Derrame de Pemex será difícil de limpiar
Un reciente derrame de crudo provocado por una toma clandestina en un oleoducto en el norte de México, y que contaminó un río, tardará hasta tres meses en ser limpiado, estimó el jueves una autoridad ambiental, que aseguró que ya fueron adoptadas medidas para evitar el avance del hidrocarburo.
El incidente se produjo el domingo en el oleoducto Madero-Cadereyta, en el norteño estado de Nuevo León, y fue controlado ese mismo día, según versión de la estatal petrolera Pemex que no dio más detalles sobre la cantidad de crudo derramado ni las afectaciones a la zona, que incluyen al Río San Juan.
Pemex, cuyo largo monopolio en el sector petrolero local acabó este mes con una reforma energética, es azotada constantemente por tomas clandestinas en sus ductos, lo que ha provocado además de derrames e incendios y hasta muertos, miles de millones de dólares en pérdidas.
"Hubo una mancha aproximadamente de seis kilómetros del derrame de estos hidrocarburos. Se está protegiendo la zona a través de un tema de los famosos llamados cordones oleofílicos, lo que hace que se detenga la posibilidad de que avancen", dijo el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld.
El funcionario agregó a periodistas que la reparación "en ese tramo tardará aproximadamente, entre dos y tres meses, pero está contenido de una forma a través de estos cordones".
Pemex, una de las mayores petroleras del mundo cuyos aportes fiscales son vitales para los ingresos del Gobierno, deberá competir con otras empresas petroleras a partir de que se otorguen los primeros contratos de exploración y extracción de hidrocarburos en la llamada Ronda Uno el próximo año.
Directivos de la firma han dicho que buscarán socios para algunos proyectos de hidrocarburos, que les ayuden a elevar su declinante producción de crudo y que compartan el riesgo exploratorio.
