Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Mexicana, privatización equivocada

La mala planeación de la aerolínea aparece en varios rubros, explica José Luis de la Cruz; cuando la adquirieron hace un lustro sabían cómo se constituía el contrato colectivo de su personal.
lun 09 agosto 2010 06:01 AM
La aerolínea garantizó el servicio a quienes compraron boletos hasta este miércoles. (Foto: AP)
Mexicana de Aviación (Foto: AP)

Con el concurso mercantil el caso de la Compañía Mexicana de Aviación (Mexicana) ha llegado a un punto que permite establecer la necesidad de reflexionar en aspectos que van desde su proceso de privatización hasta la forma en que se le ha manejado por parte de los nuevos dueños.

Iniciar el análisis en el proceso privatizador no es algo menor, fundamentalmente porque de acuerdo a los propios ejecutivos Mexicana no ha logrado obtener las utilidades necesarias para hacerla financieramente viable. El problema que esto entraña es que la empresa fue privatizada hace tan sólo 5 años, situación que tiene una implicación directa sobre el mecanismo de privatización y de adjudicación: no fue exitoso. Hace un lustro se planteó que con los nuevos propietarios las sinergias potenciales serían enormes al conjuntar la aerolínea de mayor mercado en México con un grupo empresarial de fuerte presencia en el sector hotelero, ello sin contar que Mexicana también contaba con algunas de las rutas internacionales más lucrativas hacia Estados Unidos y Europa. Hoy se puede observar que el análisis y expectativas que desde el gobierno se plantearon no fueron alcanzadas por lo que este es un nuevo proceso privatizador en el cual  el sector público se ha equivocado.

En una segunda instancia, pero no menos relevante, viene la revisión de la gestión administrativa y operativa en la nueva empresa, de inicio debe plantearse que el plan de negocios falló y las razones son múltiples. En primera se debe citar justamente lo que la empresa señala como causa de la inviabilidad financiera: el peso de los contratos colectivos de los trabajadores, particularmente los de pilotos y sobrecargos . Si bien es conocido que en general los salarios y prestaciones de este grupo de trabajadores son superiores a los del promedio también debe indicarse que  se encuentran en el estándar internacional, es decir que por las normatividades existentes a nivel global básicamente son similares a las que perciben sus contrapartes en otros países. Sin embargo en este punto es prioritario mencionar algo adicional y es que desde la privatización de la empresa el contrato colectivo era algo conocido y por tanto se debió incorporar adecuadamente al plan de negocios, realizando los ajustes necesarios para operar sin problemas financieros, cuestión que por los resultados observados no se alcanzó.

Publicidad

Derivado de lo anterior, y dado que los costos laborales eran conocidos, el error de gestión falló en el diagnóstico del entorno económico que se enfrentaría, de los costos de combustibles y de operación, de los cambios en regulación y el efecto que la entrada de nueva competencia tendría sobre la empresa, particularmente de las denominadas aerolíneas de bajo costo. De igual manera habría que citar la falta de acierto que tuvo la administración al establecer algunas nuevas rutas internacionales, y los gastos que ello implica, en un entorno de crisis económica, de mayores regulaciones (como la imposición de visas a Canadá) y de los problemas que causó el brote de influenza en México.

Transparentar lo anterior así como la ingeniería financiera y operativa que se estableció entre Mexicana con el resto de las empresas del grupo empresarial al que pertenece es prioritario, particularmente para el caso de cómo se reestructuraron las rutas que conservó Mexicana y las que fueron adjudicadas a Mexicana Click y Mexicana Link, las cuales han quedado fuera de la solicitud de concurso mercantil. De igual manera será necesario aclarar el manejo financiero que se dio al interior de todo el grupo, principalmente porque uno de los objetivos originales era el de generar sinergias que no se lograron pero en donde habrá que dilucidar como se dio el manejo de recursos  y en qué dirección, en otras palabras  en el  reacomodo de operaciones y de flujos financieros habrá que establecer si Mexicana acabó transfiriendo recursos al resto del grupo o viceversa.

Lo descrito no es algo menor cuando se observa la guerra de cifras que se ha presentado entre el sindicato de pilotos y la empresa. Los primeros indican que en los cálculos reseñados por los propietarios se incluyen cuestiones como capacitación, elemento que no es un ingreso y prestación laboral. Por el lado de la empresa se sostiene  que los costos laborales de los pilotos y sobrecargos son superiores en 100% y 30% respectivamente  si se comparan con otras aerolíneas de bajos costos en México.

Por tanto en  el concurso mercantil debe transparentarse el verdadero manejo que se ha dado a la empresa a fin de dilucidar las verdaderas causas del problema y con ello sus probables soluciones. De igual manera no se debe olvidar que previo a su privatización Mexicana contaba con algunas de las rutas más rentables en México y hacia el extranjero, por lo que la situación de inviabilidad financiera planteada debe entrañar algo más que reducir los costos laborales. El proceso de negociación será complejo y el riesgo que se corre es el cierre de una aerolínea mexicana que ha sido pionera en el sector, por lo que ninguno de los actores debe actuar irresponsablemente, incluyendo al gobierno que diseño un mecanismo de privatización y adjudicación a todas luces deficiente.

*El autor es Director del Centro de Investigación en Economía y Negocios Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad