OPINIÓN: Los ganadores y perdedores en el juicio a Pistorius
Nota del editor: Kelly Phelps es catedrática sénior del Departamento de Derecho Público de la Universidad de Ciudad del Cabo y fue editora asistente de la revista South African Journal of Criminal Justice.
(CNN) — Tras cuatro semanas, la fiscalía terminó de presentar sus alegatos en el juicio del siglo en Sudáfrica. El viernes la defensa debería iniciar los suyos, sin embargo, esto se ha retrasado porque uno de los asesores está enfermo . El momento es propicio para evaluar las pruebas que se han presentado hasta ahora: ¿qué tanto éxito ha tenido la fiscalía al fundamentar su afirmación de que Pistorius mató intencionalmente a Reeva Stenkamp?
Testimonio "de oídas"
La fiscalía inició sus alegatos al presentar a varios vecinos de Pistorius que afirmaron que habían escuchado los gritos de terror y los lamentos de una mujer durante la noche en cuestión, lo que indica que Pistorius debió haber sabido que le estaba disparando a Steenkamp desde el otro lado de la puerta del baño y también habría escuchado sus gritos.
La defensa contrarrestó estas afirmaciones durante el interrogatorio cruzado con la muy difundida afirmación de que Pistorius suena como mujer cuando grita.
Aunque la idea de que Pistorius grite como mujer se ha tomado con escepticismo, la defensa se las ha arreglado para fundar la afirmación. Primero, varios testigos de la fiscalía confirmaron que cuando llegaron a la escena Pistorius estaba histérico. En segundo lugar, la testigo de la fiscalía, la vecina Estelle Van Der Merwe, reconoció en su testimonio que había escuchado a una mujer en problemas, le pidió a su esposo que fuera a ver quién era y que cuando regresó y dijo que había sido Pistorius; ella contestó que había pensado que era una mujer. Así que tal vez la afirmación no fue tan absurda después de todo.
Los testigos también afirmaron que habían escuchado dos rondas de disparos después de los supuestos gritos de la mujer. Si en realidad hubo una pausa considerable entre los primeros disparos y la segunda ronda de disparos, sería muy malo para Pistorius. Es la única inferencia razonable de que cazó a Steenkamp y, tras dispararle inicialmente e incapacitarla, terminó el trabajo con los disparos finales.
Sin embargo, ninguno de los vecinos coincide en la cantidad de disparos que escucharon. Por ejemplo: Johann Stipp recuerda haber escuchado dos rondas de tres disparos; Michelle Burger recuerda haber escuchado un disparo seguido de tres disparos rápidos, y su esposo, Charl Johnson, no podía recordar exactamente cuántos disparos había escuchado. Sabemos que, de hecho, solo se hicieron cuatro disparos. Este hecho es incuestionable. También sabemos que Pistorius usó un bate de cricket para derribar la puerta del baño y llegar a Reeva. La defensa ha recurrido persuasivamente a los registros de llamadas telefónicas de la noche en cuestión —con los que se ha rastreado la hora en la que varios vecinos llamaron al servicio de seguridad— para insinuar que los vecinos están equivocados respecto de lo que oyeron.
Según la defensa, la primera ronda de disparos fueron en realidad las últimas balas que se dispararon sucesiva y rápidamente, lo que despertó a los vecinos. El abogado de Pistorius, Barry Roux, argumenta que la segunda ronda de lo que los testigos llamaron "disparos" fue en realidad el sonido del bate de cricket al golpear la puerta del baño, que estaba cerrada con llave. La defensa afirma que los gritos que se escucharon entre ambas rondas eran los de Pistorius, quien pedía ayuda histéricamente al darse cuenta de su error. Al poner en duda la precisión de los recuerdos de los vecinos en el interrogatorio cruzado, la defensa sentó las bases de su argumento en la etapa de alegatos.
Bitácoras del servicio de seguridad
Pieter Baba, otro de los primeros testigos que presentó la fiscalía, era el supervisor en turno del servicio de seguridad en el conjunto residencial de Pistorius. La noche en cuestión, tras recibir el reporte de los disparos de parte de varios vecinos, llamó a Pistorius para verificar que todo estuviera bien. Afirma que cuando logró comunicarse con él, pudo escuchar que lloraba y que quedó perplejo cuando Pistorius le dijo: "seguridad, todo está bien".
