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El ciberespacio, ¿un mundo sin control?

Internet ha dado un giro de 360 grados a nuestras vidas, asegura César Martínez; sin embargo, se desconocen las implicaciones legales de su mala utilización, sostiene el profesor.
lun 21 diciembre 2009 06:00 AM
El poder de la tecnología ya beneficia a la tripulación de la Estación Espacial Internacional. (Archivo)
ciberespacio-internet (Foto: Jupiter Images)

Sin lugar a dudas, el uso del Internet ha cambiado prácticamente todo. Nuestra forma de hacer negocios, de comunicarnos, de socializar y hasta de ser se han modificado con la implementación del uso de esta nueva tecnología.

Pero en el plano legal qué pasa ¿Existe una regulación del Internet?, ¿existen consecuencias jurídicas en el uso de esta tecnología?, o bien, ¿es un ambiente donde no hay control?, ¿es mundo virtual, como comúnmente se conoce, donde se puede hacer todo sin temor a ser sancionado?

Por un lado están los que afirman que Internet no está regulado y que no hay leyes que apliquen al uso de esta tecnología. Por el otro están los que sugieren que no sólo el uso del Internet está regulado sino que existe una sobre regulación del mismo.

Sin embargo, la historia nos ha mostrado que los nuevos desarrollos tecnológicos en muchas ocasiones han tenido un efecto inesperado en la sociedad; el uso del Internet sin duda ha impactado el mundo del derecho.

¿Quien hace operaciones en Internet? Todos de alguna u otra forma.

Poco a poco y con el uso del Internet nos hemos dado cuenta cómo funciona esa tecnología, pero lo que se desconoce son las implicaciones legales que pudieran surgir ante un uso inadecuado y muchas veces ilegal.

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Muchos pasan por alto el problema de la relación entre ciencia y tecnología y el derecho que radica básicamente en que el desarrollo de la ciencia se da más rápido que la actualización de las normas jurídicas, pero no por ello se debe entender que existe un total vacío y que estemos en terra nullius ("tierra de nadie"), por el contrario, en ocasiones las normas jurídicas ya existentes pueden aplicar y en su caso sancionar pues al final de cuentas se trata únicamente de medios nuevos de interactuar. Lo que quiere decir que lejos de estar en una tierra de nadie nos encontramos en una tierra de todos.

Al principio se trató de una red restringida para compartir información entre universidades e instituciones de investigación, con la característica de que cualquier computadora pudiera conectarse a esa red en cualquier sitio del mundo, pero poco a poco se fue incrementando su escala y fue adquiriendo una infraestructura comercial propia y así se trato de mantener una red sin propietario, abierta y gratuita, lo que dio origen a la percepción que nada regulaba el uso del Internet.

Pero la regulación, por lo menos a nivel de usuarios, se dio desde la concepción de esta nueva tecnología por ejemplo en la aceptación de uso del símbolo @, en las direcciones de correo electrónico, en el uso de abreviaturas como .com, .edu, .org, etcétera, para tener acceso a determinado programa o equipo (lo que hoy se conocen como nombres de dominio). 

A nivel gubernamental, los países han hecho sus esfuerzos para actualizar sus sistemas jurídicos y abarcar el uso de estas nuevas tecnologías. Así nos damos cuenta que existen leyes que regulan el uso de la firma electrónica, lo relativo a la fuerza probatoria de la evidencia electrónica, criterios que confirman la obligatoriedad de los contratación a través del uso de medios electrónicos, la protección de datos personales, reformas a códigos penales para regular los delitos informáticos, disposiciones legales que protegen los derechos de autor y los programas de cómputo, normas que sancionan la publicidad en medios electrónicos no solicitada, sentencias que reconocen el uso del Internet, entre otros tantos aspectos.

A nivel internacional han sido muchos los esfuerzos por acordar y en ocasiones imponer principios, normas, protocolos, lineamientos que den una luz hacia el uso correcto, adecuado y eficiente de las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones.

Notables han sido los esfuerzos de la Organización de las Naciones Unidades, de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, de la Unión Europea, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, entre otras organizaciones.

De esta forma podemos ver que no sólo los propios usuarios sino también los Gobiernos y las organizaciones internacionales han tenido injerencia en algún tipo regulación, no sólo en el uso del Internet sino en el uso de nuevas tecnologías relacionadas con éste. De esta forma, vemos cómo claramente pasamos de una falta de regulación a una clara sobre-regulación de estas tecnologías.

A la mayoría de los ciudadanos digitales quizá no les preocupan las consecuencias legales del uso del Internet sino únicamente saber si tienen señal para conectarse a la red,  pero finalmente todos somos parte de esta historia y tenemos que conocer y decidir, en su caso si los principios, valores y formas que se aplican en las operaciones online son los que queremos y aceptaremos en la vida real.

La tecnología cambia tan rápidamente y su presencia es tan penetrante que cualquier sistema jurídico queda superado y cuando se le analiza, no todo se hace en forma eficiente, sin embargo, no por eso se dejarían de aplicar reglas ya existentes a esos problemas nuevos que pudieran surgir con el uso de nuevas tecnologías. Aquí no hay guardianes del Internet pero sí consecuencias legales derivadas de un uso inadecuado.

*El autor de este artículo es profesor de asignatura en legislación informática del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.

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