El BIS y el sistema bancario mundial

El riesgo operativo ha comenzado en la última década a ser un término cada vez más utilizado en las empresas en México, particularmente en el sector financiero. Quizá los escándalos en los Estados Unidos a inicios del año 2000; y los escenarios económicos del año 2008 en casi todas las regiones del mundo, han acentuado de forma específica la necesidad de observar y evaluar el desempeño de la variable ahora más conocida como "riesgo operativo".

Para dar una definición de este concepto podemos recurrir a la que ha sido más adoptada, al menos por el sector financiero internacional, la cual es proporcionada por el Banco de Pagos Internaciones (BIS por sus siglas en inglés, Bank for International Settlements), quien lo define como aquel riesgo de pérdida debido a la inadecuación o a los fallos de los procesos, del personal y los sistemas internos o bien a causa de acontecimientos externos a las instituciones.

Así como esta definición, también el BIS propone la forma en que todos los sistemas bancarios internacionales pueden evaluarlo y estimarlo. Cada organismo de regulación podrá tener la capacidad de implantarlo tal y como lo propone el BIS o hacer las adecuaciones que juzgue convenientes de acuerdo a los intereses de los financieros del país en cuestión, de cualquier forma, lo anterior nos permite identificar la importancia que tiene para cualquier sistema bancario el BIS.

La institución conocida como BIS, es la responsable de diseñar, definir y elaborar el marco regulatorio bancario internacional bajo el cual, todas la instituciones de los sectores financieros del mundo, deben de observar, adoptar e implantar en sus organizaciones y por supuesto las autoridades reguladoras supervisar su cumplimiento y autorizar sus adecuaciones locales, para el caso del sistema financiero bancario mexicano el órgano regulador es la Comisión Nacional Bancario y de Valores (CNBV) quien depende de forma directa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Ahora bien, puede en este momento surgir la siguiente pregunta: ¿Qué funciones entonces tienen el Banco Interamericano y de Desarrollo (BID) o el Banco Mundial (BM) respecto al sistema financiero bancario de algún país?, la respuesta la podemos dividir en dos partes, las funciones del BID y las del Banco Mundial, comenzando con el BID podemos decir que aun cuando es una institución bancaria, realmente no es tan parecida a las instituciones bancarias convencionales de las que se operan en cada país.

El BID esta formado por 48 países accionistas que miembros del consejo de esta institución y 26 pertenecen a America Latina y el Caribe, que por cierto son los que tienen una participación mayoritaria en las decisiones de esta institución.

Su principal razón de ser es el combate a la pobreza y el fomento a la equidad social por medio de programas que propone y en algunos casos implanta en los países que solicitan su ayuda.

Por lo tanto es un banco que ofrece préstamos, donaciones y asesorías a nivel país, que primordialmente trabaja con gobiernos y algunas instituciones privadas de asistencia y/o ayuda.

Por lo anterior, podemos ver que la razón de ser del BID no esta ligado a la definición de normatividad relacionada con las actividades de instituciones de crédito y ahorro, más aun, utilizan la regulaciones y recomendaciones que la institución responsable de definirlas y determinarlas dicta, como es el caso del BIS.

Lo mismo aplica para el caso del Banco Mundial, quien esta formado por dos instituciones que son el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Asociación Internacional de Fomento (AIF), que también tiene como objetivo la asistencia financiera y técnica para países en desarrollo en todo el mundo, este banco a diferencia del BID, esta formado por 186 países miembros.

Esto nos permite observar que aun cuando los tres organismos (BIS, BID y Banco Mundial) son organismos bancarios internacionales, han sido diseñados y desarrollados de forma complementaria para apoyo a los sistemas financieros bancarios de los países miembros, de forma regulatoria hasta en los proyectos de desarrollo social y combate a la pobreza.

*El autor es aspirante al Doctorado en Administración de la Universidad Anáhuac México Sur.