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Mucho más que futbol, nuevos estadios

Los Rayados de Monterrey las Chivas de Guadalajara y Club Santos Laguna construyen nuevos estadios; los recintos de futbol podrán fungir como complejos deportivos, recreativos y comerciales.
jue 04 junio 2009 04:41 PM
Se prevé que estará listo para junio de 2009. (Foto: Cortesía Hok México)
Estadio de las Chivas del Guadalajara. (Foto: Cortesía Hok México)

Fue de las peores temporadas en la historia del Santos Laguna. A finales de 2006, Grupo Modelo recibía de nuevo la administración del club y nombró como presidente a Alejandro Irarragorri para hacer del equipo un protagonista del máximo circuito del balompié mexicano.

Irarragorri, con la idea de darle al Santos un mejor estadio, invitó como asesor deportivo a Pablo Cañedo White, quien además de pertenecer a una familia muy ligada al futbol, estaba al frente de TCG Strategic Sports Management, consultora de marketing y manejo de inversiones deportivas.

Fue Cañedo quien propuso construir, más que un estadio, un complejo que transformara la Comarca Lagunera: contará con un centro comercial de 18,000 m2, un hotel de 120 habitaciones, 109 suites, una universidad para 3,000 alumnos, y hasta una iglesia para 300 personas sentadas.

El proyecto se presentó ante Carlos Fernández, presidente de Modelo en 2007. Tras liberar permisos municipales, la construcción del Territorio Santos Modelo inició en las primeras semanas de 2008 y se inaugurará hacia el tercer trimestre de 2009.

“El principal atractivo será el futbol, pero buscamos que sea un centro de entretenimiento que adapte el estadio para conciertos, otro tipo de deportes, que tenga vida propia toda la semana y no cada 15 días para un partido de futbol”, comenta Manuel Portilla, vicepresidente de Marketing de TCG.

 

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Nuevo propósito, nuevos métodos
Esta nueva orientación en construcción de estadios la comparten los cosos de las Chivas de Guadalajara (a inaugurarse este año) y los Rayados de Monterrey (por iniciar su construcción). La idea es mantener la excitación –y el consumo– del aficionado más allá del encuentro.

En el fondo se trata de rentabilizar al máximo una infraestructura costosa para que genere utilidades en un plazo menor.

El modelo tampoco es nuevo. Desde hace un par de décadas, los estadios de futbol americano y de beisbol, como la nueva casa de los Yankees de Nueva York, en Estados Unidos, o los nuevos estadios soccer en Europa, adoptaron esta modalidad de negocio para hacer más rentable su infraestructura y potenciar el verdadero negocio del deporte: ser un escaparate para la mercadotecnia de marcas y productos de consumo masivo.

Hoy, la construcción de estadios es “una inversión fácil de recuperar”, afirma Ricardo Rondón, director del despacho HKS México, responsable del proyecto de Territorio Santos.

Para financiar la construcción en la Laguna, Grupo Modelo trabaja en patrocinios con empresas posicionadas en la región, como Soriana, Lala e Industrias Peñoles.

Por su parte, Grupo Omnilife, propietario del Club Deportivo Guadalajara, lanzó a la venta la propiedad de todas sus butacas, plateas y palcos hasta por cinco, 10 y 15 años para soportar financieramente la construcción de la nueva cancha del rebaño sagrado.

“Comenzamos a vivir un boom en el deporte profesional. Los dueños de los equipos despiertan a las oportunidades que presenta el deporte como factor de entretenimiento familiar y satisfactor social”, señala Juan Andrés Vergara, director de HOK México.

“Si bien depende de una cuestión económica, porque son inversiones muy grandes para proyectos muy complejos, creo que en los próximos cinco años sí habrá proyectos para estadios nuevos en México”, afirma Rondón.

Angélica Fuentes, directora general de Omnilife y esposa del polémico empresario Jorge Vergara, espera que el estadio de las Chivas genere la visita de 1.25 millones de personas al año, entre partidos de futbol, eventos especiales y conciertos.

El estadio tapatío –que inicialmente se inauguraría en noviembre de 2008– contará con un spa y salón de belleza, cine para niños, muro para escalar, un área de 25,000 m2 para venta de comida, un restaurante formal y un bar dentro del estadio con vista al terreno de juego.

“Va a ser un ícono para Guadalajara, sobre todo por la parte ecológica, está comprometido con el planeta, es un proyecto verde”, presume Fuentes.

 

Edificando el boom
Tras estas inversiones millonarias han llegado a México firmas internacionales de arquitectura especializadas atraídas por un mercado en crecimiento.

HOK desarrolló el proyecto ejecutivo de los estadios de las Chivas y de los Rayados. La firma tiene 28 oficinas en Estados Unidos, Canadá, Londres, China, Singapur, Dubai, entre otros lugares, y desde la oficina de México coordinan y controlan todos los proyectos para Centro y Sudamérica.

