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OPINIÓN: No, no fue una derrota honrosa, ¡fue un subcampeonato mundial!

Sí, la Sub-17 de México cayó ante Nigeria pero fue capaz de demostrar disciplina, fortaleza y trabajo en equipo
vie 08 noviembre 2013 04:48 PM

Nota del Editor: Ernesto Campos dirige el área de RP deportivo en Edelman México, imparte el seminario de Periodismo Deportivo en la Escuela Carlos Septién García y fue coeditor en la sección Cancha, de Grupo Reforma. Síguelo en su cuenta de Twitter:  @netie79

(CNNMéxico) — El bálsamo de esperanza que los aficionados al futbol mexicano recibieron en las últimas semanas, luego de un año lleno de decepciones por el mal paso de la selección mayor, concluyó con una clara derrota por 3-0 en la Final del Mundial Sub-17 en Emiratos Árabes Unidos.

La crueldad del deporte competitivo y sobre todo profesional señala que un atleta es tan bueno o tan malo como el último resultado obtenido, y es así como se explican muchas reacciones con prensa y aficionados que una semana tienen en lo más alto del reconocimiento a un jugador o entrenador, para enseguida convertirlo en el peor elemento una semana después, por algún error inexplicable o una simple derrota.

La selección mexicana Sub-17 es la subcampeona del mundo así haya perdido 3-0 la Final; es la misma que se levantó de un 6-1 en contra en su debut para ir eliminando potencias en los siguientes encuentros y ganarse una oportunidad de revancha. En su libro Las Mentiras de mis Maestros, Luis González de Alba afirma que "la historia oficial de México es una larga serie de derrotas gloriosas y un pesado directorio de héroes denotados".  

Esto también ha ocurrido en nuestro pasado futbolístico, incluso alguna vez el mismo Rey Pelé, después de enfrentar a México, declaró que el 'Tri' era un equipo que jugaba excepcionalmente, dominaba al rival, pero siempre se las arreglaba para acabar perdiendo ante un rival que fue asediado todo el tiempo.

Considero que este subcampeonato mundial obtenido en categorías con límite de edad es un gran resultado para el futbol mexicano y no una de esas derrotas honrosas que se han acumulado por décadas y que a veces terminaban en penales. Las críticas a la mala marcación a los nigerianos o los errores del arquero Raúl Gudiño son excesivas y dejan de lado un gran torneo donde México solo fue superado por el campeón.

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En medio de tantas decepciones recientes, este segundo lugar demuestra que algunas cosas sí se están haciendo bien en nuestro futbol, que el trabajo de visorías a niños y el seguimiento a su desarrollo está funcionando y que los torneos Sub-15 y posteriores proyectan calidad y talento a las fuerzas básicas de los clubes y en consecuencia a las Selecciones Nacionales.

En lo que sí falla la estructura es lo que ocurre a partir de lo conseguido en estos torneos. Muchos de estos jugadores están condenados a perderse en el proceso y ni siquiera llegan a debutar en la Primera División. Esto es algo que no solo le ocurre a México, pasa en todo el mundo. Los jóvenes deben regresar a los clubes y seguir con su proceso de formación con elementos de su misma edad y enfrentan el peligro de estancarse.

Algunos otros son usados como paliativos populistas ante los malos resultados de las instituciones a las que pertenecen y son "quemados" al ser expuestos a la alta competencia antes de tiempo. Otros se topan con un primer equipo con 5 plazas de extranjeros (no todos de calidad) que no les dejan cupo para jugar y con un entrenador presionado por obtener resultados inmediatos en un torneo corto, y que no se anima a arriesgarse con novatos ante el riesgo de perder el empleo.

La base de este Tri Sub 17 procede de Pachuca y Guadalajara, instituciones que no han tenido un pasado reciente brillante en la Liga MX. Los aficionados y algunos críticos cuestionarán el por qué no usar a estos elementos para sacarlos del mal paso. En ocasiones los debutarán muy pronto para darse cuenta que ya en Primera División no son los más rápidos y los más hábiles como en su categoría y los mandarán de regreso a las fuerzas básicas con la moral por los suelos.

Estos jóvenes no deben ser vistos de inmediato como los 'salvadores' de sus instituciones, pero tampoco bajo ese pretexto deben ser olvidados, como ha ocurrido antes. Tampoco se debe hacer caso a llamados populistas como los que proponen que la selección mayor sea reemplazada por estos chicos para jugar el repechaje ante Nueva Zelandia, eso es engañar a la afición y mal encaminar a este grupo.

Pero sí podría dárseles la oportunidad de ser inscritos en la primera plantilla y utilizar torneos como la Copa MX para que sumen minutos bajo menos presión en la alta competencia.

Tal vez no haya recibimiento multitudinario o un turibús para ellos, porque su logro ya fue superado dos veces antes, pero el contexto en el que lo hicieron los hace muy grandes. Se levantaron de una goleada escandalosa para llegar a la Final, eliminaron a países que son potencia a nivel mayor y servirán de inspiración para mostrar que mucho de lo que tienen es talento, pero otra parte importante es determinación y disciplina táctica.

Ojalá esa inspiración le llegue a la selección mayor...

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Ernesto Campos

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