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OPINIÓN: El reto para México es contar con construcciones sustentables

Se debe romper en la sociedad el paradigma de que utilizar productos renovables en la construcción es más costoso
sáb 29 marzo 2014 07:19 AM
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Nota del editor: Alicia Odile Cortés Abascal es Directora de Proyectos en IntegraRSE, consultora en responsabilidad social y es parte del Climate Reality Project de Al Gore. Síguela en Twitter: @Odile_Cortes 

(CNNMéxico)— Arquitectos e ingenieros mexicanos se enfrentan a un paradigma que debe romperse: lo sustentable no es costoso y sí es rentable .

Muchos de ellos están considerando en sus nuevos diseños aprovechar las energías renovables, utilizar materiales de menor impacto y, sobre todo, generar conciencia en la industria de la construcción sobre las implicaciones de cada detalle que se agrega a un proyecto arquitectónico. Muchos han logrado cambios de mentalidad exitosos.

L as constructoras y arquitectos tienen un importante reto : transmitir a sus clientes y patrocinadores que el costo de tener un edificio sustentable en muchos casos no implica más que un incremento en gastos del 5%, pero sí puede significar ahorros en la operación de hasta el 30%. El diseño lo es todo, mientras más privilegiemos el pensamiento sustentable, más probabilidades tenemos de disminuir el impacto ambiental de los edificios en los que vivimos.

Desde 1998 existe incluso a nivel mundial un organismo certificador que avala los beneficios ambientales que implica la construcción sustentable. Se trata del certificado LEED (siglas en inglés de Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) del Consejo de Edificación Verde de Estados Unidos.

"Se divide en varios sistemas de certificación dependiendo la tipología del edificio y su objetivo es hacer accesibles los edificios verdes a todas las personas dentro de una generación", explicó la arquitecta Daniela Castro, de Edmonds International, despacho de arquitectos que en México ha encabezado la construcción de 10 edificios sustentables a lo largo del país.

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La certificación LEED ha abierto en México el campo para el debate sobre la legislación en tema ambiental que necesitamos.

Cada vez son más los departamentos que las casas, sobre todo en zonas urbanas como el Distrito Federal o Guadajalara. Esto no solamente responde a la falta de espacio, sino que los departamentos son más baratos que las casas al comprarlos y al mantenerlos.

Pero en ello también hay una consecuencia ecológica que empieza a tener cada vez más impacto en las decisiones de las constructoras, por lo que debemos empezar a exigir a las constructoras y arquitectos que sus diseños tengan por lo menos alguna medida sustentable.

La certificación LEED empieza justamente por exigir que se cumpla con la legislación local, pero, mientras aumentan este tipo de edificios en el país -346 están en proceso y 93 ya certificados-, la gran pregunta es ¿de qué tamaño es esta legislación? 

En México existe la Ley de Construcción y Medio Ambiente pero el verdadero reto es generar nuestra propia certificación mexicana para edificios sustentables.

En el Distrito Federal existe un Programa de Certificación de Edificaciones Sustentables por parte del Gobierno local cuyo objetivo es generar un estándar para calificar los edificios, tanto habitacionales como comerciales, y ofrecer así una serie de incentivos fiscales que van desde descuentos en el impuesto predial y licencias de construcción hasta financiamientos a tasas preferenciales y rapidez en la ejecución de trámites.

Sin embargo, una de las trabas que los arquitectos han comentado es que solo los organismos implementadores pueden asesorar durante la construcción y esta limitante ha llevado a precios elevados que ahuyentan a los inversores de implementar estas medidas en sus edificios.

Hay asociaciones que están pugnando por mejorar y ampliar la legislación ambiental, SUMe Sustentabilidad para México A.C. es una de ellas. Definitivamente hace falta que el gobierno, local y federal, escuche a estas asociaciones que tienen un compromiso diario con la sustentabilidad y trabajen juntos por “subir la vara” de lo que un edificio debe cumplir. No solamente durante la construcción y diseño, sino respecto a la operación diaria dentro del mismo.

El consumo energético, los espacios de ventilación, los acabados y todo lo que acondicionar la oficina implica debería también ser sustentable y no basta con tener un logotipo LEED, sino con generar –si no es que obligar-  una visión mucho más amplia de lo que ser sustentable significa.

El gobierno mexicano debe de hacer uso de los recursos que ya tiene como el Instituto de Cambio Climático, las múltiples asociaciones de arquitectura sustentable, los despachos que llevan años haciéndolo para generar un foro donde verdaderamente se generen estrategias y certificados de México para mexicanos, donde exijamos a empresas y ciudadanos no solamente la estructura, sino el comportamiento que nuestra realidad ambiental requiere.

De nada sirven los edificios sustentables y energéticamente eficientes si el comportamiento individual de los ciudadanos no es acorde y empezamos a pensar en nosotros mismos como una construcción que puede contaminar o mejorar al medio ambiente .

El futuro para el mundo y para México está limitado por nuestra capacidad de adaptarnos a los cambios que nosotros mismos generamos. Estos ejemplos de edificios sustentables son muestra de la imperiosa necesidad de cambiar nuestras percepciones y comportamientos. 

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Alicia Odile Cortés Abascal

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