OPINIÓN: El desempeño reciente del Tri cuenta una historia de conformismo
Nota del editor: Ernesto Campos dirige el área deportiva de Relaciones Públicas en la consultora Edelman México, imparte el seminario de Periodismo Deportivo en la Escuela Carlos Septién García y fue coeditor en la sección Cancha, de Grupo Reforma. Síguelo en su cuenta de Twitter: @netie79
(CNNMéxico) — Si el 11 de agosto de 2012, cuando México ganó la medalla de oro olímpica tras vencer a Brasil en Wembley, Gran Bretaña, me hubieran advertido que el 11 de junio el Tri sufriría ante Canadá en la Copa Oro, por el riesgo de quedar fuera en la primera ronda del torneo, lo habría tomado como una mala broma.
Y es que en 11 meses , el panorama, los discursos y la percepción sobre la Selección Nacional cambió dramáticamente: pasó del triunfalismo por los logros históricos a la resignación por tener el peor arranque en la historia de los hexagonales eliminatorios.
En el futbol, se sabe que ante la percepción pública un equipo, un jugador y un entrenador es tan bueno o tan malo como su último resultado. Y en este caso, tras una serie de marcadores adversos o inesperados, la Selección ya logró generar enojo en algunos y —lo peor para la mercadotecnia— el desinterés de otros.
Encontrar dificultades para avanzar a la segunda ronda de la Copa Oro enfrentando a Panamá, Canadá y Martinica está fuera de todo escenario aceptable, de acuerdo con la infraestructura de cada liga local (si es que la tienen), y compromete aún más al entrenador José Manuel de la Torre , quien parece haber sido rebasado por la presión del momento.
El Tri ha fracasado en todos los juegos de los primeros seis meses del año y comenzó de manera terrible la Copa Oro, al caer ante Panamá apenas por 2 1, cuando con justicia deportiva el descalabro debió ser mayor.
Con todo ese contexto, el triunfo ante Canadá solo es una buena noticia en lo estadístico para la Selección, al permitirle seguir con posibilidades de avanzar a cuartos de final en una competencia donde siguen con vida ocho de 12 equipos, es decir, da pie al conformismo.
El desempeño en el terreno de juego sigue sin avances y se nota ya la inseguridad en los jugadores, así como la carencia de líderes en el terreno de juego. Colocar como capitán al defensa Joel Huiqui es una muestra de lo anterior, pues en el duelo ante Panamá fue tal vez el peor elemento en la cancha.
Chepo de la Torre ha contribuido muy poco a su propia causa, al asegurar que todo sigue dentro del presupuesto, pues si hoy terminara el Hexagonal Final de la Concacaf, la clasificación al Mundial de Brasil estaría asegurada como tercer lugar (avanzan tres de forma directa y un cuarto vía repechaje con Oceanía).
Si bien el objetivo principal es acudir a la cita amazónica en el verano de 2014, limitar las ambiciones a lograrlo en tercer lugar y de manera muy comprometida va en contra del plan de trabajo presentado por esta Dirección de Selecciones Nacionales, y atenta contra el avance y los resultados obtenidos en los últimos años.
Opinión: El Tri, predecible y sin ideas ante los grandes rivales
El Chepo dijo en una de sus últimas conferencias de prensa que no hace caso a "las idioteces" que la prensa dice de su trabajo y que de hacerlo ya estaría en el hospital. Esa falta de autocrítica y la antipatía que despierta al descalificar a sus analistas poco ayuda a su propio trabajo, y lo refleja en la cancha.
En la transmisión de los mensajes está la clave de los resultados; los jugadores (la mayoría) tienen clara la idea de su entrenador acerca de lo importante que es acudir a Brasil, por ello lucen despreocupados y hasta molestos por la exigencia hacia ellos.
Además los actuales miembros del equipo saben que una Selección B tiene pocas posibilidades de subir al equipo mayor (que es el que en realidad comenzó esta crisis sin resultados).
La eliminatoria mundialista se reanuda en septiembre y aún quedan cuatro partidos que podrían sacar a México de la zona de clasificación. El boleto no está seguro y el equipo no mejora en su trabajo dentro del terreno de juego. Si fracasan en la Copa Oro es muy difícil que De la Torre conserve su empleo y parece ser muy tarde para traer a un reemplazo.
Por lo pronto, el consuelo es una victoria ante Canadá y poder seguir aspirando a avanzar en un torneo cuyo nivel no debería representar problemas si es que se juega con seriedad y sin soberbia ante los rivales.
Y pensar que hace menos de un año la historia era otra…
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Ernesto Campos.