso interpuesto por el Gobierno estadounidense.

Al menos, en lo que concierne a Apple.

En el espacio de seis párrafos del documento califica las afirmaciones hechas por el Departamento de Justicia como "absurdas" y "esencialmente erróneas," y acusa al Gobierno de "ignorar los hechos inconvenientes" y de favorecer el monopolio en lugar de la competencia.

El párrafo clave dice a la letra:

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El Gobierno parte de la falsa premisa de que el "mercado" de los eBooks estaba caracterizado por una "robusta competencia de precios" antes de la entrada de Apple. 

Esto ignora un hecho simple e indiscutible: antes de 2010, no había una competencia real, sólo existía Amazon. En el momento en que Apple entró en el mercado, Amazon vendía nueve de cada diez libros electrónicos, y su poder sobre el precio y la selección del producto era casi absoluto.

La entrada de Apple propició un gran crecimiento en los títulos de libros electrónicos, rangos y variedad de ofertas, ventas, y una mejor calidad de la experiencia de lectura de libros electrónicos. Esta es una evidencia de un mercado dinámico y competitivo.

Estos hechos inconvenientes se ignoran en la demanda. En cambio, el Gobierno se centra en el aumento de los precios de un puñado de títulos. La demanda no alega que todos los precios de los libros electrónicos, o incluso que la mayoría de los precios de los eBooks, aumentaron después de que Apple entrara en el mercado.

La respuesta presentada por Apple ante la justicia no trata de defender a las cinco editoriales acusadas por el Departamento de Justicia de colusión para fijar precios. De hecho, básicamente los lanza debajo del autobús, señalando que si había una conspiración para fijar los precios entre los coacusados ​​-como se presume que la hubo- se la ocultaron también a Apple.

Mientras tanto, los abogados del Gobierno se las verán difíciles para demostrar que Apple violó leyes antimonopolio, sencillamente porque la cuota de mercado de la tecnológica en el negocio del libro electrónico, antes del lanzamiento de la iPad, era esencialmente de cero.

No pueden armar un caso de colusión contra Apple porque, sea lo que sea que pactaran los editores entre sí, no hay evidencia de que Apple conspirara con sus competidores. Ni siquiera pueden utilizar como prueba las citas tomadas de la biografía de Steve Jobs debido a que son rumores.

El único elemento del caso presentado por el Gobierno que parecía iba a darle algún problema a los abogados de Apple era la acusación de que la cláusula de la nación más favorecida añadida por Steve Jobs en el último minuto fue "diseñada para proteger a Apple de tener que competir en términos de precio, mientras Apple seguía conservando el margen del 30%".

En su respuesta, el equipo legal de Apple ni siquiera fue capaz de nombrar la cláusula, refiriéndose a ella por sus siglas MFN (most-favored-nation). Pero se las arreglaron para señalar ciertas deficiencias en el argumento del Gobierno, indicando, entre otras cosas, que la tajada del 30% que Apple toma de las ventas difícilmente es un margen de ganancia pura. Pues cuesta dinero dirigir la iBookstore, y aunque Apple no afirma que pierde dinero con las ventas de libros electrónicos, ese negocio en realidad no le reporta grandes beneficios.

La esencia del documento presentado por Apple viene en esos primeros seis párrafos introductorios. El resto es una refutación punto por punto de los argumentos del Gobierno y un compendio de las defensas de Apple.

El documento completo está disponible aquí como un PDF.

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