Por su parte, HKS, despacho de origen estadounidense, desarrolló el proyecto del Territorio Santos Modelo y el estadio MexTenis en Acapulco, además del museo, el área interactiva y el restaurante del Estadio Azteca.
La firma aplicó en México su experiencia que ganó con el diseño de estadios de equipos de la NFL, como los Vaqueros de Dallas, los Potros de Indianápolis y los Vikingos de Minnesota; además de otros estadios de soccer para equipos de Dallas, Washington y la nueva casa del Liverpool FC Stadium.

Rondón, de HKS México, confirma que hay en puerta grandes inversiones para estadios de futbol. “Hay cinco o seis equipos que tienen ya la necesidad de cambiar de estadio y esperamos que el mercado crezca. Trabajamos con cuatro equipos para potenciales estadios, viendo la factibilidad de los proyectos”, comenta.

 

Se solicita Mundial
Para la industria del futbol, las inversiones en nuevos estadios darán la oportunidad de mostrar la competitividad de México a escala internacional y, de paso, buscar que el país sea sede de Copas del Mundo o Juegos Olímpicos en las siguientes dos décadas, comenta Angélica Fuentes, de Grupo Omnilife, dueño de las Chivas.

Fuentes no está sola en la idea de llamar la atención del Comité Olímpico Internacional o de la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA).

En Monterrey, un grupo de empresarios se sumó al proyecto de construir el Estadio Internacional Monterrey, donde jugarían tanto los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, como los Rayados.

Pero la empresa FEMSA, propietaria de los Rayados, decidió levantar su propio campo de juego. “Eso no cambia en nada la situación, hubiera sido deseable que se sumaran, pero sigue siendo un proyecto de ciudad.

Desde un inicio se consideró como un complejo deportivo multifuncional en el cual el futbol es uno de los ingredientes, importantísimo, pero no el único”, apunta César Esparza, director ejecutivo del Estadio Internacional Monterrey.

Sin duda, la presentación del proyecto debe parecer muy convincente, pues ha reunido a una buena parte del empresariado regiomontano, como Jorge Chapa, ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Sergio Gutiérrez Muguerza, presidente de Deacero y del Parque Fundidora; Francisco Garza Zambrano, director de Cemex Américas y responsable de Sinergia Deportiva, la empresa que maneja a los Tigres de la UANL, y Carlos Maldonado Quiroga, presidente de hoteles Milenium y de la Corporación para el Desarrollo Turístico de Nuevo León, entre otros.

La inversión que requiere el Estadio Internacional Monterrey es de 300 millones de dólares (mdd); más otros 200 mdd adicionales que se invertirían para levantar dos hoteles, un parque temático sobre futbol, un centro de convenciones y áreas comerciales.

Para la construcción se tiene ya una oferta formal de crédito de International Stadia Group, una financiera que ha trabajado ya con varios complejos deportivos alrededor del mundo y tiene un fondo para desarrolladores de estadios de 1,000 millones de euros y podría financiar el proyecto con hasta 150 millones de euros (225 mdd).
Para Enrique Abaroa, arquitecto y urbanista regiomontano que integró el Estadio Internacional Monterrey en la zona del Parque Fundidora, el proyecto posicionaría a Monterrey con una marca mundial, porque sería un ícono por su ingeniería y su diseño arquitectónico y sería un lugar de reunión muy importante para la ciudad.

“Es un estadio complejo que alcanza la categoría internacional de quinta generación. Cumple todos los lineamientos de la NFL, igual que del Comité Olímpico Internacional y de la FIFA para una final de Copa del Mundo. Son estadios ambiciosos, pensados para albergar eventos internacionales de primer nivel”, defiende Esparza.

De hecho, los promotores están en negociaciones con las directivas de las ligas americanas de la NFL y del beisbol de Grandes Ligas.

Además, “este estadio tiene características semejantes al Nido de Beijing y la pretensión es solicitar los Juegos Olímpicos para 2020. Es el proyecto más grande, es el más importante en infraestructura deportiva de la historia de México”, presume Esparza.

La construcción debería iniciarse este 2009, para ser inaugurado en 2012.

En los últimos años, la inversión en estadios se reactivó con la remodelación en 2003 del Estadio Victoria, casa de los Hidrorrayos del Necaxa, en Aguascalientes, y, recientemente, con la construcción del Centro de Alto Rendimiento y el Pabellón Tuzo, del equipo Tuzos del Pachuca.

Para este 2009 se espera el inicio de otros estadios, como la Arena Indios, del equipo Indios de Ciudad Juárez, que recién ratificó su permanencia en la Primera División. Además, del anuncio de la construcción de un nuevo estadio para los Potros del Atlante, que llevan más de un año jugando en Cancún, Quintana Roo.

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