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OPINIÓN: ¿Un 'lobby gay' detrás de la renuncia del Papa? No es probable

La decisión de Benedicto XVI provocó que surgieran historias como la de un supuesto grupo de presión homosexual, en El Vaticano
lun 25 febrero 2013 10:34 AM

Nota del Editor: John L. Allen Jr. es analista del Vaticano para CNN y corresponsal para el National Catholic Reporter.

(CNN) — Es justo decir que de todas las historias que pueden surgir antes de la elección de un nuevo papa, los reportes sobre un turbio lobby gay  (un grupo de presión homosexual, posiblemente relacionado con chantajes) —cuya influencia oculta podría estar detrás de la renuncia de Benedicto XVI— está al final de la lista de deseos del Vaticano.

La prueba de la irritación del Vaticano llegó este sábado con una fuerte declaración en la que se quejaba de las  "historias con frecuencia no verificadas, no comprobables y completamente falsas" , donde incluso sugirió que los medios intentaban influenciar en la elección papal.

A partir de esto surgen dos preguntas obligadas. Primero, ¿realmente hay un informe secreto sobre una red de personas dentro del Vaticano vinculadas por su orientación sexual, como lo reportó un periódico italiano? Segundo, ¿realmente por eso renunció Benedicto XVI?

Las mejores respuestas son "quizá" y "probablemente no", respectivamente.

Está registrado que  durante el clímax de la crisis de los Vatileaks , Benedicto XVI creó una comisión de tres cardenales para investigar las filtraciones. Ellos enviaron un reporte exclusivo para el Papa a mediados de diciembre, el cual no ha sido publicado.

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Es imposible confirmar si ese reporte incluye la posibilidad de que haya gente que, para proteger su vida sexual, esté involucrada con las filtraciones, pero francamente sería una sorpresa si no lo incluyera.

Ciertamente hay razones convincentes para considerar esa hipótesis. En 2007, una cadena italiana grabó a través de una cámara escondida a un funcionario del Vaticano mientras concertaba una cita en un chat para homosexuales y cuando llevó al joven a su departamento en el Vaticano. En 2010 surgieron audios de un funcionario papal ceremonial que arreglaba enlaces a través de un miembro nigeriano de un coro del Vaticano. Ambos episodios se desarrollaron a la luz pública y golpearon al Vaticano.

En ese contexto, sería un poco extraño que los cardenales ni siquiera consideraran la posibilidad de que personas al interior que llevan una doble vida sean vulnerables a la presión para traicionar la confianza del Papa. Eso no solo aplicaría a cuestiones sexuales, sino a conflictos de otra índole, como intereses financieros.

Funcionarios del Vaticano han dicho que Benedicto puede autorizar entregar el reporte a los 116 cardenales que elegirán a su sucesor, para que puedan tomar en cuenta el factor para su deliberación. El efecto más inmediato es que el asunto posiblemente refuerce la convicción que existe entre varios cardenales de que el próximo papa debe liderar una seria limpieza de la casa al interior de la burocracia del Vaticano.

Con eso, es difícil no sospechar que las controversias y problemas que ha enfrentado Benedicto XVI durante los últimos ocho años sean el motivo de su cansancio. En 2009, durante otro escándalo por levantar la excomunión a un obispo tradicionalista que negó el Holocausto, Benedicto difundió una carta a los obispos del mundo en la que expresaba su dolor por la forma en que fue atacado y donde se disculpó por el mal manejo de la situación por parte del Vaticano.

Aunque Benedicto no renunció por una crisis específica, incluida esta última, la angustia debió llegar a su límite. Benedicto es un papa de cátedra, que prefiere la vida de la mente a la locura del gobierno, y aún así gran parte de su energía y su tiempo ha sido para apagar fuegos internos.

Es difícil saber por qué Benedicto XVI está retirándose, pero dudo que sea por un lobby gay.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a John L. Allen Jr.

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