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Abengoa aleja al ‘fantasma’ de la quiebra

La empresa de energía llegó a un preacuerdo con sus acreedores; la propuesta aún debe ser validada por aquellos que tienen el 75% de los pasivos de la empresa.
jue 10 marzo 2016 09:48 AM
De no llegar a un acuerdo con acreedores, la quiebra de Abengoa sería una de las más grandes en la historia reciente de España. (Foto: Reuters)
abengoa logo De no llegar a un acuerdo con acreedores, la quiebra de Abengoa sería una de las más grandes en la historia reciente de España. /

El gigante español de las energías renovables Abengoa alcanzó este jueves un preacuerdo con sus acreedores para que tomen el control de la compañía a cambio de evitar su quiebra, siempre que el pacto se valide antes de final de mes.

La empresa "ha acordado con los asesores de dichos acreedores las bases para un acuerdo de restructuración de su deuda financiera y recapitalización del grupo", señaló Abengoa en un comunicado.

Los grandes bancos y tenedores de obligaciones de Abengoa, entre ellos Banco Santander, HSBC o Crédit Agricole, están dispuestos a aportar nuevo capital para reestructurar la deuda a cambio de obtener el 90% del control de la compañía.

El nuevo préstamo "ascendería a una cantidad entre 1,500 y 1,800 millones de euros por un plazo máximo de cinco años" a cambio de obtener un 55% del capital. El preacuerdo prevé también la reestructuración del 70% de su deuda a cambio de otro 35% de capital.

Los actuales accionistas, entre ellos la familia fundadora Benjumea, conservarían una participación de 5%, muy por debajo de 51% de los derechos de voto que controlan actualmente.

Pero esta propuesta todavía debe ser validada antes del 28 de marzo por acreedores que representen al menos el 75% del pasivo de la empresa, que también tiene negocios en México. La oferta será presentada a los acreedores la próxima semana, según una fuente cercana al caso.

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En caso contrario, Abengoa, con unos 28,000 empleados en todo el mundo a septiembre pasado, no tendrá otra opción que declararse en quiebra y convertirse en una de las mayores empresas en caer en la historia reciente de España.

Los herederos de Javier Benjumea, fundador hace 75 años de Abengoa en Sevilla, fueron poco a poco apartados del mando por los bancos que estaban descontentos con su gestión.

Una de las últimas muestras de esta desconfianza fue el nombramiento, a principios de marzo, de Antonio Fornieles como nuevo presidente. Tras ser consultor de KPMG, Fornieles reemplazó a José Domínguez Abascal, considerado demasiado próximo a la familia y quien sólo se mantuvo cinco meses en el cargo.

'Puede ir adelante'

Para la nueva dirección de Abengoa, el preacuerdo de este jueves contiene "los elementos esenciales para alcanzar un futuro acuerdo de reestructuración" que, junto a un plan de reorganización de sus actividades, permitirán al grupo avanzar.

La empresa tiene previsto abandonar algunas actividades, especialmente en los biocarburantes, para dar pie a una nueva entidad más pequeña.

En la Bolsa de Madrid, las acciones serie B de Abengoa pierden 14.83% a 0.32 euros, a las 13:30 hora local. 

Estos títulos, que dan a quienes las poseen derecho de voto en la empresa, ganaron la semana pasada más de un 50%.

"Todavía hay muchas dudas pero creo que este plan es positivo", comentó a la AFP, Iván San Félix, analista de la firma Renta 4. Abengoa "puede ir adelante, algo que hace algunos meses parecía casi imposible".

Antiguo estandarte de la industria española, escogida en 2010 por el presidente estadounidense Barack Obama para construir en Arizona una de las mayores centrales solares del mundo, Abengoa se vio sobrepasada por inversiones en todos los niveles que ya no pudo financiar.

Su deuda bruta llegó hasta los 9,395 millones de euros a finales de 2015 y su pérdida neta fue de 1,213 millones de euros en el mismo periodo. La empresa no podía funcionar sin el apoyo de sus acreedores.

En febrero pasado, la dirección calculó en 826 millones de euros las necesidades de la compañía para este año y en 304 millones para el próximo. Ese mismo mes, la firma tuvo problemas para pagar las nóminas a sus empleados.

La empresa, que cuenta con 28,700 empleados, de los cuales 7,000 están en España, ha inquietado a los sindicatos, quienes temen por su futuro y el de las empresas subcontratadas.

Francisco Carbonero, secretario general para Andalucía del sindicato Comisiones Obreras, denuncia en su web la "pasividad" del Gobierno regional y de Madrid "para defender una empresa en la vanguardia mundial de las energías renovables".

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