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HSBC: ¿Demasiado grande para la cárcel?

El acuerdo por 1,900 mdd con autoridades de EU ha sido criticado por ignorar a los responsables; una razón para evitar un proceso penal es el miedo a que el banco cierre sus operaciones en el país.
jue 13 diciembre 2012 01:36 PM
HSBC está presente en Paraguay desde 2007, tras la adquisición de la filial del Lloyds TSB Bank. (Foto: Reuters)
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Las autoridades federales de Estados Unidos se mostraron satisfechas cuando anunciaron el acuerdo por 1,900 millones de dólares con la entidad financiera HSBC, implicada en lavado de dinero.

Pero casi tan pronto como se conoció la noticia este martes, los críticos corearon las preguntas ya familiares en los casos que involucran a grandes bancos: ¿Por qué no fue acusada y procesada HSBC, y por qué ningún individuo fue considerado responsable?

El acuerdo "es una burla al sistema de justicia criminal", señaló Jimmy Gurulé, profesor de derecho en Notre Dame y ex vicefiscal general.

Como parte de un acuerdo de enjuiciamiento diferido, HSBC admitió que los ejecutivos ignoraron durante años las señales de advertencia de que los cárteles de la droga en México estaban utilizando sus divisiones para lavar cientos de millones de dólares a través de Estados Unidos.

El banco también reconoció que su personal internacional había eliminado la información de identificación en transacciones hacia Estados Unidos de países como Irán y Sudán, con el fin de evadir las sanciones.

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Para empeorar las cosas, HSBC recibió varias advertencias. En 2003, reguladores estadounidenses le ordenaron al banco fortalecer sus controles antilavado de dinero, y lo hicieron de nuevo en 2010 después de descubrir que había seguido ignorando las transacciones sospechosas.

"El historial de la disfunción que prevaleció en HSBC durante muchos años fue asombroso", dijo el fiscal general adjunto Lanny Breuer. "Hoy, HSBC está pagando un alto precio por su conducta ".

A pesar de que el citado acuerdo incluye la mayor cifra en la historia en un caso que implicaba a un banco, se mantiene el debate sobre si realmente representa un "precio muy alto".

"Parece que hay una excepción para los empleados de los grandes bancos implicados en violaciones particularmente graves y flagrantes de la ley", cuestionó Gurulé. "Se trata de una política insensata".

Además de la multa, con un  monto récord para los casos de lavado de dinero en Estados Unidos, Breuer indicó que a los funcionarios responsables del cumplimiento de las normas en HSBC se les ha pedido la devolución de sus bonos, y la mayoría de los altos directivos de HSBC ha sido reemplazados desde la conducta en cuestión, que se extendió desde mediados de la década de 1990 hasta 2010.

"El banco HSBC de hoy es una organización fundamentalmente diferente de la que cometió esos errores", dijo el CEO de HSBC Stuart Gulliver en un comunicado este martes.

Breuer dio a entender que una de las razones por la cual Estados Unidos podría abstenerse de atraer un proceso penal contra HSBC es la preocupación de que ello pudiera ocasionar la pérdida del brazo estadounidense del banco y el cierre de operaciones en el país.

Existe un precedente: Nick Harbist, abogado defensor en delitos de cuello blanco y ex fiscal federal, explica que los funcionarios de Gobierno encargados de hacer cumplir la ley se han mostrado reacios a acusar penalmente a compañías desde que la firma contable Arthur Andersen colapsó hace una década -llevándose con ella 25,000 empleos- después de haber sido condenada en conexión con el escándalo Enron. La condena fue anulada posteriormente por la Corte Suprema.

"Nuestro objetivo no es hundir a HSBC, no buscamos causar un efecto sistémico en la economía, ni que la gente pierda miles de empleos", expresó Breuer. "Las personas inocentes que sufrirían no se merecen eso".

Aún así, HSBC podría ser procesada si viola los términos de su acuerdo con el Gobierno, y el enjuiciamiento diferido no impide que se inicien casos en contra de individuos. Si bien Breuer no descartó tales casos, tampoco sugirió que vayan a construirse.

Con respecto a las transacciones mexicanas, calificó el problema como negligencia corporativa. "Aún cuando la conducta de HSBC fue mala, este no es un caso en el que la gente de HSBC tuviera la intensión de crear el blanqueo de dinero", dijo. "Ellos no disponían de los controles que necesitaban".

En cuanto a las transferencias provenientes de los países sobre los que pesan sanciones, Breuer sugirió que las personas culpables en la empresa matriz del HSBC, con sede en Londres, podrían no estar sujetas a las correspondientes leyes de Estados Unidos.

"No hay ninguna acusación de que en Estados Unidos, donde las personas tienen la obligación, fueran conscientes de lo que estaba pasando. Más bien, nuestra teoría de este caso... es que la matriz ocultó esto a las ramas en Estados Unidos", dijo. "Ahora estamos haciendo responsable a la matriz de una conducta que no viola la ley británica, pero que sí viola la ley estadounidense".

El acuerdo de HSBC eclipsa de lejos a otras sanciones en otros recientes casos de lavado de dinero, aunque los 1,900 millones de dólares que pagará al Gobierno estadounidense son apenas una fracción de los 16,800 millones de dólares en ganancias obtenidas el año pasado.

La carga recae en última instancia sobre los accionistas del banco, pero los inversionistas restaron importancia a la noticia, empujando los títulos de HSBC un 0.6% más arriba en Londres y Nueva York en la jornada del martes.

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