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Diseño de espacios naturales y soleados

Hoy, el paisajismo detenta la responsabilidad de diseñar el medio natural en el entorno de una
lun 04 febrero 2008 12:00 AM
Sin Pie de Foto
Proyecto Casa Santa Fe. La diferenciación de espacios y el a

Le Corbusier decía que “la naturaleza se hace paisaje cuando el hombre la enmarca”. Al momento de diseñar espacios verdes, el paisajista habla el mismo lenguaje que el arquitecto. Considera en detalle desde la orientación, asoleamientos, vistas, suelos, terrenos, vientos y microclima, hasta la propuesta de los materiales duros, paleta ve-getal, texturas, formas y colores, siempre tomando en cuenta las necesidades específicas del usuario. Las áreas verdes no son un ornamento, son parte integral del proyecto que no compite con el concepto arquitectónico sino que refuerza el enfoque y estilo de la obra logrando una perfecta armonía entre el interior y el exterior, entre lo estético y lo funcional.

Especializado en proyectos residenciales y corporativos, A Pleno Sol —de las arquitectas paisajistas María Pía Rosado, Kathrin Grimm y Lorena Iturralde— es reconocido por el diseño de jardines en Valle de Bravo, Querétaro, Tepoztlán, Morelia, Cuernavaca, Acapulco y el Distrito Federal.

El paisaje como lienzo
Los conceptos de simplicidad, unidad, escala, movimiento y respeto por las formas naturales de la propuesta de Thomas Dolliver Church —líder estadounidense en paisajismo de los años 30 a los 70 y autor del libro Los jardines son para la gente, considerado como uno de los mejores jamás escritos en el tema—, así como la tendencia por las curvas y macizos orgánicos de definidas texturas en los diseños del brasileño Roberto Burle Marx —quien ejecutó sobresalientes trabajos con Lúcio Costa y Oscar Niemeyer—, han sido fuente de inspiración en los jardines de Rosado, Grimm e Iturralde que son concebidos como ordena-dos, estéticos y de aspecto natural.

Su trabajo está caracterizado por el contraste de formas, colores y texturas; la agrupación de vegetación en macizos grandes; la preferencia por las formas orgánicas; bajo mantenimiento y requerimiento de agua; poda mínima y diseño innovador incorporando especies endémicas diferentes que se adapten al microclima. Las tres coinciden en que las ideas deben de ir de la mano con el estilo arquitectónico de la obra. Así, un jardín puede ser contemporáneo, formal, tropical, desértico, montañoso o boscoso, y adaptado al entorno para crear una armonía visual y al mismo tiempo facilitar su mantenimiento.

Sembrar el camino
El proceso de creación inicia con el conocimiento de las necesidades específicas y alcances de cada cliente, así como un análisis de sitio para determinar los potenciales y limitantes del lugar. De acuerdo con ello, también se pueden integrar elementos arquitectónicos como terrazas, fuentes, cascadas, mobiliario, chimeneas exteriores o piezas artísticas. En conjunto con el arquitecto y el constructor, se dan especificaciones técnicas de riego, iluminación y obra complementaria.

En su mayoría realizados en obra nueva residencial, los espacios exteriores de A Pleno Sol reflejan un estilo propositivo y armónico. El jardín de la Casa Tepoztlán tiene un diseño vanguardista al cual se incorporaron piezas artísticas de artesanos locales y se respetó el ambiente natural del lugar utilizando especies que requieren un mínimo de riego. En el proyecto Casa Santa Fe se repite la arquitectura a nivel planta viva y se dibujan trazos modernistas y rectilíneos que van aderezados por un laberinto.

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Otro trabajo importante aunque pequeño, fue un jardín Zen interior creado con el propósito de mantener al pequeño hijo de un matrimonio en un espacio confi-nado al que se le introdujeron bebedero, tumbonas, grava y un cubre suelo de pasto mondo.

Uno de los proyectos más representativos de la firma es el Corporativo HSBC en el cual trabajaron muy de cerca con la arquitecta argentina Enrica Rossellini para respetar el concepto vanguardista general. El diseño de la plaza se basó en los colores corporativos rojo y blanco. La selección de plantas se hizo acorde con elementos del Feng Shui y se evitaron las aristas en punta. Para el roof garden VIP se colocaron especies exóticas de seis metros de altura en macetones elaborados especialmente para este fin.

“Dependiendo de qué tanto nos deje entrar el arquitecto en el proyecto, po-demos participar hasta en la selección de los materiales, los colores, los pavimentos, etc., de ahí que es muy importante incorporarnos desde el principio y no sólo rellenar jardineras —enfatiza Rosado—. Parte de nuestra misión como despacho es dar a conocer que éste es un servicio profesional y serio, no una venta de plantas. Los honorarios significan todo un conjunto de acciones para que el cliente sin mover un dedo tenga un jardín puesto que responda a sus deseos”.

Más allá de la tierra
Con el fin de ofrecer un servicio integrado, al equipo se incorporan especialistas en sistemas de riego, esenciales para que sobreviva el jardín y se procure un mejor manejo y ahorro de agua. El mantenimiento de los jardines es vital para preservar la intención original del diseño.

Además del cuidado semanal, jardineros especializados del despacho realizan un mantenimiento profundo, preventivo y correctivo de tres a cuatro veces por año.

Louis Kahn no se equivocó al decir que “un espacio implica la conciencia de las posibilidades de la luz” y es precisamente ese elemento, de día natural, de noche artificial, lo que realza la geometría de un diseño de jardín.
Paralelo al plano del jardín, un experto de la firma crea el proyecto de iluminación. “Muchos clientes no quieren gastar y es paradójico —dice Rosado—. Generalmente contratan electricistas o plomeros que a la larga no cumplen con los objetivos”.

En el caso de la iluminación, la idea es crear drama y lograr una escenografía para un jardín dándole un ambiente sofisticado que le permita ser utilizado de noche de una manera totalmente diferente a la que se aprovecha de día. Diseñar con elementos vivos tiene sus bemoles. Demanda un particular ejercicio creativo que involucra la paciencia como una de sus virtudes: “Los paisajistas no vemos el resultado creado en nuestras mentes en el momento en que lo instalamos, sino que tiene que pasar un tiempo para que las plantas maduren y crezcan. Por eso, Luis Barragán decía que la arquitectura del paisaje es como arquitectura sin techos”.

Con frecuencia, arquitectos proyectistas abordan este aspecto sin menoscabo de su atención a los rubros más técnicos de la construcción. Sin embargo, al idear porciones vivientes y al mismo tiempo funcionales desde una aproximación racional, la pro-fundidad, dominio y grado de sofisticación del paisajista moderno reafirma la importancia de esta rama, literalmente, la más natural en el arte de proyectar.

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