OPINIÓN: Carlos Vela, ¿el futbolista convertido en el malo de la película?
Nota del Editor: Ernesto Campos dirige el área de RP deportivo en Edelman México, imparte el seminario de Periodismo Deportivo en la Escuela Carlos Septién García y fue coeditor en la sección Cancha, de Grupo Reforma. Síguelo en su cuenta de Twitter: @trotaestadios
(CNNMéxico) — Se supone que el sueño máximo de todo futbolista es el de jugar el mejor torneo, ser visto por todo el mundo y levantar el trofeo de campeón. Coincidir con esas tres circunstancias al mismo tiempo es un privilegio que solo pocos futbolistas han logrado a lo largo de la historia y sin embargo hay algunos que se niegan a aspirar a él.
Esa es la primera reflexión que viene para casi todo el mundo en el caso Carlos Vela, un tema que por más que se hable y se desgaste, se las arregla para estar vigente en la conversación futbolera desde hace meses y que ha recibido varios "puntos finales", para luego ser retomados al poco tiempo.
¿Por qué un futbolista se negaría a jugar un mundial de futbol si se supone que es lo que todos quieren?
Y aquí comienzan todas las opiniones sobre el tema, la mayoría de ellas negativas, sobre el jugador mexicano que actualmente triunfa en la Real Sociedad de la Liga Española. Muchos critican el que "se le ruegue" por venir a la selección, cuando en realidad debería sentirse honrado por ello.
Otros más dicen que es mejor no tener a un elemento tan nocivo para el vestidor del equipo. Algunos más se preguntan qué le hicieron a Vela para que no se presente al Tri y así, sucesivamente, las corrientes de crítica sobran.
A lo largo de la historia otros jugadores se han negado a jugar con sus selecciones y con el tiempo algunos casos han sido comprendidos por los aficionados, al grado que se le ha otorgado la razón a los jugadores.
Así le pasó a Bernd Schuster con Alemania, quien fue vetado por su equipo nacional por salir de la concentración para estar en el nacimiento de su hija, o Johan Cruyff, quien confesó que sufrió un intento de secuestro antes del Mundial de 1978 en Argentina, por lo que decidió no acudir por temor.
En mi punto de vista todas las opiniones sobre Vela están creadas dentro de la ignorancia. Hasta el momento no sabemos ni tenemos una respuesta real a todas las preguntas. Algo muy grave debió pasar entre la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) y Carlos para que se niegue a ir, pues no concibo la idea de que no le interese participar del combinado nacional, cuando fue precisamente su único éxito con el Tri —el campeonato mundial Sub17 de 2005— el que el permitió jugar en Europa.
Carlos Vela nunca debutó en la Liga MX, su aparición en el futbol internacional se dio en el mundial de Perú 2005 en el que se alzó como líder de goleo. Lo anterior lo llevó a ser adquirido por el Arsenal de Inglaterra, que no podía usarlo por ser menor de edad, lo cual lo llevó a vagar por varios equipos.
Mientras eso pasaba volvió a jugar un Mundial Juvenil, el Sub20 en Canadá 2007 y volvió a brillar, hasta que el equipo fue eliminado apuradamente por Argentina en Cuartos de Final. Después, previo al proceso eliminatorio rumbo a Sudáfrica 2010, Hugo Sánchez lo debutó en la Selección Mayor y después Sven Goran Eriksson lo matuvo como titular en el ataque pese a no jugar mucho en Europa. El técnico sueco se la jugó con él hasta que fue despedido y el futbolista jamás se negó a un llamado.
Así, Carlos jugó su primer Mundial en Sudáfrica 2010 bajo el mando de Javier Aguirre, en cuyo mandato Vela siempre estuvo disponible. Muchos, como yo, se desesperaban con "El Bombardero" cuando después de fallar jugadas mostraba una sonrisa burlona, como si no pasara nada. Desde ahí comenzaron algunas críticas en su contra, que llegaron más por lo que hacía fuera de la cancha.
Todo lo anterior solo resume la disposición que siempre tuvo para jugar con la camiseta verde, por ello descarto de inmediato las versiones que lo tachan de enemigo de la patria, o el comentario simplista de que por su acento, ya más español, olvidó sus raíces. Aquí hay algo más de fondo y me preguntó qué es lo que lleva a Carlos a declarar evasivas.
La lógica diría que el punto de quiebre se dio en 2010 cuando fue exhibido por el entonces director de Selecciones Nacionales, Néstor de la Torre, quien lo responsabilizó junto con Efraín Juárez de ser los descarriados que organizaron una fiesta después de un juego de la Selección, lo que desembocó en un castigo de seis meses. Pero cuando el tiempo se cumplió, el directivo se fue y las convocatorias regresaron y él acudió, aunque por última vez.
En 2011 incluso estuvo entrenando por separado mientras la selección jugaba la Copa Oro, esperando incorporarse al grupo que participaría después en la Copa América. Sorpresivamente regresó a su equipo antes del viaje y se dijo que el Arsenal no le había dado permiso al final. Algo que no suena coherente cuando lo dejaron venir a prepararse.
Desde entonces se ha negado a todos los llamados y al final la Federación Mexicana siempre lo acusa de no venir. Como deportista ya se perdió la oportunidad de colgarse el histórico oro olímpico en Londres 2012 y ahora su segundo Mundial, lo que no es poca cosa.
Se supone que en la selección nacional deben estar los mejores y por su calidad actual él es uno de ellos. En la opinión general debe separarse el futbol de la patria pues él no está traicionando al país; podremos creer muchas cosas pero siempre basados en supuestos, y mientras Carlos Vela no diga el por qué de su negativa, seguirá siendo el malo de la película.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Ernesto Campos.