Fue a investigar y, al llegar a la casa de Pistorius, lo recibió la imagen perturbadora de Pistorius bajando las escaleras con el cuerpo ensangrentado de Steenkamp en brazos. Johan Stander —el administrador del conjunto residencial— ya estaba en la casa de Pistorius ayudándolo. Si Pistorius le había disparado a Steenkamp por error al creer que se trataba de un intruso, ¿por qué le dijo al agente de seguridad: "todo está bien"?
Al igual que con los testigos, la defensa ofreció una explicación aparentemente factible y la respaldó con pruebas. Primero, presentaron una declaración anterior que Baba rindió ante la policía justo después del homicidio: relató que Pistorius le dijo por teléfono: "Estoy bien". En otras palabras, Pistorius no estaba insinuando al agente de seguridad que todo estuviera bien, sino que él no estaba herido.
En segundo lugar, los registros de llamadas telefónicas indicaron concluyentemente que Pistorius había intentado contactar al servicio de seguridad antes de que Baba le llamara.
No logró contactar al servicio de seguridad, pero llamó al señor Stander —el administrador—, quien respondió y ya había llegado a ayudarle cuando el agente de seguridad le llamó por teléfono.
Aunque el tribunal crea que Pistorius dijo "todo está bien" en vez de "estoy bien", esta cadena de eventos indica que hay una interpretación muy diferente a la que la fiscalía propone. En vez de intentar despistar al servicio de seguridad, los buscó para pedirles ayuda y cuando lograron contactarlo, simplemente indicó que ya había recibido ayuda. Las pruebas de la fiscalía difícilmente son perfectas. Si Pistorius realmente trató de mentirle al agente de seguridad, ¿por qué habría intentado llamarlos antes para pedir ayuda?
Pruebas físicas
Si consideramos que la misma fiscalía dijo que su caso era circunstancial en los argumentos de apertura, no sorprende que las pruebas físicas que se presentaron no sean concluyentes para demostrar su versión de los hechos: no dices que un caso tan claro es "circunstancial".
Sin embargo, el patólogo, Gert Saayman, hizo notar una contradicción en la historia de Pistorius. Durante la audiencia para fijar la fianza, Pistorius afirmó que Steenkamp se fue a la cama alrededor de las 10 de la noche de la noche en cuestión. Sin embargo, Saayman calculó en la autopsia que el contenido de su estómago se había ingerido dos horas antes de morir. Basó sus cálculos en sus conocimientos de medicina relativos al vaciamiento gástrico. Si consideramos que murió alrededor de las 3 de la mañana, esto significaría que comió a la 1 de la mañana, unas tres horas después de la hora en la que Pistorius afirma que se fue a acostar.
Sin embargo, antes de presentar su prueba, Saayman enfatizó que el vaciamiento gástrico es notoriamente difícil de calcular. En la literatura académica sobre el tema hay opiniones diversas, se habla de variables individuales respecto a la comida que se ingirió, entre otros factores, y variables y discrepancias de un individuo a otro. Así que no es precisamente un hecho científico incuestionable.
En el interrogatorio cruzado, la defensa presentó varios artículos académicos en los que se subraya la polémica que rodea al vaciamiento gástrico. También tienen a su propio equipo de médicos legistas sumamente experimentados que sin duda declararán durante los alegatos para poner aún más en duda los hallazgos de Saayman. Lo más importante, no obstante, es lo que estas pruebas indican aunque no se hubieran objetado. Reeva podría haberse levantado para buscar algo de comer sin que Pistorius lo supiera… lo que difícilmente es una prueba convincente de que Pistorius la mató intencionalmente.
Las pruebas físicas restantes no sirvieron para fundar un caso sólido y en muchos aspectos ayudaron más a Pistorius que a la fiscalía. Por ejemplo: el experto en salpicaduras de sangre declaró que la versión de Pistorius era la más creíble con base en la prueba del patrón de salpicaduras de la sangre.
Más aún, los agentes de policía que testificaron describieron una escena de torpeza e ineficiencia en el mejor de los casos y de robo y prejuicio en el peor . Escuchamos que un experto en balística manipuló el arma sin usar guantes; que los investigadores pisotearon torpemente la puerta —la prueba física más importante—, que se robaron relojes costosos de la escena, y que solo se sometieron a análisis forense las marcas de la puerta que eran relevantes para la versión de los hechos de la fiscalía. En el tribunal, el investigador de la policía reconoció que había una marca en la puerta que no se investigó.
El excoronoel de la policía, G.S. van Rensburg, dijo que encontró a un experto en balística manipulando el arma de Pistorius sin usar guantes; lo reprendió, tras lo que se disculpó y se puso un par. Dijo que estaba "furioso" porque había desapareció al menos uno de los relojes valiosos del atleta olímpico.
