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OPINIÓN: Se va Agustín Carstens, ¿qué retos deja?

Carstens se constituyó como uno de los pilares fundamentales de la estabilidad financiera que ha logrado el país en los últimos años; su salida se da en un momento de incertidumbre.
vie 02 diciembre 2016 11:44 AM
Futuro
Futuro El próximo gobernador del Banco de México, tiene que ser totalmente creíble y autónomo del gobierno federal. (Foto: GINNETTE RIQUELME/REUTERS)

Nota del editor: Guillermo Aboumrad es Doctor en Economía por la Universidad de Duke, y tiene una larga carrera en el sistema financiero, habiendo empezado en el Banco de México. Actualmente es director de estrategias de mercado en casa de bolsa Finamex. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(Expansión) — El Dr. Agustín Carstens anunció esta semana su renuncia al Banco de México a partir del 1 de julio de 2017, tras aceptar la invitación que le hizo el Consejo de Administración del Banco de Pagos Internacionales para ser su próximo gerente general.

Sin lugar a dudas, es un gran reconocimiento y un honor a su persona, al Banco de México y al país dicho nombramiento. El trabajo diligente, talentoso y constante del Dr. Carstens se constituyó como uno de los pilares fundamentales de la estabilidad financiera que ha logrado el país en los últimos años a través de sus diferentes responsabilidades en Banxico y en la Secretaría de Hacienda.

OPINIÓN: Agustín Carstens, la crónica de una renuncia anunciada

La inflación ha estado contenida dentro del rango de la meta de precios de 3% +/- 1% a pesar de la depreciación del peso. El mayor reto para el Banco de México en los últimos años ha sido el evitar que la depreciación del tipo de cambio, que tiene un impacto directo de alza en los precios de las mercancías que contienen componentes importados, no se contagie a otros precios como los de servicios. Dicho contagio ocurriría si se da una pérdida de confianza en el poder adquisitivo de la moneda nacional, desatando una inflación generalizada. En buena medida, ha sido clave la credibilidad que ha logrado el Banco de México en el combate a la inflación y, más importante, la figura del Dr. Agustín Carstens.

null Lee: Carstens dice que la inflación podría acelerarse

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Los retos para la política monetaria en 2017 son enormes: Ahora anticipamos una inflación general de 4.5%. El reciente acuerdo de la OPEP traerá precios de la gasolina más altos con la liberalización de precios a partir del 1 de enero, el reciente aumento a los salarios mínimos pudiera contagiarse a otras negociaciones salariales y presionar aún más los costos de las empresas, que de por sí la inflación al productor ya señala incrementos importantes en los precios de bienes intermedios. Por su parte, hemos observado una nueva depreciación del peso a partir de la elección presidencial en Estados Unidos y están latentes mayores impactos por la política anti-TLCAN de Donald Trump.

Lee: La renuncia de Carstens llega en mal momento para México

La Reserva Federal pudiera acelerar el desmantelamiento de la política monetaria acomodaticia. Esto en respuesta al plan Fiscal de Trump, revirtiendo la dirección de los flujos a mercados emergentes, que la economía mexicana necesita para financiar el déficit de cuenta corriente y el déficit público.

El fin de las “eternas” tasas bajas de la Fed marcaría un nuevo ciclo de alzas de tasas de interés de Banxico que comenzó el mes pasado y en el que además de seguir a la Fed, tendrá que subir por encima de dichos movimientos. Así, en 2017 Banxico estaría lidiando con: i) la reducción de flujos de cartera a mercados emergentes y de inversión extranjera directa, y ii) con las mayores presiones inflacionarias.

OPINIÓN: ¿Qué sigue para México una vez que Banxico subió la tasa?

nullEl próximo gobernador del Banco de México, tiene que ser totalmente creíble y autónomo del gobierno federal. El principal desafío para el Banco de México en 2017 será el de evitar que las nuevas presiones sobre los costos de las empresas, por mayores precios de energía, de materias primas y de tipo de cambio, se contagien a otros bienes y servicios de la economía ajenos a dichos costos, y caigamos en un proceso de aumentos generalizados de precios. El próximo gobernador tendrá que tener la credibilidad necesaria para mantener la confianza en el poder adquisitivo de la moneda nacional. Para ello, y frente al nuevo escenario de la Fed, tendrá también que ser totalmente autónomo del gobierno federal para contar con la libertad necesaria para elevar el nivel de la tasa de equilibrio acorde con los retos que vienen.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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