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La crisis de los televisores

Las ventas de televisiones sufren un desplome, por lo que los fabricantes viven años difíciles; gran cantidad de hogares ya cuenta con una TV de pantalla plana, lo que reduce el universo de venta.
lun 02 julio 2012 05:15 PM
En 2010, México ocupó el primer lugar a nivel mundial en valor de las exportaciones de pantalla plana. (Foto: Thinkstock)
tv (Foto: Thinkstock)

Los televisores de pantalla plana han perdido su ‘momentum,' así lo muestran los últimos datos de NPD DisplaySearch. Los envíos mundiales de televisores cayeron 8% en el primer trimestre de 2012 respecto al año anterior. Ésa es la tasa de caída más pronunciada desde el segundo trimestre de 2009. El mayor contribuyente a este descenso fue una desaceleración en los envíos de televisores LCD, que por primera vez registraron una disminución interanual.

Hay más malas noticias. Los modelos LCD disminuyeron poco más de 3% a 43 millones de unidades enviadas. Los aparatos de plasma también sufrieron una caída interanual de 18% después de haber descendido 8% en el cuarto trimestre de 2011. Aun cuando es usual que el primer trimestre del año reporte una caída respecto al cuarto trimestre, toda vez que los consumidores aprovechan las ventas pre y post navideñas, este año fue muy diferente a los anteriores.

"En el primer trimestre hubo una contracción mucho mayor que en los años previos. El principio de este año fue sencillamente un mercado a la baja", apunta Tom Morrod, analista de IHS iSuppli.

¿Qué es exactamente lo que está pasando con los televisores?

Las ventas en Estados Unidos y otros mercados que pasaron de la televisión analógica a la digital vieron años de mucha actividad. Ahora, están experimentando una mengua dramática. Los aparatos de pantalla plana, que alguna vez estuvieron prohibidos para los bolsillos de los consumidores promedio, han reducido su precio tremendamente. Todos los que alguna vez desearon un televisor de pantalla plana probablemente ya lo tengan.

Y parece que la industria no sabe cómo responder para mantener las ventas. Los consumidores han rechazado las principales estratagemas, incluyendo sofisticados paneles en 3D y los llamados televisores conectados que ofrecen funciones coligadas a Internet.

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"Esto obedece a varias dinámicas, pero en realidad todo se reduce a que el precio es el principal factor, junto con el tamaño. Los consumidores están dispuestos a gastar una cantidad de dinero fija y buscan el equipo más grande que puedan conseguir con ese dinero", comenta Morrod.

Por tanto, la estrategia de la industria de aumentar el valor con nuevas funciones y mantener los precios altos ha fallado tanto como la venta de los televisores. Tampoco les ha funcionado ofrecer equipos ultradelgados. "Actualmente entre el 70% u 80% de los hogares tiene un televisor de pantalla plana", señala Paul Gagnon, analista para Norteamérica de NPD DisplaySearch.

Por tanto, hay un menor número de consumidores a los que venderles, y en este sentido la nueva realidad del mercado es que la mayoría de los consumidores han retornado al ciclo de reemplazo.

Lo que es diferente esta vez es que los televisores duran tanto tiempo que los fabricantes no pueden esperar a que la televisión se descomponga. "Hoy en día no sustituimos nuestros aparatos porque el viejo ya no funciona, sino porque queremos uno más grande", menciona Gagnon.

Cuando los consumidores que compraron un televisor hace cinco o seis años volvieron a las tiendas, se encontraron con pantallas más grandes por menos dinero, pero las funciones siguieron sin importar mucho.

Eso es "lo malo, al menos para el fabricante, que el consumidor no quiera pagar por funciones adicionales. Así que los consumidores preferirán equipos de gran tamaño con funciones básicas. El consumidor de hoy no paga el doble por una televisión con conexión a Internet", expone Morrod.

¿Qué puede revivir a un sector moribundo? Los fabricantes aún apuestan por las nuevas tecnologías, en particular dos que están por debutar: los televisores con una resolución más alta que HD y los modelos OLED ultradelgados. "Las televisiones OLED y 4K tienen ventajas sobre las tecnologías actuales. Los fabricantes de esos equipos tendrán la oportunidad de generar ingresos."

El problema es que estas tecnologías están siendo apoyadas por diferentes fabricantes.

"OLED y 4K son de hecho mutuamente excluyentes por ahora", destacó Gagnon. "Es técnicamente imposible en este momento obtener resolución 4K en televisiones OLED, y si bien eso cambiará, no sucederá hasta dentro de cinco o seis años. Hasta ese entonces, las dos tecnologías coexistirán en el espacio de los equipos de gama alta. Los consumidores tendrán que decidir cuál es mejor".

Y para cuando las dos tecnologías convivan en un único aparto, tal vez las masas estén listas para comprar un nuevo televisor.

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