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A BlackBerry le llueve sobre mojado

La empresa consumió de sus arcas 500 mdd en el reciente trimestre, y su panorama se ha complicado; los socios se alejan e incluso podría malograrse su intento de compra por parte de la firma Fairfax.
jue 03 octubre 2013 03:57 PM
La firma demoró en emplear pantallas táctiles. (Foto: Getty Images)
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Mucho se ha hablado sobre cuál fue el error de BlackBerry, y sobran las explicaciones:

  • La compañía se tornó complaciente con la participación de mercado alcanzada tempranamente.
  • No escuchó a los consumidores, sino que intentó decirles lo que ellos querían.
  • Nunca tuvo éxito en cortejar a los desarrolladores.
  • Descuidó las pantallas táctiles por mucho tiempo.
  • Nunca aprovechó su servicio de mensajería en nuevos proyectos de negocios.
  • Tuvo constantes peleas entre sus directivos sobre el camino para corregir la empresa.

Y un largo etcétera.

La gran pregunta que la compañía encara hoy día es qué podría salir mal a partir de aquí. En las últimas semanas, las señales se han vuelto más claras. Las pérdidas están aumentando tan rápidamente que la empresa consumió de sus arcas 500 millones de dólares (mdd) en el reciente trimestre, aproximadamente un dólar por acción.

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Anunció que eliminaría un tercio de sus empleados y asumiría una pérdida de 960 mdd por inventario no vendido. BlackBerry declaró el miércoles que estaba perdiendo su cuota de mercado internacional. Fairfax Financial, su mayor inversor, está tratando ahora de organizar una compra para deslistarla de la Bolsa.

La pregunta correlacionada, por supuesto, es qué podría salir bien, y aquí la respuesta parece ser la siguiente: no mucho. ¿Una fusión con un pudiente gigante tecnológico? Improbable. ¿Un giro al estilo Dell para no cotizar en Bolsa y resurgir dentro de dos años con teléfonos más competitivos? Pocas probabilidades de que suceda. ¿Dividirla en partes, fragmentando las patentes, el servicio de mensajería y los dispositivos? Tal vez, pero difícilmente será un final feliz.

Panorama complicado

Gran parte de los análisis sobre el futuro de la compañía han acentuado lo negativo. Por mucho que a los alcistas les gustaría ver un resurgimiento, sigue habiendo varios factores que lo obstaculizan, y son colosales.

La amenaza más inmediata es que la financiación de la compra se malogre. Fairfax necesita prestamistas o coinversores para financiar la operación. La empresa ha estado explorando opciones durante el último año, y si una firma de capital privado quisiera participar ya lo hubiera hecho.

BlackBerry ha sido una luminaria tecnología para Canadá, por lo que los fondos de pensiones canadienses quizás quieran entrar, pero las responsabilidades fiduciarias también podrían impedirles a algunos de estos fondos respaldar este acuerdo.

Esa reticencia se produce a pesar de la valoración de ganga. La acción cotiza a una quinta parte de los ingresos de los últimos 12 meses. Ya hay señales de que Fairfax puede reducir su oferta a siete dólares por acción desde la cifra original de nueve dólares por papel.

Fairfax, además, se ha protegido bien en el caso de que el acuerdo de compra fracase. La tecnológica acordó pagarle 157 millones de dólares si la operación se cancela , una cantidad elevada para un break-up fee. Un jugoso pago solo por dedicar unos meses a buscar coinversores. En el ínterin disuadiría a otros de proponer ofertas rivales.

Si la operación de compra se frustra, el valor de la tecnológica puede caer a cinco dólares por acción, estima Bernstein Research. Las patentes de la compañía, valoradas en cerca de 2,800 millones de dólares, quizás no puedan venderse tan alto como hace un año, cuando Google, Microsoft y otros pagaban sustanciosas primas por ellas. Ahora estas compañías tienen robustas carteras de patentes, y si quieren engordarlas es poco probable que paguen de más.

Se alejan los socios

Entre tanto, mientras más se prolongue la incertidumbre, más clientes y socios querrán alejarse de la empresa. Esto ya está ocurriendo con el socio fabricante Jabil Circuit y el operador T-Mobile, y clientes como Morgan Stanley están retrasando las actualizaciones a los nuevos dispositivos del sello. Si estas tendencias continúan los ingresos sufrirán más y la posibilidad de darle un giro a la compañía se evaporará.

La constante lluvia de malas noticias ya ha calado en la marca BlackBerry, en una época donde los dispositivos móviles gravitan en torno al sello. El descenso en el precio medio de venta de BlackBerry sugiere que los teléfonos que se venden son los modelos más antiguos, no el Z10 y el Q10 . Aunque esos nuevos teléfonos tienen sus fans, no han resonado en un amplio segmento del mercado de consumo.

Eso es una pésima noticia, ya que las mejores posibilidades de la empresa eran precisamente esos dos smartphones. Tal vez se hubieran vendido mejor en un mercado menos competitivo, pero las tribulaciones de Blackberry empañaron su imagen.

En retrospectiva, el Z10 y el Q10 pueden ser vistos como la mejor oportunidad de BlackBerry para orquestar un seguro cambio de rumbo. Por ahora, sin embargo, esta empresa tiene más cosas que juegan en su contra que a su favor.

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