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OPINIÓN: Si Rusia absorbe a Ucrania, el sistema europeo estará acabado

Los europeos ven reflejados en la crisis de Ucrania los acontecimientos que antecedieron a la Segunda Guerra Mundial
jue 06 marzo 2014 06:21 AM

Nota del editor: Timothy Snyder es profesor de la cátedra Housom de Historia en la Universidad de Yale y autor del libro Bloodlands: Europe between Hitler and Stalin.

VIENA, Austria (CNN) — Los europeos empiezan a pensar de nuevo en la década de 1930 y en el origen de la Segunda Guerra Mundial mientras Rusia continúa con la ocupación militar de la región de Crimea, en Ucrania, Putin enuncia una doctrina de intervención militar en apoyo a sus hermanos de etnia y Occidente estudia lo que puede hacerse.

El historiador ruso Andrei Zubov, por ejemplo, publicó una sofisticada comparación entre la toma de Crimea por parte de Putin y la anexión de Austria a manos de Adolf Hitler: considera que ambos son el inicio de una cadena de acontecimientos que tuvieron consecuencias fatales no solo para los agredidos sino también para los agresores.

En Viena, en donde vivo, uno escucha hablar constantemente de 1938. Los austriacos y otros ciudadanos de los países de la Unión Europea empiezan a considerar lo que el fin de Ucrania que significaría para su sistema europeo.

El punto no es que Putin sea como Hitler, el punto es que la remoción de un Estado de Europa tiene consecuencias para el continente.

Cuando consideramos a cualquier Estado que está aislado del sistema puede parecer frágil, reciente, tal vez innecesario. Al igual que Austria en la década de 1930, Ucrania es una creación del cambio radical en el orden mundial. Austria debe su existencia como república independiente a la Primera Guerra Mundial, al igual que Ucrania debe su existencia como república independiente al colapso de la Unión Soviética. La Austria independiente duró dos décadas; la Ucrania independiente ha existido un poco más que eso.

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Para algunas personas, Austria era una creación artificial que no tenía derecho de existir; para otros era hogar de un pueblo que no se podía distinguir de los alemanes; Austria tenía pocos amigos en 1938. Ucrania se encuentra casi en la misma situación hoy en día. Así como la mayoría de los líderes europeos aceptaron de buen grado la idea alemana de que Austria no tenía derecho de existir, muchas personas de Occidente parecen estar dispuestos a olvidarse de Ucrania o creer la propaganda del Kremlin que recita que la mitad del país es ruso.

Sin embargo, las razones por las que se supone que los Estados existen son generales y trascienden a sus historias particulares. Los principios del derecho internacional no están sujetos a las afirmaciones individuales sobre la identidad. Igual que Putin con Ucrania, Hitler basó su afirmación en la necesidad de proteger a sus compatriotas en Austria en 1938.

Es fácil criticar los  argumentos de Putin  respecto a algunos detalles importantes. Afirma que está defendiendo a los ciudadanos rusos, pero como la doble nacionalidad es ilegal en Ucrania, los ciudadanos rusos más visibles en Ucrania son: 1) los soldados y marinos rusos estacionados en Sebastopol, 2) los soldados rusos que acaban de invadir el sur de Ucrania y 3) los policías antimotines ucranianos que recibieron la nacionalidad rusa en el consulado ruso en Simferópol como recompensa por golpear a los manifestantes ucranianos.

Putin afirma que está defendiendo a los "compatriotas", pero esa categoría carece de significado. Se insinúa que cualquiera que hable ruso necesita una invasión rusa; eso implicaría que como estoy escribiendo en inglés, necesito una invasión inglesa.

Pero el problema real va mucho más allá. En ambos casos el pretexto de tener derecho a proteger a los hermanos de etnia fue el único elemento de un panorama mundial mucho más amplio. A Hitler le importaban poco los alemanes que estaban en Austria o la misma Austria. La destrucción de Austria tenía como objetivo demostrar, como ocurrió, que todos los estándares del sistema europeo estaban sujetos a la corrupción si un solo hombre tomaba un solo riesgo.

Lo que los europeos decidan ver en la revolución ucraniana podría definir a Europa al final. El sistema europeo de entreguerras se basó en el principio de la soberanía de los Estados. No hay duda de que fue una base moral y legal incompleta e imperfecta para las relaciones internacionales. Sin embargo, su violación significó el fin del sistema mismo. Cuando los líderes de Europa abandonaron a Austria en 1938, concedieron a Hitler el derecho de definir las reglas del nuevo orden. Las consecuencias inmediatas fueron lo suficientemente claras.

Sin la protección de un Estado, la minoría judía de Austria quedó sometida a la violencia antisemita. Una vez que Austria quedó abandonada, los líderes europeos no tuvieron problemas para traicionar a un país que realmente merecía su apoyo: la Checoslovaquia democrática. Su desmembramiento inició más tarde, ese mismo año. Una vez que los europeos se permitieran dejar que algunos Estados murieran, podrían hacerlo de nuevo. Para cuando las grandes potencias reaccionaron, en 1939, ya era demasiado tarde.

El sistema europeo actual se basa en el principio de la soberanía de los Estados combinado con la sólida cooperación internacional de la Unión Europea y está legitimado por la nueva atención histórica a los derechos humanos. La Unión Europea se basa en la premisa de haber aprendido de la historia. Se considera que el nacionalsocialismo y el estalinismo son experiencias de las que los europeos han aprendido y extremos de la política europea que deben controlarse.

Este sistema, al igual que el sistema de entreguerras, es vulnerable a los cambios. Rusia propuso una alternativa en la que la cultura rusa es históricamente singular y exige protección; el fascismo europeo y el estalinismo son un tesoro de ideas constructivas y los derechos humanos no son más que una fachada para el imperialismo occidental. La propaganda rusa asigna una importancia particular a las minorías sexuales y muchos analistas prominentes afirman, por ejemplo, que muchas personas en la Unión Europea participan en una conspiración gay internacional.

La invasión rusa en el sur de Ucrania es sobre todo una amenaza a los ciudadanos de Ucrania. Como argumenta el profesor Zubov, también tiene implicaciones amenazadoras para los rusos. Requirió valor presentar este argumento, ya que Zubov dice que lo despidieron inmediatamente de su empleo.

Los europeos que enfrentan menos riesgos pueden continuar con el argumento. La toma de Crimea tiene por objeto desafiar a la Unión Europea. Pretende demostrar que los valores europeos no pueden defenderse solos.

¿O sí?

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Timothy Snyder.

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