Aunque las acusaciones de robo e incompetencia son presumiblemente las más sensacionalistas, las acusaciones de prejuicios en la investigación son las que podrían dañar más el caso de la fiscalía. La carga de la prueba que soportan va más allá de la duda razonable. Si ni siquiera se han molestado en investigar las teorías alternativas, ¿cómo es posible que argumenten que la suya es la única teoría razonable? Esto amenaza la credibilidad fundamental de toda la investigación.
Pruebas documentales
Aunque los medios han hecho mucho énfasis en la poca factibilidad de la versión de Pistorius, esto los ha distraído de la poca factibilidad inherente a la versión de los hechos de la fiscalía.
Si se revisan las pruebas que han logrado reunir —o más bien la falta de pruebas— su visión de los eventos puede resumirse esencialmente así: un hombre sin antecedentes penales ni de violencia que vive una nueva relación amorosa se despierta una mañana y decide asesinar a su novia sin razón aparente. Esta es una acusación poco factible en esencia. Esta es la parte en la que las pruebas que se extrajeron de varios teléfonos celulares que se obtuvieron en la escena serán potencialmente cruciales.
En el penúltimo día de sus alegatos, la fiscalía por fin presentó un fundamento para el motivo. Aunque en derecho el motivo no es lo mismo que la intención de matar, al menos ofrece un fundamento para inferir la intención. Un experto en extracción de datos que declaró para la fiscalía leyó varios mensajes potencialmente condenatorios que retratan a Pistorius como novio celoso y posesivo, propenso a los arranques desagradables. En uno de los mensajes, Steenkamp escribió que, en efecto, a veces le tenía miedo: "a veces te tengo miedo, temo a la forma en la que explotas y a cómo reaccionarás conmigo" y que la criticaba incesantemente. Estos mensajes se enviaron unas semanas antes de su muerte.
Sin embargo, la defensa reaccionó rápidamente a estas pruebas en el interrogatorio cruzado y logró que el testigo reconociera que solo había encontrado cuatro mensajes negativos entre 1,700 mensajes cariñosos en total. Entonces le pidieron al testigo que leyera algunos de los mensajes cariñosos, en los que se mostraba una imagen muy diferente de la pareja de enamorados que usaba nombres cariñosos como Baba, Bebé y Boo.
Entonces se mostró al tribunal el material de las cámaras de circuito cerrado que se grabó 10 días antes del incidente, en el que se veía a la pareja en una tienda mientras interactuaban amorosa y juguetonamente. Aunque la defensa puso en contexto los mensajes negativos, la fiscalía finalmente logró proponer una explicación potencialmente factible para el supuesto homicidio intencional: que Pistorius, a causa de su carácter y su fascinación con las armas, tuvo una discusión con Steenkamp y le disparó, con lo que al menos propusieron un argumento mínimo al que hay que responder.
¿Demasiado poco, demasiado tarde?
Entonces, ¿la fiscalía ha hecho suficiente para demostrar sus argumentos?
Cuando hay un caso circunstancial como este, significa que no hay pruebas directas (físicas o de testigos oculares) que demuestren concluyentemente la versión de los hechos de la fiscalía. Esto significa que el tribunal debe decidir por medio de deducciones a partir de los datos relacionados que se demostraron, proceso que se conoce como conclusión por inferencia. Como el fiscal tiene la carga de demostrar sus argumentos más allá de una duda razonable, en los casos circunstanciales la versión de los hechos de la fiscalía debe ser la única inferencia razonable que puede lograrse tras evaluar todas las pruebas presentadas.
Se cuestiona si han logrado demostrarlo.
Han cumplido con el requisito mínimo para citar a un acusado a que presente su versión de los hechos y presentaron un argumento razonable que el acusado debe rebatir.
Sospecho que desde el principio esa fue la estrategia del fiscal, Gerrie Nel: cumplir con el requisito mínimo para que Pistorius compareciera. Estrictamente hablando, Pistorius no tendría que declarar en su defensa. Sin embargo, es la única persona que puede demostrar ante el tribunal cuál era su estado mental la noche en cuestión.
Cuando Pistorius suba al estrado, podemos esperar que Nel lo ataque con la fiereza de un bulldog enojado, que trate de hacerlo cometer errores y poner en evidencia las contradicciones en su historia. Por lo tanto, aunque la fiscalía haya terminado de presentar oficialmente sus alegatos, el testimonio de Pistorius es el que realmente le dará la victoria o la derrota.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Kelly Phelps