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Fracasan charlas por el Canal de Panamá

El consorcio de constructoras que ampliarían la ruta acusó rigidez de las autoridades panameñas; la contraparte sostiene que no aceptará “chantajes” y se prepara para concluir las obras.
mié 05 febrero 2014 11:07 AM
La suspensión del proyecto pondría en riesgo hasta 10,000 puestos de trabajo. (Foto: Getty Images)
canaldepanama

El consorcio de constructoras liderado por la española Sacyr expresó que las autoridades panameñas rompieron las negociaciones en la disputa que mantienen desde principios de año sobre los 1,600 millones de dólares de presuntos sobrecostos en el proyecto que iba a ampliar el Canal de Panamá.

En un comunicado en el que se atribuye el fracaso de las negociaciones a la "posición injustificadamente rígida" de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) dijo que esta ruptura ponía en riesgo la propia expansión de la ruta transoceánica, que podría verse retrasada hasta cinco años según previsiones de una aseguradora.

"Sin una solución inmediata, Panamá y ACP enfrentarán años de disputas ante los tribunales nacionales e internacionales sobre los pasos que han llevado el proyecto al borde del fracaso", dijo el consorcio.

Entérate: Zurich entra al caso Canal de Panamá

Por su parte, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) afirmó este miércoles que no aceptará "chantajes" y que se prepara para reanudar la construcción del tercer juego de esclusas de la vía acuática.

El administrador de la ACP, Jorge Quijano, afirmó que el Grupo Unidos por el Canal (GUPC) "ejecutó su amenaza" de suspender las obras, después de que la ACP mantuvo su posición de no reconocer costos extras "exorbitantes y no sustentados".

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"Lo que no vamos a permitir es que esta obra se detenga por un período excesivo, tomaremos las acciones necesarias en el momento adecuado", declaró Quijano en conferencia de prensa.

Dijo que "el Canal va a cumplir todos los pasos del contrato y va a terminarla en el 2015 con o sin GUPC", y sostuvo que la ACP no fue quien rompió las conversaciones.

Quijano explicó que, tras la suspensión total de las obras, ha comenzado a correr un periodo de tiempo (que no precisó) establecido en una "carta de consideración de rescindir el contrato" que ya fue enviado al consorcio, aunque no precisó en qué fecha.

“El Canal de Panamá no se va a dejar chantajear” y advirtió que la ACP está preparada para enfrentarse ante cualquier demanda y “en cualquier tribunal del mundo”.

Quijano reveló que "hay empresas que ya han pasado a ver en qué estado están las obras" porque tienen interés en asumir los trabajos inconclusos.

"Hay de todo tipo de ofertas y vamos a esperar el momento. Ahora mismo no vamos a hablar de eso porque no hemos contratado a ninguna, esos son los pasos que vienen en el caso que sean necesarios", dijo.

Gran escollo

La financiación de 1,600 millones de dólares adicionales que el consorcio entiende necesarios para concluir el tercer juego de esclusas del Canal de Panamá llevó al GUPC a amenazar a las autoridades panameñas a principios de año con una paralización de las obras.

El acuerdo está aparentemente atascado en unos anticipos de 785 millones de dólares concedidos por la ACP, que exige sean devueltos en plazo, mientras que el consorcio, necesitado de liquidez inmediata para continuar los trabajos, basaba su propuesta en pedir un aplazamiento a esa devolución en espera de los arbitrajes resolviesen las diferentes reclamaciones.

"La mayor parte del aporte de la ACP es mediante la extensión del plazo para la devolución de los fondos ya adelantados y que están plenamente asegurados, para que GUPC sea capaz de poner más fondos en el proyecto ahora", dijo el consorcio el miércoles.

La propuesta del GUPC se basaba asimismo en que la ACP aportaría nueva financiación por 100 millones de dólares, lo mismo que el consorcio, que pondría además otros 400 millones de dólares adicionales. Una fuente consultada por Reuters el mes pasado había señalado que una de las opciones para conseguir fondos era convertir en préstamos las garantías del proyecto.

Pierde Sacyr

La ruptura de las conversaciones con Panamá provocaba que las acciones de Sacyr perdieran lo recuperado en la víspera y cayeran más del 6% tras la primera hora de negociación en Madrid , mientras que las de Salini Impregilo, el otro integrante importante del proyecto, bajaban cerca del 3% en Milán.

"Ayer el mercado descontó que hubiese un acuerdo y hoy que no se haya producido. Pero el daño en cuanto a imagen ya está hecho. Les saldrán más contratos, pero todo lo que hagan lo van a mirar con lupa", dijo un operador en Madrid que quiso mantener el anonimato.

Varios analistas consultados por Reuters dijeron que aún es pronto para evaluar el impacto que este ya deficitario proyecto tendrá finalmente en Sacyr puesto que se avecina una larga batalla legal.

"Recientemente, Sacyr comunicó a la CNMV que tenía 476 millones de euros en anticipos y garantías asociados al proyecto. Podemos considerar esta cifra como el peor escenario, pero el impacto real solo se fijará tras años en los tribunales si no hay un acuerdo final", dijo un analista de ESR, Juan Carlos Calvo.

...y Panamá

Analistas de Banc Sabadell dijeron en un informe para clientes que el retraso en el proyecto tendría un costo elevado para Panamá, que espera que la ampliación genere millones de dólares en ingresos proyectados en peajes al posibilitar el tráfico de barcos de mayor tamaño.

"La ruptura generaría un retraso y este tendría un coste altísimo para la ACP (por el lucro cesante), por lo que nosotros creemos que no hay que dar la ruptura como hecha", señaló el broker español.

El GUPC aseguró que mantenía su voluntad negociadora y señaló en el comunicado que el fracaso del proyecto para el tercer juego de esclusas "dejará una sombra permanente sobre el proyecto de expansión del Canal de Panamá en los libros de historia".

La actual disputa por los multimillonarios sobrecostos de ampliar una de las rutas marítimas con más tráfico del mundo viene de largo, aunque no salió a la luz pública hasta hace algo más de un mes, y en ella se han ofrecido como mediadores tanto los gobiernos de España e Italia, como la Comisión Europea.

El consorcio de Sacyr ganó en julio de 2009 el contrato con una oferta de 3,120 millones de dólares, por debajo de lo que se había fijado como referencia la ACP y 1,000 millones inferior a la de su siguiente contendiente, un consorcio de la constructora estadounidense Bechtel.

Además de Sacyr y Salini Impregilo, el consorcio está integrado por la belga Jan De Nul y la panameña Constructora Urbana (CUSA).

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